carreteras secundarias

11 muertos en el 2018 al caer con el coche en canales de Lleida y Tarragona

Trabajos para extraer el vehículo accidentado del canal de Serós

Trabajos para extraer el vehículo accidentado del canal de Serós / periodico

Óscar Hernández

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El accidente mortal de la profesora de Les Borges Blaques Núria Borràs al caer con su coche en el canal de Seròs el pasado fin de semana pone de manifiesto el peligro que supone para los conductores la existencia de estas vías acuáticas que discurren junto a las carreteras sobre todo en las comarcas de Lleida y Tarragona. Solo en las Terres de l’Ebre el año pasado murieron seis personas en cinco caídas de coches a canales de  riego. En Lleida, se registraron ese mismo año al menos dos siniestros de este tipo con un total de cinco víctimas mortales. Pero podrían ser más, ya que la estadística oficial recoge estos siniestros como salidas de vía y no como precipitaciones a un canal o a una acequia. 

"No hay una casuística común que explique estos accidentes ni tan siquiera podemos decir que sea un balance preocupante porque vaya en aumento. De hecho, en el 2017 no hubo un solo accidente mortal en Terres de l’Ebre por caída a canales o acequias, mientras que el año pasado fueron cinco siniestros con seis muertos", explica Sergi Saladiè, subinspector de la unidad de Trànsit de los Mossos d’Esquadra en Terres de l’Ebre.

En las comarcas de Lleida, o de Ponent,  se registraron al menos dos accidentes mortales de este tipo el año pasado. El 31 de agosto dos jóvenes de 21 y 22 años fallecieron al caer de madrugada el coche en el que viajaban en el canal de Urgell, en Bell-lloc (Pla d’Urgell). Un vecino vio el coche en el agua y avisó a los Mossos. Poco antes, en julio, tres personas de unos 50 años fueron hallados muertos dentro de un turismo caído al canal de Pinyana, en el término de Lleida. Como en el caso de la profesora, si el accidente se produce de noche y en vías secundarias, y por tanto menos transitadas, es probable que no haya testigos y nadie avise a tiempo al 112.

¿Por qué caen los coches al agua?

¿Pero por qué caen los coches a los canales? "Normalmente, los canales discurren al lado de carreteras secundarias y no están vallados. Basta una distracción, una maniobra en marcha atrás o un error al trazar una curva para salirse de la vía y caer", añade Saladiè, quien precisa que lejos de lo que pueda parecer los accidentados no son gente foránea que desconoce el peligro del canal, sino vecinos de la zona que pasan a menudo por ese lugar. "Ocurre lo mismo que con los accidentes en carreteras secundarias, Suelen ser vecinos que las conocen y por ello se confían", añade este experto en tráfico.

La atención en la conducción no es la única forma de prevenir estos siniestros. La colocación de vallas en toda la longitud de los canales, sobre todo en los tramos que discurren pegados a una carretera también sería fundamental. Aunque esta medida pueda parecer costosa, no sería diferente al vallado de autopistas o vías de tren, y la podría asumir el explotador de la infraestructura ya sea una comunidad de regantes o una empresa hidroeléctrica. 

Vallas preventivas

De hecho, a raíz de la muerte de la profesora de Lea Borges, varios alcaldes de municipios de las comarcas de Lleida piden que los titulares de estos canales los vallen. Y en concreto algunos señalan a Endesa, dueña de los canales hidroeléctricos de Balaguer y Seròs.

El alcalde de Montoliu de Lleida, Daniel Farré, ha declarado al diario Segre: “Después de muchos esfuerzos y reivindicaciones Endesa valló el año pasado un pequeño tramo cercano a nuestra localidad pero deberían hacer lo mismo en todo el canal para evitar muchas tragedias de este tipo”. Fuentes de Endesa han indicado que no existe ninguna previsión de instalar vallas y han negado que hayan recibido alguna petición de los alcaldes.

Un martillito para salvarse

Cuando un coche cae a un canal es difícil que los conductores puedan reaccionar adecuadamente. "El impacto de un accidente imprevisto les impide actuar, sobre todo si, como pasa muchas veces, el vehículo queda boca abajo, porque sus ocupantes quedan desorientados", explica el subinspector Saladiè. La teoría aprendida en las películas de dejar llenar el coche de agua para poder abrir la puerta al igualarse la presión interior y exterior puede ser misión imposible en un canal estrecho en el que a lo mejor no queda espacio físico para abrir una puerta y salir.

Y la alternativa, romper un cristal, tampoco es fácil. Todos los coches de la unidad de tráfico de los Mossos d’Esquadra llevan un pequeño martillo, como el de las ventanas de emergencia de los autobuses, para romper el parabrisas. "Se vende en ferreterías y tiendas de accesorios de coches y hasta incorporan una cuchilla en el otro extremo para cortar el cinturón de seguridad", explica Saladiè.