Valeria Mazza: "Jamás ocultaría mi edad, porque tengo cada año muy bien vivido y disfrutado"

Fue una de las 'tops' de los años 90, esa época dorada de las modelos internacionales que brillaban como las estrellas de Hollywood, pero, lejos de la sofisticación, siempre destacó por su frescura y naturalidad. Tras esa etapa, Valeria Mazza (Rosario, Argentina, 1972) ha desarrollado en su país una carrera como presentadora y creado su propia marca. Pero, cumplidos los 50, decidió volver a la tele. Tras una breve aparición en la pasada edición de 'Mask singer' (Antena 3), escondida tras la máscara de Matrioska, Mazza copresenta ahora, con Jesús Vázquez, el concurso 'Bailando con las estrellas' (Telecinco), que el sábado 13 celebra su apasionate y polémica final.

‘Bailando con las estrellas’ ha supuesto su vuelta a la tele española y se le ve en su salsa.

Me encuentro divertida, muy cómoda. Tenía muchas ganas de hacer televisión Acercándome a mis 50 años –aunque no soy de hacer mucho balance– conversé con Alejandro, mi marido, sobre qué era lo que nos gustaría hacer. Y le dije que hacer tele. Entonces hicimos un documental, Valeria Mazza, un sueño dorado, que presentamos el año pasado con Paramount+, sobre cómo habíamos llegado hasta aquí en lo profesional y en lo personal. Fueron casi dos años de trabajo. Y buscando, buscando, buscando, aparece el ‘Bailando’. Me ha quedado en verso. Y aquí estamos. Mi hijo mayor, Baltasar, lleva un año viviendo en Madrid, así que puedo estar unos meses más cerca de él. Además es un formato que me gusta mucho. Me gusta el entretenimiento, la gente... 

Pero cuando está tan tranquila charlando con los concursantes, viene Jesús Vázquez a cortarla porque no hay tiempo. 

Los tiempos son tremendos. Pero me gusta el directo, porque le da una adrenalina especial. Y para el que está en casa mirando es una cuota de realidad. Que hoy se valora mucho la autenticidad. 

«Me gusta el directo en 'Bailando con las estrellas', porque le da una adrenalina especial»

¿Tiene un favorito? 

El formato tiene la cuota de baile y la de ‘reality’. Hay personajes que funcionan mejor en una faceta y otros en otra y otros en ambas. Yo leo los comentarios para ver qué piensa la gente y veo que los fanáticos del baile dicen para qué hablan tanto, que bailen más, y otros se enganchan con las historias: que si el beso, que si le dijo… Tenemos personajes muy interesantes y hay tres que claramente han demostrado que están para ganar. 

En estos programas se muestran mucho como personas. Usted lo ha hecho en su documental.

En la profesión de modelo la gente tiene una imagen tuya de las fotos o la pasarela. Pero la moda me fue abriendo puertas para ir haciendo otras cosas. Me ha gustado hacer televisión porque me ha dado la posibilidad de ser yo y darle contenido más real a esa imagen que tal vez la gente tenía de mí. Yo en este concurso soy más yo que nunca, me divierto y y me equivoco y confundo los nombres, que eso es algo muy Valeria. Y los voy conociendo. Mala, es amorosa, simpática y más abierta y después te chocas con un Adrián, que es como una cebolla difícil de pelar. El formato les da la posibilidad de demostrar otra faceta diferente por la que les conocen.   

Incluso celebró en el programasu cumpleaños, y dijo algo que es oro: que no nos importe cumplir años, que celebremos la vida. 

Sí. A mí me encanta festejar cada cumpleaños, porque para mí es festejar la vida. Jamás se me ocurriría ocultar la edad o mentir con ella, porque me parece que cada año lo tengo muy bien vivido y disfrutado. Y estoy muy orgullosa de todo lo que he construido, de todo lo que he hecho y de la mujer que soy hoy con mis 52 años. No tengo nada que esconder. Además, cuando era chica pensaba que una mujer de 50 era como ¡wow, cuánto! Y hoy al llegar a los 50 me siento plena, con muchas ganas y con mucha energía. Me siento este feliz en el momento en el que estoy porque de niña nunca soñé con estar en la tele ni ser famosa, sino con tener una familia, porque era lo único que tenía claro: que quería ser mamá. Y soñaba con ser maestra o con trabajar con personas con discapacidad. Cuando me mudé a Buenos Aires para empezar a trabajar en la moda, estudié terapia ocupacional, y esa es mi vocación.

¿La belleza puede servir para luego lograr lo que uno sueña con hacer? 

 La moda me dio, a través de popularidad, la posibilidad de ayudar en diferentes causas y volver siempre a mi vocación. Y también he podido construir esa familia que siempre soñ. Estoy en un momento realmente de oro de mi vida en el cual me puedo dar el lujo de elegir los trabajos que hago y hoy ya con mis hijos mayores puedo decir que me voy tres o cuatro meses a España y hago este programa que me divierte y me encanta. Además hacía mucho tiempo que no estaba aquí en televisión y poder volver y mostrarme. La verdad que me cierra por todos lados el celebrar la vida.  

«En el concurso de Telecinco me divierto y confundo los nombres, que es algo muy Valeria»

Dirige un programa relacionado con la moda en la Universidad de Palermo.  

 Sí. Hace 10 años iniciamos un curso de imagen personal para chicas que querían ser modelos, pero nos sorprendió porque no solo se apuntaron ellas, sino mujeres de todas las edades e incluso hombres. Funcionaba muy bien y hace cuatro años creamos la carrera de Comunicación de moda. Yo no estoy ahí dando clases todos los días, pero voy tres o cuatro veces al año porque me gusta transmitir mi experiencia. En este mundo de hoy lo que más ha cambiado en el mundo de la moda tiene que ver con cómo ha cambiado la comunicación. En mi época la moda era para unos pocos que tenían la posibilidad de sentarse a ver un desfile. Ahora desde cualquier lugar del mundo desde tu casa puedes ver un desfile en vivo.  

Valeria Mazza es también una marca. 

En 1998 presentamos el primer perfume y este octubre, uno nuevo. Y tengo en España gafas, mi línea de accesorios... No soy diseñadora, pero Inspiro de alguna manera a crear algo que tiene que ver conmigo. Y me gusta poder compartir algo de mi mundo a través de las creaciones. En cambio el mundo de la actuación nunca me interesó. Alejandro ha ido apoyando mis sueños: la carrera, el deseo de la familia, crear una marca, la tele.... Uno tiene que tener sueños y trabajar mucho. Porque desde la cama o el sofá no se consigue nada. La suerte es cuando se combina la preparación con la oportunidad. 

¿Seguirá trabajando en España?

Me gustaría volver a hacer tele aquí o en Italia. Siempre digo, un poco en broma un poco de verdad, que somos como gitanos. Dejé mi casa con 17 años y me fui a Buenos Aires, y con 18 me fui a Europa y luego a EEUU. Y volví a Argentina para poner la base allí en 2005, cuando nació mi tercer hijo, pero siempre nos seguimos moviendo y viajando. Nuestra casa es el mundo, aunque tenemos las raíces en Argentina.