La crítica de Monegal: La primera entrevista de Sánchez, a Tele 5

Es muy resaltable y meditable que la primera entrevista que ha dado Pedro Sánchez, tras la crisis y remodelación de su Gobierno, haya sido a los informativos de Tele 5. Bien mirado es lógico que no la haya dado a TVE, que sería lo suyo. Seguramente sus nuevos asesores le habrán advertido que con un 8,2% –es la cuota de pantalla de TVE en lo que llevamos de julio– frente a un 19,1 de Tele 5, pues que francamente no hay color. Visto así tienen razón. Pero las audiencias hay que saber analizarlas. Ahora lo que se lleva es valorar las franjas de influencia que acaparan más la atención. Y en cuanto a informativos, los de Antena 3 TV se llevan de calle a los de Tele 5.

Esa misma noche, con el Presidente en el plató, hicieron un 14.6% y concitaron la atención de un millón quinientas mil criaturas. A esa misma hora las Noticias de A-3 lograron un 20,4% de cuota y 2,2 millones de espectadores. Diferencia notable, sí. El arte de contentar a las cadenas privadas, y a la vez conseguir un rendimiento productivo, es un equilibrismo para los estrategas monclovitas.

Sobre el desarrollo de la entrevista, en casa nos ha gustado el tono de las preguntas de Pedro Piqueras. Y también su apoyatura gráfica en las pantallas del plató. Por ejemplo cuando le preguntó si habría cesado al ministro Alberto Garzón –después de lo que dijo de la carne– si no fuese un ministro de Podemos. ¡Ah! Sánchez tiró pelotas fuera («Todos los ministros lo son del Gobierno» es decir, no de partidos) pero mientras esto decía, Tele 5 puso en sus pantallas imágenes de una humilde vaca con las orejas gachas y la mirada triste. ¡Ah! Quién sabe si este animal sufre por aquello de «Un chuletón al punto es imbatible», frase que ha generado curiosas discrepancias en las tertulias televisivas.

El sábado en 'La Sexta noche', el periodista de 'La Marea' Antonio Maestre, dijo; «No le gusta al punto, le gusta sangrante» refiriéndose a las decapitaciones producidas. Precisamente sobre esta escabechina Piqueras le advirtió con retintín: «José Luis Ábalos se ha ido enfadado. Y el todopoderoso Iván Redondo dijo que estaba dispuesto a tirarse por un barranco por usted. ¿Qué ha pasado aquí?». Y Sánchez, escueto, contestó: «Las crisis de Gobierno siempre dan para mucha literatura». O sea, como diciendo: una cosa es dar mi primera entrevista a la privada Tele 5 y otra entrar en cotilleo, en plan culebrón turco.

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