Nadal se lleva un buen susto antes de enfrentarse a Ferrer

Uno se siente liberado en el camino de su despedida, el otro está intranquilo y ansioso por recuperar las mejores dinámicas de su juego. David Ferrer y Rafael Nadal se citan hoy en la central del Reial Club Tennis Barcelona con sensaciones muy diferentes.

Ferrer llega a los octavos de final pletórico después de superar las dos primera rondas cediendo solo ocho juegos tras deshacerse ayer del francés Lucas Pouille (6-3, 6-1). Nadal lo hace con muchas dudas y tras sufrir un susto en su estreno en el Barcelona Open Banc Sabadell en el que el argentino Leonardo Mayer le tuvo contra las cuerdas antes de ceder la victoria por 6-7 (7-9), 6-4 y 6-2, tras 2 horas y 49 minutos de batalla por evitar una sorprendente eliminación.

Ferrer afronta la penúltima batalla, feliz y tranquilo. “Sin pensar de más, las cosas salen mejor”, decía. Tras anunciar su retirada se ha quitado un peso de encima. Ahora disfruta en la pista. Nadie diría que está a dos pasos de su jubilación tenística viéndole jugar. Todo lo contrario que Nadal.

“Jugar con Rafa es un regalo”, decía Ferrer que afrontará  el partido más libre que nunca haya jugado de los 31 que han disputado ambos desde que se enfrentaron por primera vez en el 2003, sobre la hierba de Stuttgart, con victoria para el alicantino. Después, solo ha podido ganarle cinco veces más, la última en el 2014 en cuartos de Montecarlo (6-3, 6-2).

Volver a ganar a Nadal le sigue pareciendo complicado. “No sueño en ganar el Godó, ni tengo expectativas de nada”, advertía Ferrer. Conoce perfectamente a Nadal. El mallorquín es el campeón, ha ganado 11 veces el título y le ha ganado la final cuatro veces (2008, 2009, 2011 y 2012.

Primer set cedido desde el 2015

Nadal no lo tenía tan claro visto su estreno ante Mayer. Por primera vez cedió un set en Barcelona en los 15 últimos partidos desde que cayó en octavos del 2015 ante el italiano Fabio Fognini, el mismo hombre que la semana pasada le eliminó en las semifinales de Montecarlo y que, este miércoles anunció su baja en Barcelona por problemas musculares.

“Será un partido especial con un muy buen amigo. Veremos que pasa mañana. David juega sin presión. Sabe que es lo último de lo último y juega más alegre y despreocupado. Si quiero ganarle debo mejorar bastante”, analizó. El número 2 mundial admitía que no estaba “en el mejor momento” y que ante Mayer estuvo “flojo”.  “La realidad es esta, lo único positivo de hoy ha sido la capacidad de aguantar y la actitud para acabar ganando el partido”.

En otro momento, aún jugando a medio gas, Nadal no habría dejado escapar un 5-3 en la primera manga y un ‘set ball’ con 5-4 y otros dos más en el ‘tie break’ para acabar entregándolo a Mayer que, en cinco enfrentamientos anteriores nunca le había ganado un set."No ha sido lo que esperábamos, demasiados fallos", reconocía Carlos Moyà. 

Nadal solo se sentía satisfecho de haber evitado el KO. En la sala de prensa intentaba analizar la situación que está viviendo en su retorno a la competición tras los problemas en la rodilla derecha que le hicieron abandonar en las semifinales de Indian Wells.

"No creo en varitas mágicas. Hay que aceptar que no estoy en el mejor momento. Tengo la esperanza de que encontaré el camino de jugar bien"

Rafael Nadal

— Número 2 mundial

“Tengo la esperanza y la confianza de que volveré a encontrar el camino de jugar bien, aunque no creo en varitas mágicas. El camino debe ser pausado,  no se pueden subir los escalones de cinco en cinco. Llevo 18 meses que subo algunos escalones y luego vuelvo a bajar por motivos físicos. Ojalá pueda subir la escalera. Necesito subirla y para eso debo recuperar la esencia de cada escalón”, decía con una gorra naranja calada hasta las cejas.

Nadal negó, de todas formas, estar preocupado por la situación. “llevamos tiempos complicados. Hay que aceptarlo. No estoy en el mejor momento. Vuelvo a salir de un problema físico y eso afecta a nivel tenístico y mental”, decía.

En esos 18 meses, desde el Abierto de Australia en el que se retiró en el quinto set con Marin Cilic,  Nadal ha estado subido a una montaña rusa en la que ha compaginado éxitos con los problemas físicos que han roto la continuidad que necesita su tenis. Pisar de nuevo la tierra le debía permitir un respiro aunque de momento no ha empezado como quería. Hoy le esperará en octavos David Ferrer y Nadal es el primero en saber que deberá estar más acertado si quiere seguir subiendo escaleras.