PREOCUPACIÓN POR LA SINIESTRALIDAD

Catalunya empeora las cifras por muertes de tráfico hasta niveles del 2012

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Cristina Buesa

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La preocupación es mayúscula. La siniestralidad en las carreteras catalanas no frena. Hasta el pasado 9 de mayo habían muerto 66 personas en accidentes de tráfico mientras que en el mismo periodo del año pasado fueron 39. Las alarmas están encendidas desde principios de año, con incrementos de la mortalidad que rondan el 80%. Esto significa un retroceso enorme: se regresa a las cifras del 2012. Una marcha atrás que no solo es culpa del incremento de la circulación sino que se explica por una relajación de los conductores, coinciden los expertos.

"Hemos echado a los malos de la carretera. Entiéndase malos por los incívicos, los borrachos y drogados o la mayoría de quienes incumplen las normas", razona el coordinador de Mobilitat i Seguretat Viària del Servei Català de Trànsit (SCT), Òscar Llatje. El responsable se refiere a que los radares, la vigilancia policial, el carnet por puntos y la concienciación han permitido que el descenso global de víctimas, muertos o heridos, haya sido notable en los últimos lustros.

Mayor movilidad

No obstante, con el aumento de la movilidad, sobre todo los fines de semana, las posibilidades de accidente también crecen. La salida de la crisis ha vuelto a sacar a las familias de casa, analizan desde Trànsit. Una alegría viaria que se detecta los sábados y domingos y también durante los puentes festivos o Semana Santa. Además, a esta suma de vehículos sobre el asfalto se añade una actitud poco atenta.

La salida de la crisis ha sacado a las familias de casa los fines de semana y festivos, constatan los responsables de Trànsit

De las distracciones se habla hace tiempodistracciones . Con la irrupción de los móviles en todas las esferas de la vida, habitáculo del coche incluido, el peligro estaba servido. "El uso del teléfono mientras se conduce es alarmante, así como de los peatones, que no miran por donde van", avisa la directora de Stop Accidentes en Catalunya, Marilina Ferrer.

Hablar poco de tráfico

Pero no solo son los móviles. Ferrer coincide en que la gente ha bajado la guardia al circular por carreteras y vías de alta capacidad. Desde la Asociación Española de Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT-APAT) creen que uno de los motivos de esa laxitud es que se habla cada vez menos de seguridad viaria y que los ciudadanos han dejado de sentirlo como una prioridad. "La coyuntura provoca que se hable de política, que monopoliza la actualidad, y poco de tráfico", se queja su directora, Yolanda Doménech.

La gente coge más el coche o la moto y lo hace sin la percepción del riesgo que impregnaba muchos de los trayectos años atrás. Esta actitud también explicaría el aumento de la velocidad que se ha detectado. Los radares fijos de Trànsit han comprobado que el promedio del exceso ha crecido, es decir, que si antes se multaba por superar en 10 o 12 kilómetros el límite marcado, ahora la sanción llega por excederse en 13 o 14 kilómetros, por ejemplo.

Siniestros en solitario

Los estudios son tajantes en el binomio mortal que representa desplazarse a mayor velocidad, así que esta sería otra de las razones que ilustraría el nefasto panorama que presentan los cuatro primeros meses del 2018. Pisar el acelerador más de lo permitido o distraerse (con el móvil, pensando en otras cosas o durmiéndose por cansancio) son el origen de los accidentes graves o mortales en los que hay un único vehículo implicado.

Las distracciones no son solo culpa del móvil sino que los conductores piensan en sus cosas o se duermen 

El coordinador de Mobilitat i Seguretat Viària destaca que ha subido hasta 18 el número de siniestros en los que el conductor de un coche se ha accidentado solo, mientras que en el mismo periodo del año anterior habían sido 12. En el caso de las motos la situación aún ha empeorado más ya que, de 3 accidentes mortales en los que el motorista había sufrido un percance fatal en 2017 sin la implicación de otro vehículo, se ha escalado hasta 8.

Los motoristas, una prioridad

"La responsabilidad entonces sería únicamente del motociclista, sin echar la culpa a nadie más", razona Òscar Llatje. La falta de pericia con el manillar a la hora de tomar las curvas o una vez más la velocidad inapropiada estarían entre las causas de esos accidentes sobre dos ruedas, uno de los grupos en los que el Departament d'Interior quiere centrar los esfuerzos de prevención.

