Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Desde la propia TV-3 dicen: todos fuera y partir de cero

Joel Díaz, en Zona Franca

Joel Díaz, en Zona Franca

Ferran Monegal

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Estaba entrevistando Joel Díaz a Jair Dominguez en el programa ‘Zona Franca’ (TV-3), cuando de pronto Díaz le advirtió: «Tú dijiste en cierta ocasión que TV-3 debería despedir a todo el mundo y comenzar de cero. ¿Sigues pensando así?». Y Jair contestó: «Lo dije, y no era una frase sacada fuera de contexto. Lo dije para que quien se sintiera aludido se indignase y dijera: ‘Llevo años aquí sin hacer nada y quizá sí que deberían despedirme’. O sea, lo que yo buscaba era despertar la honestidad del funcionario».

¡Ahh! Ha sido un momento televisivo excepcional, interesantísimo y de una estimable e insólita rareza. Que una de las estrellitas más impulsadas y beneficiadas durante estos últimos años por la propia TV-3 diga de la cadena, y desde la propia cadena, que lo que hay que hacer es despedirlos a todos y comenzar de cero, me parece tan revolucionario como sorprendente. Y añadir que lo que pretende es despertar la honestidad de los ‘funcionarios’ que llevan años sin pegar ni golpe apalancados en ‘la seva’, es tan insótito y superlativo que merecería ser noticia de apertura en los ‘Telenotícies’.

Jair Domínguez se ha labrado un perfil televisivo muy curioso. Algunos lo han llamado el ‘enfant terrible’ de TV-3. Discrepo. Lo que ha conseguido –aupado por esa TV-3 ‘cheerleader’ procesista– es convertirse en una especie de escopetero unidireccional, lanzando siempre perdigonadas de sal, y teñidas de pintura, con la boca del cañón de su espingarda apuntando hacia todo lo que parezca españolismo. La TV-3 de Sanchis le puso la trinchera, y él solo ha tenido que ir apretando el gatillo desde una confortable cobertura. Muchos otros, que entendieron enseguida que esa era la forma de prosperar en Sant Joan Despí, también le han imitado. Pero Jair siempre les ha superado en perspicacia, sal y puntería.

Este giro de escopeta de ahora en ‘Zona Franca’, apuntando al interior del propio artefacto que le cobija, es significativo. Quizá intuye que su trinchera peligra. Más de 2.500 criaturas conforman la Corpo, entre TV-3, CatRàdio, y algún otro ingenio añadido. Según Jair son ‘funcionarios’ que trabajan poco. Y advierte que deberían ser todos despedidos. Debería aclarar qué negociado desempeña él mismo en este colosal funcionariado. Lo de comenzar de cero es más peliagudo. Podría ocurrir que en pocos años volviesen a construir lo mismo.

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