Prueba infalible

Así puedes comprobar si una gasolinera te pone todo el combustible que pagas

Un surtidor de gasolina

Un surtidor de gasolina / Bloomberg / David Paul Morris

Lola Gutiérrez

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El precio de los carburantes sigue cayendo y el Gobierno mantiene el descuento de 20 céntimos el litro en gasolina y gasóleo. Sin embargo, aún resulta muy caro llenar el depósito y los usuarios miden sus desplazamientos para intentar ahorrar lo máximo posible en carburantes y aprovechan al máximo cada gota de líquido.

Pero también puedes querer cerciorarte de que la gasolinera te incluye todo el carburante por el que pagas. Y si es así, hay una forma rápida de saberlo: pidiendo una probeta homologada en la gasolinera. Todas están obligadas a tener uno y, por supuesto, a facilitártelo. Si no es así, denuncia al establecimiento.

La probeta es un matraz con un gran cuello, en el que se indica exactamente dónde están los 10 litros. Por encima y por debajo de esta marca hay cifras en porcentaje del sobrante o la falta de líquido. La prueba, por tanto, es sencilla: coge la manguera y pon la gasolina. Tras ello, espera un poco a que baje la espuma y comprueba si la cifra del surtidor es la misma que la de la probeta.

Como mucho, puede haber una variación inferior o superior al 0,5%. Todo lo que esté dentro de estos márgenes será legal e indicará que la gasolinera está sirviendo la cifra correcta. En caso contrario se puede denunciar a la gasolinera, que se enfrentará a una cuantiosa multa e incluso puede ser obligada a cerrar.

Precintos

Pero lo cierto es que los surtidores suelen estar bien calibrados, porque están precintados de fábrica para que no puedan ser manipulados. Es decir, el surtidor lleva precintos en los tres elementos principales: el medidor de caudal, el generador de impulsos y la placa informática. Por tanto, para que salga menos combustible hay que desprecintarlos y manipularlos. Y volver a precintarlos.

Los surtidores deben ser verificados anualmente por una entidad que a su vez esté homologada por ENAC -Entidad Nacional de Acreditación- para realizar esas inspecciones. Y tras una reparación, también hay que verificar el surtidor.

Durante la verificación se comprueba el estado de todos los precintos y otra serie de cosas, así como la cantidad de combustible que proporciona el dispensador, cuyo error no puede superar bajo ningún concepto el 0,5% en volumen -equivalente a medio litro por cada 100 litros-.