Fauna

¿Lloran los elefantes a sus muertos?

Un estudio científico revela las reacciones de estos gigantescos animales ante la pérdida de un congénere

Una elefanta espanta a los carroñeros que se alimentaban del cadáver de un congénere.

Una elefanta espanta a los carroñeros que se alimentaban del cadáver de un congénere. / John Chaney

Ramón Díaz

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Angustia, padecimiento, altruismo, desesperanza, empatía, solidaridad, depresión, compasión, tristeza… Son sentimientos humanos. Pero, ¿solo humanos? Aunque mucha gente pueda creer que sí, los científicos saben que no. También algunas especies animales saben lo que son los sentimientos de pérdida y los dolores emocionales complejos. Un equipo de investigadores del Instituto Indio de Ciencias ha analizado el comportamiento de los elefantes ante la muerte de miembros de su manada. Y los resultados revelan que estos gigantescos animales son mucho más "humanos" de lo que uno podría imaginar.

Sí, los elefantes también lloran a sus muertos. Y los velan, y posiblemente los entierran. La última investigación en torno a estos enormes animales lo ha realizado un equipo de investigadores del Instituto Indio de Ciencias, que analizó videos capturados por aficionados para obtener más información sobre cómo responden los elefantes cuando muere uno de los miembros de su manada. Su artículo acaba de publicarse en la revista ‘Royal Society Open Science’.

Otros científicos ya habían hallado anteriormente evidencias de que algunas criaturas además de los humanos, como los simios y los delfines, responden a la muerte de un miembro de su grupo, en particular las madres al perder a una cría.

Pero los investigadores del Instituto Indio de Ciencias notaron poca investigación sobre cómo responden los elefantes cuando uno de los suyos fallece. Se enfrentaron a la dificultad que supone capturar evidencias en video de elefantes reaccionando a la muerte debido a su rareza.

Los científicos no pueden simplemente seguir a los elefantes hasta que uno de ellos muera debido a limitaciones de tiempo. Pero los autores de este estudio supusieron que otras personas sí habrían presenciado tales eventos y que algunos de ellos podrían haber grabado la acción.

Intentando reanimar a los muertos

Así que buscaron en las redes sociales, más específicamente en YouTube, y encontraron 24 videos que muestran elefantes reaccionando a la muerte de uno de los miembros de su manada, por lo general uno muy joven.

Imágenes de varios de los vídeos analizados por los investigadores del Instituto Indio de Ciencias.

Imágenes de varios de los vídeos analizados por los investigadores del Instituto Indio de Ciencias. / Royal Society Open Science

Los investigadores encontraron que la reacción más común fue tocar o acariciar el cadáver, generalmente la cara o las orejas. También observaron casos en los que los elefantes olfateaban los cadáveres. En otras ocasiones los miembros de un grupo de elefantes también realizaron varios tipos de ruido en reacción a una muerte, y algunos intentaron reanimar a la criatura muerta.

La conclusión de los investigadores es que los elefantes no solo se dan cuenta cuando uno de sus miembros muere, sino que "lo lloran activamente", en particular las madres cuando pierden a una cría. De hecho, en cinco casos, se ve a las madres cargando a su cría muerta durante varios días después de su muerte.

En estas reacciones, la hembra adulta que llevaba la cría muerta no solía estar sola sino acompañada o rodeada de otros miembros de la manada. En uno de los casos la madre se mostró violenta con un joven elefante y no le permitió acercarse al cadáver de su cría.

Hubo 19 casos en los que se observó a los elefantes explorando los cadáveres, acercándose, investigando y "exhibiendo un comportamiento similar al de un ser humano hacia los individuos moribundos y muertos", señalan los autores del estudio.

Fueron asimismo frecuentes los intentos de levantar o sostener los cadáveres y lo que los científicos concluyeron que eran intentos de revivir a los muertos y moribundos, mediante empujones suaves con los colmillos y levantándolos con la ayuda de la trompa y las patas.

Velando los cadáveres

En uno de los vídeos una hembra adulta y otros miembros de la manada rescataron y socorrieron a una cría que había caído en una zanja y que murió más tarde. Tocar a los fallecidos, incluidos varios frotamientos corporales, fue la reacción tanatológica más común, pues se registró en 21 casos.

Las vocalizaciones audibles –sobre todo barritos– y las respuestas no vocales hacia los individuos moribundos o muertos fueron evidentes en nueve casos (los 16 casos restantes no tenían respuestas vocales o estaban enmascarados por el comentario o la música añadida al video).

Una elefanta con sus dos crías.

Una elefanta con sus dos crías. / Getty Images

Los elefantes velaron o vigilaron a sus muertos en la mayor parte de los casos, en ocasiones durmiendo cerca del cadáver. Y en una ocasión, una hembra ciega, buscando activamente un cadáver que había sido retirado.

La mayoría de los elefantes se mantenían vigilantes o permanecían cerca de los cadáveres, y a veces se negaban a irse incluso durante los intentos de rescate (según las descripciones de los vídeos, tomó entre 5 y 28 horas separar a los elefantes del cadáver).

En seis casos, los elefantes dirigieron comportamientos similares a la agresión (carga, movimientos con la trompa, ráfagas de aire o barritos) hacia los humanos para interferir sus intentos de acercarse al animal moribundo o muerto.

También hubo respuestas sociales (comportamientos similares a los de tranquilizarse, como tocarse con la trompa, tocarse cabeza a cabeza y olfatear, o mostrar reacciones de calma), y otras, como "orinar y defecar con frecuencia, permanecer en el mismo lugar incluso después de retirado el cuerpo sin vida, buscar el cadáver, enroscar la trompa, tocarse la mandíbula inferior y sostener la trompa entre los labios, visitas de manadas más grandes, pastar cerca del cadáver, dormir cerca de una madre muerta…", recoge el estudio.

Semejanzas con los primates y cetáceos

"Las respuestas tanatológicas de los elefantes muestran algunas semejanzas notables con ciertas especies de primates y cetáceos que tienen fuertes lazos sociales y grandes cerebros con capacidades cognitivas avanzadas", concluyen los investigadores.

No es el primer estudio que demuestra este tipo de cualidades en los elefantes. En 2005, una investigación de la Universidad de Sussex mostró que los elefantes pueden reconocer e interactuar con los restos de otros congéneres años después de la muerte.

También que tienen la capacidad de recordar el sitio donde fallecieron los miembros de su familia y visitarlo con frecuencia. E incluso que podrían ser capaces de realizar algo parecido a rituales funerarios y de "enterrar a sus muertos", cubriéndolos con tierra y vegetales.

Los elefantes tienen una extraordinaria capacidad para memorizar y recordar. Crean interacciones muy complejas dentro del grupo y son mucho más empáticos entre ellos que los seres humanos. Tienen el cerebro más grande de todos los animales terrestres, y tantas neuronas como el ser humano.

Pasan la prueba del espejo (se reconocen en él), así que son conscientes de sí mismos. Son capaces de utilizar herramientas de la naturaleza y, como los humanos, limpian los alimentos antes de consumirlos. Tienen gran capacidad de aprendizaje y muestran comprensión y compasión hacia sus congéneres, e incluso hacia especies más pequeñas en tamaño.

Estudio de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsos.211740

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