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Álex González: "El Camino de Santiago te hace mejor persona"

Álex González, un mexicano en el Camino de Santiago

"Me pasaba las 24 horas hablando con acento mexicano", recuerda el actor sobre la preparación de su personaje en la serie de Amazon Prime Video

Álex González

Álex González / VALERO RIOJA

Marisa de Dios

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Quien vea '3 caminos' sin haber leído nada de la nueva serie de Amazon Prime Video se llevará una sorpresa cuando uno de los protagonistas, Álex González, abra la boca. El actor madrileño que triunfó con 'El Príncipe' y 'Vivir sin permiso' convence con su papel de bombero mexicano que busca redimirse emprendiendo la ruta jacobea, una experiencia que él todavía tiene pendiente, pero que está convencido que hará cuando la pandemia se lo permita. De momento, él sigue trabajando y ya está rodando junto a María Valverde ‘Somos canciones’, una película para Netflix basada en un libro de Elísabet Benavent.

¿Le chocó que le dieran el papel de mexicano? 

No le empecé a dar importancia hasta dos meses antes de comenzar a rodar, porque se me dan bien los acentos y confiaba en que no me daría problemas. Pero me di cuenta de que es muy difícil lograrlo si no quieres caer en el estereotipo. En esos dos meses estuve al cien por cien escuchando 'podcasts', viendo entrevistas, películas y series mexicanas. Comprendí que no es solo un acento, sino que te tienes que aproximar a él como un idioma, y todo influye: la cultura, la historia, la gastronomía...

¿No tuvo ayuda? 

Tuve un 'coach' y me ayudó una amiga actriz, Samantha López, incluso a reescribir el texto, porque hay tiempos verbales que cambian. Pero sobre todo fue estar obsesionado y convencerme a mí mismo de que era mexicano, así que me pasaba las 24 horas hablando con ese acento.

La serie se ha estrenado, curiosamente, cuando la pandemia no permite hacer el Camino de Santiago.

Me hacía ilusión participar en este proyecto para contar al público qué es el Camino, y en la situación que estamos ahora me parece más especial aún porque hay mucha gente que querrá hacerlo y no puede, y esta es una buena forma de asomarte a él. La serie no es un documental en el que vas a ver los paisajes, sino que hay algo muy especial, que es el factor humano, la amistad, los encuentros, la analogía con el camino de cada ser humano en la vida, que está muy bien reflejado.

Dice que no ha hecho el Camino, pero el rodaje de la serie le ha permitido vivir mínimamente esa experiencia. ¿Le ha cambiado, como aseguran muchos peregrinos que le pasa a quien vive esta aventura? 

Sí, el Camino te hace mejor persona. Estuvimos grabando seis meses, haciendo el recorrido desde Roncesvalles a Santiago y Finisterre, y encontré muchos momentos para la reflexión, la soledad y el silencio, sin nada que te distraiga. Ha sido maravilloso conectar con esa intimidad.

Su personaje, Roberto, experimenta una gran evolución y tiene poco que ver con los que había hecho hasta ahora. 

Estoy muy agradecido a la productora por haberme permitido explorar otro registro. También fue muy interesante darle visibilidad a una enfermedad que yo desconocía, la ELA.

¿Conoció a enfermos que han pasado por lo mismo que Roberto? 

Tuve la oportunidad de ir a un centro que hay en Madrid. Recuerdo el día que estuve allí. Cuando llegué, se paró la agenda y todo lo que tenía previsto para ese día. Te das cuenta de la suerte que tenemos de tener salud. Dicen que la ELA es una enfermedad rara, pero yo diría que es desconocida. Era un regalo y una responsabilidad poderle dar visibilidad.

¿En algún momento temió que le encasillaran en papeles de galán? 

Sí, pero no me importaba del todo... Al final tú, como actor, eres tu propia empresa, y si te ofrecen papeles de galán y tú dices que quieres hacer todo lo contrario en lugar de explotar las herramientas que tienes, es como que vas en tu contra. Uno de mis referentes es Matthew McConaughey y me encanta cómo ha llevado su carrera: de los 30 a loas 40 explotó la comedia romántica y luego, cuando ya tenía un nombre y quería ofrecer otra cosa a la industria, cambió de registro.

"Es la primera vez que mi personaje no cuenta una historia de amor"

Y usted ha cambiado ahora de registro con Roberto. 

Siento que este personaje me ha dado la oportunidad de hacer algo diferente. Es la primera vez que no cuento una historia de amor. Estoy muy contento de que el conflicto de Roberto en esta serie haya sido otro.

Durante el rodaje caminaban 15 o 20 kilómetros al día. No supondría un gran problema para usted, que hace triatlones... 

Sí, hago mucho deporte, pero es otro tipo de cansancio. Lo que voy a decir me va a dejar como un flojo: pedí que me pusieran la mochila lo más ligera posible, al contrario que mi compañera Anna [Schimrigk, la actriz alemana que interpreta a Jana]. Al final, pasábamos horas con la mochila colgada durante semanas y meses, y teníamos que ir al fisio porque te termina doliendo mucho la espalda. Así que cuando haga el Camino intentaré que sea verano, para poder llevar la menor carga posible.

Es todo un valiente lanzarse a hacer el Camino de Santiago siendo un actor tan conocido. 

Las cosas tienen la importancia que les quieras dar. ¿Qué puede pasar? ¿Que alguien me pida una foto? Me la haré encantado. Este tipo de cosas que yo recibo con muchísimo cariño y que yo mismo las he hecho con personas que admiro forman parte de algo que puede ser más superficial, y en el Camino de Santiago todo el mundo va con un propósito muy profundo y este tipo de cosas quedan en segundo plano.

Vamos, que en la caminata estás por otros temas...

El Camino te hace darte cuenta de lo que es importante y lo que no. Yo creo que todos emitimos una frecuencia, que no es la misma cuando estás enfadado o cuando estás alegre. Aunque empieces el Camino solo, vas conectando con otras personas porque vuestras frecuencias se atraen. Es curioso, pero hay miles de testimonios que hablan de que al final esa persona tenía un mensaje para ti o tú tenías un mensaje para ella, te das cuenta de que existía una unión y que no ha sido casualidad que terminéis caminando juntos.