Espectacular puesta de sol en Barcelona este sábado de temperatura primaveral

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Puesta de sol del sábado 18 de noviembre en Barcelona captada desde el Observatori Fabra.

Puesta de sol del sábado 18 de noviembre en Barcelona captada desde el Observatori Fabra. / Alfons Puertas

Vega S. Sánchez

Vega S. Sánchez

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Las puestas de sol suelen ser fenómenos que dejan embelesados a quien los contempla. Pero en las ciudades costeras situadas al este no suelen verse demasiado bien, puesto que el sol se pone por el oeste.

Sin embargo, hay veces en que la abundante nubosidad ayuda a que el cielo se tiña de rojo y naranja, como simulando un incendio celeste, a medida que se acerca al horizonte.

Para entender por qué pasa esto, hay que tener en cuenta que la luz del sol se compone de diferentes colores. Y al atravesar esa luz la atmósfera terrestre, esta actúa como un medio que dispersa la luz solar en diferentes longitudes de onda, y este proceso es más evidente al amanecer y al atardecer.

Durante el día, cuando el sol está alto en el cielo, la luz solar tiene que atravesar una menor cantidad de atmósfera antes de llegar a la superficie de la Tierra. En estas condiciones, la atmósfera dispersa preferentemente las longitudes de onda más cortas (como los tonos azules y violetas); es por ello por lo que vemos el cielo azul.

Dispersión de la luz

En cambio, al atardecer, el sol está más bajo en el horizonte y la luz solar tiene que pasar a través de una mayor cantidad de atmósfera antes de llegar a nuestros ojos. Durante este viaje a través de la atmósfera, las longitudes de onda más cortas (azules y violetas) tienden a dispersarse y dispersarse más, mientras que las longitudes de onda más largas (rojas y naranjas) son menos afectadas por esta dispersión.

Como resultado, las tonalidades rojas y anaranjadas se vuelven más prominentes en el cielo durante el atardecer, creando esos hermosos colores cálidos. Este fenómeno también se conoce como dispersión de Rayleigh y es responsable de la variación de colores en el cielo en diferentes momentos del día.

Cuando observamos una puesta de sol en un día con calima, el enrojecimiento es incluso más evidente, puesto que las partículas que forman la calima dispersan la luz azul de manera muy efectiva.

Precioso atardecer

Eso es lo que ha ocurrido este sábado en Barcelona, cuando al ponerse el sol, en torno a las 17.30 horas, se ha producido el bello espectáculo que el meteorólogo Alfons Puertas ha captado desde el Observatori Fabra, un enclave privilegiado desde el que se observa toda la ciudad de Barcelona.

Puertas es un meteorólogo que suele realizar bellas fotos desde su privilegiada situación. Esta misma semana fotografió la sierra de Tramontana de Mallorca, una curiosa imagen que suele ser habitual, sobre todo durante los meses de otoño e invierno, cuando las condiciones meteorológicas permiten 'salvar' la distancia (200 kilómetros) y 'acercar' la isla balear a Barcelona.