Testimonios en primera persona

La nueva B-40 satisface a los conductores del Vallès: "Ahorramos tiempo y gasolina"

Los egarenses critican la falta de conexión de esta nueva carretera con la salida de Roc Blanc (Terrassa)

CONTEXTO | Estreno del nuevo tramo de la B-40: qué implicaciones tiene para el Vallès y la Catalunya central

Maite Hurtado (52 años), Alberto Marinetvi (32 años) y Juan Sánchez (50 años) cerca de la estación del Nort de Terrassa

Maite Hurtado (52 años), Alberto Marinetvi (32 años) y Juan Sánchez (50 años) cerca de la estación del Nort de Terrassa / EPC

Clàudia Mas

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No solamente Google Maps ha posicionado la nueva carretera B-40 como la mejor ruta para ir del Vallès Occidental hacia el Baix Llobregat, sino que también lo han hecho muchos vallesanos. La nueva vía ha logrado una muy buena acogida por parte de los residentes sobre todo de Terrassa, cocapital de comarca y municipio vallesano más afectado ante la apertura de la nueva carretera. En menos de dos semanas, la B-40 se ha erigido como la opción más eficiente para aquellos conductores que se desplazan desde la gran ciudad catalana hasta el Baix Llobregat Nord.

Este es el sentir mayoritario de las opiniones recabadas por EL PERIÓDICO entre los usuarios de la nueva infraestructura, de 6,1 kilómetros de longitud y que ha sido durante años una reivindicación histórica tras casi dos décadas en obras. La perforación de los túneles de Olesa de Montserrat, de 1.200 metros de longitud, ha representado la parte más compleja de este tramo, cuya finalización vertebra ambas comarcas con una ruta total de 13 kilómetros. Se trata de una de las obras de infraestructuras que ha acumulado más retrasos en Catalunya.

Hace justo quince días desde que los conductores más curiosos estrenaron la nueva carretera. Es el caso de Miquel Gómez (31 años): “Teníamos muchas ganas de ver la nueva vía, básicamente para saber por dónde pasaba, conocer el paisaje y saber cuánto tiempo ganaríamos en nuestro recorrido habitual”.

Gómez explica que fue junto a su pareja a probar la B-40 y desde entonces “no hemos parado de utilizarla”. De hecho, esta no es una frase dicha al azar, ya que la utiliza diariamente. Trabaja como docente en un instituto de Abrera y ha ganado 15 minutos diarios en su trayecto: “Cada semana gano 150 minutos, algo que se traduce en dos horas y media”. Además, explica que no solamente ha ganado tiempo de calidad, sino que también economizará el viaje: “Haré cálculos a final de mes para saber cuánto me he ahorrado”, bromea con una sonrisa en la boca. 

La relación de Alberto Marinetvi (32 años), otro usuario entrevistado, con la B-40 es más curiosa. La ruta no la utiliza de forma diaria. La usa aproximadamente cada dos semanas, para ir de una gasolinera de confianza a Viladecavalls: “He ganado diez minutos, así que me sale más rentable que nunca ir expresamente a este establecimiento”. "Es una maravilla", comenta.

Aroa Serrano (23 años) en la Estación del Nord de Terrassa

Aroa Serrano (23 años) en la Estación del Nord de Terrassa / Manu Mitru

“Falta abrir la salida de Roc Blanc”

Aunque por lo general los usuarios están satisfechos con la nueva apertura, los más críticos aseguran que “faltan aún conexiones para que la B-40 actúe como ronda de Terrassa”. Así se pronuncia Núria Chamorro (48 años), quien asegura que sería necesaria la apertura de Roc Blanc: “Si no, tenemos que dar toda la vuelta hacia la carretera de Rellinars para poder coger la B-40”, algo que le supone entre unos cinco y ocho minutos de trayecto. Se trata de un enlace con el que no tiene conexión el nuevo tramo de vía; tampoco lo tiene con la sierra de las Aymerigues.

Por su parte, Maite Hurtado (52 años) y su madre, Isabel Soriano (75 años), critican que la ruta "no es demasiada clara, las letras son muy pequeñas", aquejan ambas. De todos modos, "de aquí poco nos la sabremos de memoria" y todo serán ventajas: "Realmente, hemos ganado diez minutos para ir a Manresa".

Isabel Soriano (75 años) acompañó a su hija a probar la B-40 para ir a Manresa

Isabel Soriano (75 años) acompañó a su hija a probar la B-40 para ir a Manresa / Manu Mitru

Críticas ecologistas

El debate ecologista, sin embargo, no parece preocupar mucho a los ciudadanos del Vallès consultados por este diario. “Si no podemos excavar montañas, no deberíamos tener ni una sola carretera”, expresa Chamorro. "Necesitamos conexiones y, sobre todo, avances”, exclama Aroa Serrano (23 años), quien utiliza la nueva carretera para ir hacia Manresa

Durante los años de proyección de la nueva vía nació la Campaña Contra el Quart Cinturó (CCQC), opuesta a la nueva infraestructura por razones ecologistas. La B-40 es conocida popularmente como Quart Cinturó de Barcelona, ya que pretendía vertebrase como un cuarto anillo más alejado de la ciudad condal, que nacía en el Penedès y moría en el Vallès Oriental. Pero ya inicialmente las administraciones descartaron estos dos tramos para reducir el impacto en el territorio, algo que reivindica justamente CCQC.  

Los ecologistas defienden que se tendrían que priorizar los espacios naturales, agrícolas y urbanos del Vallès, que, según señalan, son los que dan calidad a las ciudades y pueblos de la comarca. “Las comarcas del Baix Llobregat, el Penedès y el Vallès han sufrido las consecuencias de un planeamiento territorial con visión barcelonesa, que ha provocado que se menosprecie el fuerte impacto y la gran pérdida de calidad que supone la construcción de la B-40”, queda plasmado en un comunicado firmado por la campaña Contra el Quart Cinturó.

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