segunda y última temporada

Las mujeres ponen contra las cuerdas a los 'Gigantes' de Movistar+

Los hermanos Guerrero se verán obligados a colaborar en los nuevos episodios de la serie de Enrique Urbizu, que llegan el viernes

Nene, Isak Férriz y Daniel Grao

Nene, Isak Férriz y Daniel Grao / periodico

Marisa de Dios

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"La familia es un tema universal. No la eliges. Perteneces. Y puedes sentir pertenencia o rechazo". Lo dice alguien como el director Enrique Urbizu ('No habrá paz para los malvados'), que precisamente ha dibujado un clan con una herencia envenenada de la que es difícil escapar en 'Gigantes', una serie cruda y descarnada que nos mostró a tres hermanos condenados a un destino trágico por la violencia que mamaron, desde niños, de su cruel padre (Jose Coronado). Movistar+ estrena el viernes, 22 de marzo (completa bajo demanda), la segunda y última temporada de este 'thriller' que pondrá a los protagonistas, los Guerrero, contra las cuerdas, algo en lo que tendrá mucho que ver el empoderamiento de los personajes femeninos, que hasta ahora se habían mantenido más a la sombra en una serie que derrochaba testosterona.

"Todo está mucho más desatado y es consecuente con lo que se planteaba en la primera temporada así que, como en cualquier drama shakesperiano, habrá muertes por doquier", adelanta Isak Férriz, el actor que da vida al visceral Daniel, el mayor de los Guerrero, que en el último episodio de la anterior tanda prometía volver a Madrid para matar a su hermano mediano, el sibilino Tomás (Daniel Grao). Su regreso a la capital se materializará gracias a la ayuda de Clemente (Carlos Librado, 'Nene'), el pequeño del trío, pero una "pirueta del guion" trastocará sus planes de venganza y le obligará a posponer la lucha fratricida y colaborar con su némesis para escapar de la policía y de los socios colombianos en el negocio de la droga.

Toque de comedia

"Esa cosa que tienen Daniel y Tomás de necesitarse y, al mismo tiempo, desear eliminarse, me parece un hallazgo", destaca Grao, que asegura que los nuevos seis episodios mostrarán el "despeine en todos los sentidos" de su personaje. "Hasta ahora podíamos sospechar de la peligrosidad de Tomás Guerrero, pero no le habíamos visto enfangarse. En esta segunda temporada le veremos ensuciándose las manos", afirma, a la vez que resalta la "sutil comedia" que desprenderán algunas secuencias. "Habrá algo casi cómico y con toques de wéstern en esa huida por momentos cutre de dos personajes tan opuestos, que no tienen ni para asearse y deberán lavar su ropa en el río desnudos y con una pastilla de jabón", explica.

El derrumbe del auge de los Guerrero estará capitaneado por las mujeres de la serie, unos personajes "muy dispares y con intereses propios cada una de ellas" que conformarán "una curiosa alianza", según Urbizu. "La ola femenina que venía creciendo se desbordará en esta segunda temporada", añade Grao, aludiendo tanto a la inspectora Márquez (Elisabet Gelabert) y la agente Bárbara (Xenia Tostado) como a las propias mujer e hija de su personaje, Sol (Yolanda Torisio) y Carmen (Sofía Oria), que el año pasado ya empezaron a plantar cara al violento mundo del sector masculino con frases tan contundentes como esta de la esposa gitana de Tomás: "Que sepas que el disfraz es de quita y pon. El día que me lo quite te arrancaré los ojos". 

Porque la violencia cruda y seca es también uno de los distintivos de esta serie, en la que han aparecido desde combates cuerpo a cuerpo a navajazos y tiros por doquier. Pero tanto Férriz como Grao coinciden en que Urbizu nunca la usa como adorno ni se recrea en ella, aunque no la oculte. "Nuestros personajes no son de esconder lo que están haciendo, así que la serie no puede esconder lo que hacen nuestros personajes", sostiene Férriz. ¿Habrá redención para alguno de los Guerrero o la endiablada semilla del padre será demasiado poderosa?