No obstante, los motoristas no ven la viga en el propio ojo y consideran que la mortalidad entre su colectivo tiene otros desencadenantes. El delegado en Catalunya de la asociación Mutua MoteraVíctor Carrera, coincide en que hay más tráfico y que muchos usuarios que con la crisis aparcaron un vehículo que usaban principalmente por ocio, lo han recuperado. Pero, aparte del "más circulación, más posibilidades de peligro", Carrera señala el mal mantenimiento de las infraestructuras como detonante.

Mejorar las infraestructuras

La falta de inversión en carreteras, asegura el motorista, se paga con accidentes, algo en lo que también coincide con el director de la Fundació RACC, Lluís Puerto. Precisamente este club automovilístico presentó en junio del año pasado un paquete de 20 medidas entre las que estaba la mejora de la conservación viaria. También ponían el foco en los motoristas, recuerda Puerto, " a los que no se les ha prestado la atención que se merecen", protesta.

Aumentar la formación, usar ropa protectora o aplicar la alcoholemia cero son propuestas para evitar siniestros en moto

A pesar de que en los últimos años más del 40% de los heridos graves y muertos han sido motoristas o acompañantes de estos, se trata de una cifra "absolutamente sobrerepresentada" porque las motos únicamente suponen un 5% del parque móvil en Catalunya, describe el responsable del RACC. Aumentar la formación; obligar a usar piezas de ropa protectora para evitar lesiones o aplicar la alcoholemia cero entre los motoristas serían algunas ideas para reducir los siniestros.

Concienciación social

Trànsit prepara unas jornadas para finales de junio en las que tratará explícitamente cómo actuar con las motos. Esa pedagogía, esa concienciación social, es un mantra recurrente por parte de todos los que tienen algo que decir en este campo. Las víctimas sostienen que la formación en seguridad vial no debería circunscribirse únicamente a quienes están obligados a hacer cursos de recuperación de puntos sino también a quienes se sacan un permiso, propone Marilina Ferrer.

En PAT-APAT piden también que se incremente la presencia policial, diezmada por el traspaso de agentes de los Mossos d'Esquadra a funciones de vigilancia antiterrorista, al estar en alerta 4 sobre 5, censura Yolanda Doménech. "Los conductores solo responden a las multas, únicamente reaccionan si ven patrullas en la carretera, se debe volver a un control mucho más exhaustivo", pide la directora de la asociación.

La alerta antiterrorista ha provocado que haya menos patrullas de tráfico

Más mossos, carreteras más seguras pero, por encima de todo, insisten los responsables de Trànsit, que los conductores de motos y coches recuperen la atención sobre el asfalto, estén alerta. Porque un pequeño despiste, unos kilómetros más rápido de la cuenta, una señal desatendida, se convierten en el origen de otro accidente de tráfico, algo que la sociedad parecía estar desterrando pero que el 2018 ha devuelto de golpe.

Cuatro fallecidos que podrían dejar de serlo

Hasta el miércoles, había 67 personas muertas en las carreteras catalanas. El jueves la<strong> cifra bajó a 66</strong>. La autopsia de uno de los tres fallecidos en el<a href="https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180506/muertos-accidente-trafico-llardecans-c-12-6803580"> accidente del día 6 en la C-12 en Llardecans</a> (Segrià) confirmó lo que habían explicado algunos testigos: el hombre murió por las <strong>heridas que se autoinfringió en el cuello con unas tijeras</strong>. La investigación de los <strong>Mossos </strong>tiene el reto de aclarar si el conductor de la furgoneta provocó deliberadamente el choque en el murieron otras dos personas o no. Si impactó expresamente, se tratará como un homicidio o asesinato, pero no como un accidente de circulación, con lo que serán <strong>dos víctimas menos</strong>. Otro de los siniestros mortales que podría dejar de tratarse como tal sería el de Castell de Mur (Pallars Jussà) cuando <a href="https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180416/mossos-buscan-vehiculo-dos-ocupantes-carretera-desprendimiento-6762094">un alud de rocas sepultó a una pareja</a> de septuagenarios. Serían, entonces, cuatro personas menos.