TÚ Y YO SOMOS TRES

El síndrome del impostor

Oriol Parreño, en el psicólogo (TV-3). Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal

Oriol Parreño, en el psicólogo (TV-3). / periodico

Ferran Monegal

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Pasar el verano delante de la tele es una actividad que desaconsejo. Televisivamente hablando, agosto es un mes todavía más tremendo que el resto de los otros once. A veces, no obstante, se pescan momentos. En el programa que ha estrenado Oriol Parreño en TV-3 (Tot anirà bé) le he visto tumbado en la camilla de un psicólogo. Oriol interpreta a un guionista de la tele y de la radio estresado completamente. Una cosa tremenda. Y verbaliza su angustia y agobio diciendo: «No me gusta nada de lo que escribo. Cuando entrego un guion, pienso que cuando lo lean me mandarán a los Mossos d’Esquadra, por estafador. Soy un bluff. Tengo el síndrome del impostor». ¡Ah! Es interesante, y valeroso, decir esto en TV-3. La estafa y la impostura ahora son una constante en esa cadena.

El otro día, en las jornadas de la fallida sesión de investidura del Congreso, Gabriel Rufián subió a la tribuna de oradores y exclamó: «A mí España no me roba. A mí me roba Rato, me roba Bárcenas, me roba Millet, me roba Pujol». Les pongo esta vibrante puntualización en sede parlamentaria porque si usted, querida lectora, querido lector, se informa en la tele a través de TV-3, esto no pudo verlo ni escucharlo. Fue extirpado de los Telenotícies. Borrado de cuajo. No ocurrió. Comprendámosles: una de las últimas consignas que se han recibido en Sant Joan Despí es proceder a la construcción de un relato, impulsar un trompe-l’oeil televisivo, para que la Pujol’s family recupere la honorabilidad y la gloria. Y si Rufián dice que no es España la que roba, sino Pujol, entre otros, eso no conviene que se sepa. Durante el franquismo a eso le llamábamos censura. Ahora lo llaman criterios de selección. Progresamos, es evidente. Los que están en esta labor de maquillaje quizá se han sorprendido escuchando a Parreño, en el papel de currante televisivo, diciendo eso de estafador e impostor. O quizá ni eso.

Para pasar este agosto, las nuevas entregas de la teleserie Un poble francés, que el todavía director de TV-3Vicent Sanchis, ha mandado volver a comprar, como el verano pasado, son una opción. Va de los habitantes del pueblo de Villeneuve. Los nazis alemanes les invaden sin contemplaciones. Las escenas de opresión son escalofriantes. Está muy bien comprada esta serie. Coges un excelente tono emocional de cara a l'Onze de Setembre. En fin, les deseo un agosto soportable. Cuídense.