Paleoclimatología

Las plagas más antiguas podrían haber alterado la atmósfera de la Tierra

Los investigadores no logran comprender en profundidad algunos descensos muy pronunciados

Burbujas de aire en el hielo antártico.

Burbujas de aire en el hielo antártico. / Crédito: Tomás Bauska.

Pablo Javier Piacente

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Los científicos han descubierto en el hielo de la Antártida un vínculo extraño entre los niveles pasados de dióxido de carbono atmosférico y pandemias globales que duraron siglos, causadas por plagas que en algunos casos siguen siendo hoy una amenaza. Por ejemplo, sugieren que la fuerte disminución en la población global causada por las enfermedades que dominaron el mundo luego de la conquista de América derivó en una caída del dióxido de carbono atmosférico, modificando la atmósfera terrestre. Sin embargo, creen posible que algún evento climático o ambiental desconocido también pueda haber influido.

Los registros de dióxido de carbono (CO2) que se pueden obtener de los núcleos de hielo de la Antártida, a lo largo de los últimos 2.000 años, proporcionan un contexto informativo de valor para comprender el aumento antropogénico sin precedentes del CO2 atmosférico, junto a conocimientos de importancia sobre la dinámica del ciclo global del carbono en nuestro planeta.

Sin embargo, la historia atmosférica del dióxido de carbono sigue siendo algo incierta en algunos intervalos de tiempo: variaciones que no pueden explicarse en profundidad en determinados períodos o ausencia de datos firmes en otros generan dudas y debates intensos en la comunidad científica internacional.

Buscando nuevos datos

En un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature Communications, un grupo de científicos liderado por la paleoclimatóloga Amy King, del British Antarctic Survey, midió los niveles de CO2 en un núcleo de hielo conocido como Skytrain Ice Rise, que fue perforado entre 2018 y 2019 desde el borde de la capa de hielo de la Antártida Occidental.  

El objetivo era precisamente intentar hallar nueva información para superar las dudas existentes sobre bruscos descensos en los niveles de dióxido de carbono atmosférico en ciertos momentos de la historia. En función de esto, los investigadores presentaron mediciones de CO2 y metano (CH4) en el núcleo de hielo mencionado, en un período que abarca desde 1450 hasta 1700 d. C.

De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert, se seleccionó el núcleo Skytrain Ice Rise para realizar las mediciones debido a que los datos obtenidos en otros dos sectores, Law Dome y WAIS Divide, no permitieron llegar a un acuerdo sobre las causas de las variaciones en los niveles de dióxido de carbono atmosférico.

Plagas y reducción del CO2 atmosférico

Ahora, los nuevos datos corroboran los escenarios modelados previamente de reorganización a gran escala del uso de la tierra en las Américas después del contacto entre el Nuevo y el Viejo Mundo. En otras palabras, la rápida disminución en los niveles de CO2 en el período analizado, en concreto durante un ciclo de 90 años que alcanza su punto máximo en 1610 d. C., se encuentra directamente relacionada con el impacto de las plagas derivadas de la conquista de América, iniciada sobre fines del siglo XV y potenciada a lo largo del siglo XVI.

Tanto para los pueblos americanos como para la población europea, el violento “encuentro” entre Europa y América significó la propagación de plagas y enfermedades de fuerte impacto, que generaron pandemias y diezmaron a la población mundial. Esos intensos cambios dejaron su huella en los niveles de dióxido de carbono atmosférico: hoy los científicos pueden “leerlos” en los registros analizados en el hielo antártico.

En concreto, la investigación ha comprobado una disminución gradual de CO2 de 0,5 ppm (partes por millón) por década desde 1516 hasta 1670 d. C. A pesar de esto, una pronunciada reducción de CO2 en 1610 d. C. es incompatible incluso con los escenarios de cambio de uso de la tierra más extremos, según los científicos. Los especialistas creen que en ese momento puede haber influido algún tipo de evento ambiental o climático por el momento desconocido, y que deberá ser el centro de futuras investigaciones.

Referencia

Reconciling ice core CO2 and land-use change following New World-Old World contact. Amy C. F. King, Thomas K. Bauska, Matthew B. Osman et al. Nature Communications (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-024-45894-9

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