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La crítica de Monegal: Frente a Feijóo, ‘La Hora de Silvia’

TVE1 La Hora de La 1 Feijóo 1

TVE1 La Hora de La 1 Feijóo 1 / RTVE

Ferran Monegal

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El momento televisivo del día ha ocurrido en ‘La Hora de La 1’ (TVE) cuando los periodistas Silvia Intxaurrondo y Marc Sala estaban entrevistando a Feijóo. Se le preguntó al líder del PP si se comprometía a que las pensiones se van a ir revalorizando según el IPC. Feijóo contestó, rotundo: «Siempre lo hemos hecho. Nuestro partido nunca dejó de revalorizar las pensiones según el IPC».

Y entonces Silvia, muy educadamente y con elegante firmeza, puntualizó: «No es correcto, señor Feijóo. No lo hicieron ni en 2012, ni en 2013, ni en el año 2017». Y en vista de que Feijóo no rectificaba, y se empecinaba en impulsar su dato erróneo, Silvia concluyó: «Mis datos son correctos señor Feijóo. Ni en 2012, ni en 2013, ni en 2017». ¡Ah! A partir de aquí, el eco de este lance ha corrido imparable por la red, y ha tenido reflejo en los informativos, que yo haya podido controlar, en el ‘Telediario’ de las 15 horas (TVE1), en ‘La Sexta Notícias’, y en TV-3 en su ‘Telenotícies migdia’. El dato de Feijóo era falso, en efecto. Era incorrecto. Como luego ha reconocido, a su manera, el propio Feijóo en un tuit.

Pero aquí lo relevante, lo meditable, lo que deberíamos reflexionar, es por qué lo que ha hecho Silvia Intxaurrondo en ‘La Hora de La 1’ ha sido considerado una gran noticia. No debería serlo. Lo que ha hecho Silvia es simplemente periodismo. Pero su actitud, señalando el dato falso del político, y corrigiéndolo, no es habitual en nuestros días. Ya hace tiempo que en muchas entrevistas políticas vemos que se trata de servir en bandeja unos temas para que el político se explaye y lance sus afirmaciones –no importa que sean verdad o mentira– mientras que quien entrevista se va tragando con toda naturalidad aquellas ruedas de molino. Ni una repregunta. Ni una corrección. Ni un salir al paso ante afirmaciones inverosímiles.

Hoy los líderes políticos, y sus entornos de ‘agit prop’, califican los platós en dos grupos: los ‘territorio comanche’ y los ‘territorio amigo’. Vamos mal. Todo líder político que penetra en un plató, el que sea, debería tener la certeza de que va, siempre, a ‘territorio comanche’ y no a un jacuzzi. Y como eso, lamentablemente, no es así, resulta que ese instante de ‘La Hora de La 1’ ha sido elevado a categoría de noticia. En realidad ha sido ‘La Hora de Silvia’. Su valentía corrigiendo al candidato es hoy una rareza periodística.

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