¿Por qué este 2024 es un año bisiesto y cada cuánto tiempo pasa?

El año bisiesto o intercalar es aquel que tiene un día más de lo habitual, es decir, 366 días, lo que ocurre este nuevo año 2024. Esta anomalía es tan solo un ajuste en el calendario astronómico y estacional, ya que la vuelta de la Tierra al Sol -lo que conocemos como un año- no dura 365 días, sino unas horas más.

En concreto, son 5 horas, 48 minutos y 46 segundos: lo que cada 4 años se traduce en 24 horas acumuladas, que explicarían este día de más. Esta forma de compensar sirve para mantener las estaciones del año y los solsticios año tras año.

Aunque el año bisiesto se traduce en la aparición del 29 de febrero en el calendario (un mes que habitualmente tiene 28 días), la realidad es que no ha sido siempre así. De hecho, el primer día que se añadió cuando se ajustó esta anomalía fue el 24 de febrero: de ahí nace el nombre bisiesto ('bix sextus dies ante calendas martii ', repetición del sexto día antes del primero de marzo), algo que cambió con la llegada del calendario gregoriano (en 1582), de la mano del papa Gregorio XIII.

¿Cuándo nació el concepto año bisiesto?

Para entender los inicios del año bisiesto, debemos remontarnos a los egipcios, en el año 46 a.C. Su civilización ya tenía un año bisiesto de cada cuatro, pero con la llegada de Julio César a Egipto, los romanos adoptaron la idea del año bisiesto y crearon un nuevo calendario que se llamó 'calendario juliano'. Esta nueva fórmula tampoco era perfecta, y conllevaba que hubiera que quitar un día del calendario cada 128 años.

El año bisiesto como lo entendemos hoy en día (con el 29 de febrero cada cuatro años) es el resultado de la reforma gregoriana del calendario, en el 1578. De este modo, hay millones de personas que solo pueden celebrar el día exacto de su cumpleaños cada 4 vueltas al sol, como el presidente del país, Pedro Sánchez, pues nacieron en año bisiesto y el 29 de febrero.