20 millones para prevenir incendios en los bosques catalanes: Endesa presenta en Terrassa su plan para proteger la red eléctrica

El cambio climático y el consiguiente aumento de temperaturas se sitúa en las puertas del verano sin una previsión clara de fuertes precipitaciones, a diferencia de las del pasado junio. Este escenario ha encendido las alarmas en Endesa, la compañía energética con la mayor cantidad de líneas eléctricas en Catalunya, con un total de 99,734 km que cubren el 95% de la red eléctrica catalana. El 53% (52.628 km) de la infraestructura eléctrica son líneas aéreas de Endesa, es decir, aquellas que están expuestas a zonas de bosques y vegetación (20%), lo que las hace más vulnerables a incendios forestales.

Para garantizar la seguridad de la red eléctrica que atraviesa zonas forestales, Endesa destinará un total de 20 millones de euros en la campaña de verano de este 2024, que tiene como objetivo de proteger el medio natural y salvaguardar los bosques de Catalunya. Un presupuesto ligeramente superior al de los dos últimos años; a modo de ejemplo, en 2023 se invirtieron 17,3 millones de euros. El plan anual lo ha presentado, este martes 16 de abril, el responsable de la red de alta tensión de Endesa en Catalunya, Francesc López, al norte de Terrassa, cocapital del Vallès Occidental. De hecho, en la comarca vallesana Endesa destina 1,2 millones de euros para proteger sus bosques, la gran mayoría ubicados en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac. López ha destacado el "esfuerzo inversor" y ha manifestado una preocupación del contexto actual: "Este año la zona forestal nos preocupa especialmente, dado que se encuentra más seca. Es un año de alto riesgo de incendio, y estamos coordinando la situación con los Agentes Rurales", ha detallado ante los medios de comunicación.

Por este motivo, esta campaña se centra en la limpieza y cuidado de la masa forestal que rodea la red eléctrica. Algo a lo que se suma a otros recursos habituales, ya consolidados, como el uso de helicópteros, drones y el I+D para realizar termografías y grabaciones en alta definición, así como inspecciones visuales mediante la implementación de nuevas tecnologías.

El control aéreo se complementa con inspecciones a pie de línea, utilizando herramientas de corte y poda selectiva de árboles y arbustos que crecen alrededor de las torres y el cableado para minimizar el riesgo de incendio. Además, explican desde la compañía que cada tres años se realiza de forma exhaustiva el escaneo láser del 100% de las líneas aéreas de alta tensión, utilizando una combinación de tecnología GPS y sensores láser.

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A pie de línea: tala y poda

La compañía eléctrica destaca que una de las tareas "esenciales" del plan es la tala y poda selectiva de la masa forestal (árboles, sotobosque y arbustos) que crece en torno a las líneas eléctricas, para respetar el espacio estipulado por la administración entre el bosque y los cables más cercanos. Este trabajo se realiza en colaboración con agentes del territorio, como Bombers, Agentes Rurales y Parques Naturales de Catalunya. ADF d’Osona ha introducido innovaciones como un casco multifuncional con medidas preventivas y un sistema de protección auditivo con tecnología Bluetooth para una mejor comunicación entre los trabajadores. Además, explican desde la compañía, han adquirido una camioneta eléctrica para reducir las emisiones y contribuir a la protección del medio ambiente.

Para estos trabajos, y una novedad de este 2024, se ha implementado un brazalete contra el golpe de calor para proteger la salud de los trabajadores, el cual evalúa las condiciones físicas y alerta en caso de riesgo.

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Vigilancia aérea: helicópteros y drones

Desde el año pasado, Endesa ha incorporado en sus planes las inspecciones con helicópteros y drones, durante todo el año, en Catalunya, recorriendo los casi cien mil kilómetros de líneas eléctricas aéreas de alta, media y baja tensión, así como otras infraestructuras importantes como las subestaciones, al menos una vez al año.

Estas inspecciones incluyen el uso de cámaras termográficas y grabación de vídeos en alta definición para una posterior revisión detallada. Además, se está implementando un procesamiento de la información cada vez más automatizado.

De cara el futuro, es decir, el siguiente paso en estas inspecciones, tanto termográficas como visuales, es el "aprendizaje profundo, donde un software revisa las imágenes y videos obtenidos para identificar automáticamente los elementos y su estado", explica López quien asegura que este mecanismo permitirá una detección más precisa de posibles problemas.

Las inspecciones termográficas implican sobrevolar las líneas eléctricas con un helicóptero equipado con una cámara de infrarrojos para detectar puntos calientes, indicativos de posibles fallos en el cableado debido a la acción de factores ambientales adversos por si se detecta alguna anomalía, se registra su ubicación para una reparación rápida.

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