TÚ Y YO SOMOS TRES

Morirás solo, aunque tengas la tele encendida

Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal. Morirás solo, aunque tengas la tele encendida

 La soledad de un jubilado japonés (TV-3). / periodico

Ferran Monegal

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Qué triste y desesperanzador documental el que nos acaba de ofrecer 30 minuts (TV-3). Morir en solitud se titula. Tres realizadores japoneses nos han enseñado lo que está ocurriendo en su país: cada vez aparecen más ancianas y ancianos, que viven solos, muertos en su domicilio, sin que nadie les haya echado en falta en días, semanas, meses, años incluso. Mientra dura su vida laboral, sus relaciones con el mundo son normales. En cuanto se jubilan, quedan desconectados. Se encierran. No se relacionan. Nos hablaron del caso de una persona que llevaba tres años muerta. Saltó la alarma por las moscas y el olor que salía de los respiraderos de su piso. Aquí también sabemos lo que es eso. Hace poco, en la Ciudad Lineal de Madrid, encontraron a una ciudadana momificada en su casa. Llevaba 15 años muerta. ¡Ah! Lo terrible no es que te mueras. Lo pavoroso es que nadie se haya enterado que has dejado de existir. O sea que mucho antes de morir ya eras socialmente un difunto. Salió un ingeniero japonés, jubilado, metido en su minúsculo pisito, que decía: «Sé que voy a morir solo. Ya me he hecho a la idea». Y volcado sobre un cuenco de rroz iba comiendo tristemente, taciturnamente, sin demostrar placer alguno, con sus palillos.

Nada nos han dicho en este documental de si ver la tele les ayuda a vivir lo que les queda de vida. Deberían haber incluido una investigación al respecto. Yo opino que la tele, vista en soledad, lo que hace es acortar la vida. El 25 de enero de 2006, en Londres, en un apartamento sobre el centro comercial Wood Green, fue hallado el cadáver de Joyce Carol Vincent. Llevaba tres años muerta. La encontraron en estado de descomposición, y con el televisor encendido. No ha trascendido qué canal estaba viendo. Nadie ha investigado si el programa que miraba fue la causa de su fallecimiento. ¿Le provocó la tele un ataque al corazón, o un insoportable tormento, que derivó en muerte súbita?

Lo que parece demostrado es que combinar soledad y televisión es peligrosísimo. Estar solo delante de tan potente artefacto de sugestión e hipnosis puede llegar a ser letal. Llevo años aconsejando ver la tele en compañía. Solos, nunca.  Si te mueres con la tele puesta pasan los vecinos, escuchan tras la puerta el ruido, la fanfarria televisiva, y se creen que te lo estás pasando pipa. Y resulta que llevas meses difunto.