TÚ Y YO SOMOS TRES

La sentencia, el barbero y la hoja de afeitar

La sentencia, el barbero y la hoja de afeitar Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal

Eduard Pujol, con Ana Pastor (La Sexta). / periodico

Ferran Monegal

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Ha conectado Al rojo vivo (La Sexta) con Ana Pastor, que estaba en el Parlament de Catalunya. Entrevistaba a Eduard Pujol, apasionante criatura que antaño fue periodista y que hoy se ha transformado en feroz portavoz y diputado de JxCAT. Ana le decía: «No es una sentencia contra Catalunya,. Y Eduard le contestó: «Mire, Ana, con esta sentencia hoy usted es un poco menos libre para poder ejercer su profesión. Antonio García Ferreras, también es un poco menos libre». Y añadió: «Tome nota, Ana, cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar». ¡Ah! Nos ha gustado en casa este golpe de Eduard Pujol rescatando aquel adagio tan tremendo que dicen que se le ocurrió a un senador romano, hace más de 2.000 años, un día que le visitó el barbero para afeitarle. Hombre la tesis de Pujol es ingeniosa, además de impactante. Asimila la sentencia a una enorme y afilada navaja que está cortando las barbas de toda Catalunya, a pelo, sin jabón ni nada, y de manera despiadada. Es una imagen que intimida una barbaridad. En eso ha estado acertado: es lo que se buscaba. No obstante mi admirado Eduard Pujol pasa por alto un pequeño detalle: en Catalunya, más de la mitad de ciudadanos no llevan barba.

APROPIACIÓN INDEBIDA .– Una joven de León, Marta, de 21 años, le ha preguntado en El objetivo a Íñigo Errejón Íñigo Errejónpor qué le ha llamado a su partido Más país, y ha evitado utilizar el nombre de Más España. ¡Ah! Es una apreciación interesante. La palabra España, desde la época de Franco, incluso antes, se la han apropiado partidos y políticos, fundamentalmente de la derecha y de la extrema derecha, manejándola como si fuera su patrimonio personal. La han usado –y la usan– tanto, y con tanta impunidad y exclusividad, que la han quemado. En España hay monárquicos y republicanos, hay creyentes y hay ateos, hay personas de derechas, de izquierdas y de centro, y todos son España. Pero no es así en la práctica. España parece que sea propiedad privada de solo unos cuantos con un ideario político determinado. También la palabra pueblo está siendo fagocitada. Hay políticos que continuamente dicen que hablan en nombre del pueblo, o de ¡el poble!, y se quedan tan anchos. ¡Ah! Hablan como si el pueblo fuera un primo suyo que vive en el 2º 4ª.