Renovación del monasterio

La Mola carecerá de restaurante durante al menos dos años mientras se debate su futuro

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El restaurante La Mola se encuentra en un antiguo monasterio situado en la cima de la montaña más alta del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y el Obac

El restaurante La Mola se encuentra en un antiguo monasterio situado en la cima de la montaña más alta del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y el Obac / ACN

Clàudia Mas

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Hasta el 2026. Esta es la fecha en qué la Diputación de Barcelona (DIBA) estima que los servicios (aún por definir) del monasterio romántico -ubicado en la cima de la Mola (1.104 metros de altitud)- entren de nuevo en funcionamiento tras el cierre del actual restaurante. Este se efectuará el próximo 22 de enero, con los siguientes diez meses de margen para vaciar el local.

Así, el famoso monasterio del siglo X de la montaña vallesana no ofrecerá servicios de restauración durante los próximos dos años, como mínimo. Este se sumergirá en un proceso de renovación, con una inversión aún no definida, tal y como afirman fuentes de la Diputación. 

De todos modos, matizan que su voluntad es que entre el 2024 y el 2025 se desplieguen paulatinamente otras actuaciones, todas paralelas a la posible apertura de un restaurante. A modo de ejemplo, algunos servicios que podría acoger la cima, símbolo de Terrassa, serían la difusión de la información del patrimonio o visitas al monasterio, considerado un Bien de Interés Cultural de Interés Nacional (BCIN).

La actual propietaria del restaurante, Gemma Gimferrer, asegura a este diario que tiene conocimiento de que se establecerá un control permanente con cámaras de videovigilancia y que solo se podrán hacer las visitas dentro del monasterio los fines de semana. 

El futuro, sin definir

De todos modos, la DIBA ha puesto encima de la mesa un calendario sin determinar cómo será el servicio que se llevarán a cabo, que tiene que pasar por un consenso entre la Diputación, la Generalitat y el Ayuntamiento de Matadepera (responsable de la licencia de actividades).

La DIBA también quiere involucrar a múltiples ayuntamientos del Vallès y entidades adscritas a la Comissió Consultiva del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac para que puedan aportar su visión, una propuesta ya en marcha.

Gimferrer manifiesta que tiene una “pésima sensación” e imagina el futuro de la Mola terminará como el del monasterio de Sant Miquel del Fai, el cual estuvo cerrado durante cinco años por la realización de obras por parte de la DIBA: “Han terminado con máquinas expendedoras de comida envasada, que es lo que les sale más rentable”. 

El debate que gira en torno al futuro del restaurante de la Mola ha estado en boca de todos en los últimos meses. Este forma parte del imaginario de excursionistas, deportistas, vecinos e, incluso, gourmets que se han preguntado qué pasará con el restaurante o con sus actuales propietarios, quienes llevan 57 años en activo, pero que tendrán que cerrar las puertas de forma inminente, ya que el contrato es improrrogable.

Cabe recordar que la actual concesión de La Mola hace referencia a tres aspectos: en primer lugar, el conocido servicio de restauración, en segundo lugar, la divulgación cultural; y, finalmente, la educación medioambiental.

El diputado y presidente del Área de Acción Climática de la DIBA, Xesco Gomar, aseguró en rueda de prensa el pasado 30 de noviembre, que a día de hoy las prioridades de la Diputación son las dos últimas: la preservación del espacio natural y la propagación del antiguo monasterio del siglo X, considerado un Bien de Interés Cultural de Interés Nacional.