Tenis

Martín Landaluce, campeón júnior en el Abierto de EEUU

El madrileño de 16 años, con el tenis en el ADN, toma el relevo a Daniel Rincón y Javier Sánchez Vicario

"Tengo bastante claro cómo va esto y estoy dispuesto a pagar por ello", dice sobre las exigencias del deporte

Landaluce, en un partido del US Open.

Landaluce, en un partido del US Open. / EP

Idoya Noain

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El mismo año en que Carlos Alcaraz se ha confirmado en Nueva York como el presente del tenis, otro adolescente español, Martín Landaluce, ha plantado también su semilla en Flushing Meadows alimentando más esperanzas de futuro. El madrileño de 16 años se ha alzado con el título de campeón júnior del Abierto de Estados Unidos, que ya consiguió el año pasado Daniel Rincón y en 1994 Javier Sánchez Vicario.

En su penúltimo encuentro en Nueva York Landaluce había batido con contundencia al número 1, Dani Vallejo. Y ha necesitado este sábado tres sets en su final contra el belga Gilles Arnaud Bailly, al que ya había ganado a la semifinal en Wimbledon, pero con el triunfo ha obtenido su recompensa “Confío bastante en mí y me gustan mucho los retos, enfrentar cosas difíciles”, explicaba la víspera con un grupo de periodistas españoles.

Tenis en el ADN

Landaluce lleva el tenis en su ADN. Su padre, Alejandro, que fue su su coach hasta que entró en la Federación de Madrid, también juega a tenis y su hermano y su hermana ya han llegado con la raqueta a becas en universidades estadounidenses. Cuenta que cogió la raqueta a los tres años y desde pequeño cogió “pasión” por el deporte. A los 10 u 11 años empezaron a llegar los torneos, fue cogiendo nivel y mejorando. Y en 2020 empezó a trabajar con Oscar Burrieza y con Esteban Carrill, y con Javier Bustos como fisio.

“Mi estilo es bastante agresivo, me gusta estar dentro de la línea, ser yo el que dirige el juego, el que manda, jugar rápido, hacer daño, jugar a pocos tiros”, explica sobre su juego el tenista, un metro noventa y uno, y con un pelo rubio y ojos azules que le alejan de la imagen típica española.

Trabajo y planes

El plan para Landaluce ahora es que Nueva York sea uno de sus últimos torneos como júnior, entrar en futures y a los 18 tomar la decisión de si hacerse profesional o meterse en una universidad.

En una conversación en la que explicaba que de ser admirador y seguidor de Alexander Zverev ha pasado a mirarse más en el espejo de Alcaraz (con quien comparte a Albert Molina como mánager y con quien ha entrenado en algunas ocasiones), cuenta el proceso y el trabajo. Entrena dos dos o tres horas al día y luego hace una hora y media más de físico. Luego descansa uno o dos días a la semana, o a veces ninguno, dependiendo de cómo esté su cuerpo. “Vacaciones tampoco tengo muchas pero y cuando vuelvo de un torneo suelo descansar dos o tres días más o menos y vuelvo a empezar con lo mismo”, dice.

A la vez, el adolescente que adora escuchar todo tipo de música (aunque “de clásica un poco menos”), a quien lo que más le gusta es “salir con amigos y pasar tiempo con la familia”, sigue con sus estudios, y empieza ahora dos años de bachillerato online que espera acabar.

Si da el paso al tenis profesional sabe que tendrá que pagar un peaje, pero lo asume. “Llevo años ya sacrificando algunas quedadas, cumpleaños, de todo, y lo tengo bastante claro cómo va esto. Estoy dispuesto a pagar por ello”.