Trucos de cocina

Me he pasado con la sal: ¿Puedo salvar la comida o la tiro directamente?

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Un plato demasiado salado puede llegar a ser incomible, pero existen algunos remedios para rebajar un poco ese sabor.

Un plato demasiado salado puede llegar a ser incomible, pero existen algunos remedios para rebajar un poco ese sabor.

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Con la sal, siempre se dice que es mejor quedarse corto que pasarse, porque luego no hay vuelta atrás. Un plato demasiado salado puede llegar a ser incomible, pero existen algunos remedios populares con los que, teóricamente, es posible rebajar un poco ese sabor.

Los platos donde es más fácil rectificar de sal es aquellos que se cocinan con caldo o fumet, como los arroces. En estos casos, podemos rectificar añadiendo más caldo -si ha sobrado-, o agregando agua, aunque este último truco puede provocar que la receta llegue a quedar algo insípida.

Otro truco conocido consiste en añadir un poco de azúcar para compensar el exceso de sal. También el de añadir un poco de zumo de limón porque, supuestamente, la acidez podría equilibrar algo el sabor. No obstante, en ambos casos hay que controlar muy bien las cantidades, ya que nos arriesgamos a que el plato quede todavía peor.

Siguiendo con los remedios populares, nos encontramos con el de la patata. Consiste en añadir unos cuantos gajos de patata en el plato salado, ya que en teoría el almidón debería absorber el exceso de sal cual esponja. Sobre esta teoría, cabe destacar que existen detractores que sostienen que lo único que hace la patata es absorber todo el caldo, y que después no se aprecian diferencias destacables en cuanto al sabor salado.