ENTREVISTA

Santi Millán: «Me hacía ilusión hacer ficción en TV-3»

El actor Santi Millán

El actor Santi Millán / periodico

INÉS ÁLVAREZ

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Santi Millán es un rostro conocido de la tele por sus trabajos como actor y presentador. Le hemos visto en  series como 'Chiringuito de Pepe', 'Frágiles' y 'Siete vidas' y en programas como 'Got talent' y 'Boqueria 357'. Pero en TV-3 no  había hecho ficción. Lo más parecido fue Teresina SA, de La Cubana. Y le apetecía mucho. Con lo que si bien problemas de agenda le impidieron participar en la primera temporada de 'Benvinguts a la família', en esta segunda se ha metido con ganas en la piel del granuja de Manu. Y el actor, que siempre ha tenido pinta de gamberrete, lo borda. A partir del 28 de enero, día en que se estrena nueva temporada de 'Got talent', los lunes hará doblete: se le podrá ver en TV-3 y en Tele 5.

Lo bien que se lo deben de haber pasado rodando la serie...

Sí, ha sido divertido. No sé si tanto para la dirección, por tener que controlar a tanto rebelde, pero nos lo hemos pasado muy bien.

Usted ya había sonado para la primera temporada.

Sí, pero no había hablado con Pau Freixas e Ivan Mercadé, sus credores. Fue la directora de 'casting' la que me consultó si me iba bien por fechas, porque se estaba barajando mi nombre. Y les dije que me hacía ilusión trabajar con ellos, que estaba dispuesto, porque las cosas que hacen las hacen muy bien. Pero no cuadró en esa primera temporada y en esta hemos hecho lo imposible para poder estar aquí.

No se me ocurre otro actor mejor.

Es lo que dice Ivan Mercadé, que es también el director de la serie: una vez que al personaje le pones la cara del actor, ya cuesta imaginarlo de otra manera. Y de eso nos aprovechamos nosotros.

Sin llegar al nivel de Manu, la pinta de gamberrete ya la tiene. Habrá sido fácil meterse en su piel.

La verdad es que el primer día de grabación se hizo justo la secuencia del encuentro con la familia. Y les dije: «Sois unos cabrones». Porque el primer día se hacen escenas sencillitas. Pero fuimos a fuego y desde el minuto uno me sentí muy integrado. Creo que el hecho de conocer a Melani [Olivares], Yolanda [Ramos] e Iván [Massagué], y que trabajamos de una forma similar, ayuda. Y el trabajo con Paco Caballero, el realizador, ha sido muy orgánico. Muy fácil. Ha ido todo muy fluido. 

¿La veía como espectador?

Sí, yo era fan. Pero para los actores es complicada. Porque está subido el tono de comedia y los personajes están apretados. Aunque siempre dentro de una naturalidad. Las situaciones son surrealistas, pero siempre dentro de algo verosímil, que podría pasar. Y ese es uno de los aciertos de esta serie: su tono. Es lo que dice Pau Freixas: hay personajes con los pies en el suelo que dan un poquito de sensatez y realidad.

"El acierto de 'Benvinguts a la família' es su tono:
on situaciones surrealistas, pero dentro de lo verosímil"

Es su primera ficción en TV-3, si no contamos la 'sitcom' 'Teresina, S.A' con La Cubana.

Sí. Me hacía mucha ilusión por el proyecto: por volver a TV-3; por hacer ficción en esta cadena, algo que me apetecía mucho. Y, después, estoy contento por el resultado. Porque los guiones ya apuntaban maneras y durante el rodaje ves que la cosa pinta bien, pero hasta que no está empaquetado, no lo puedes saber del todo. Y me ha sorprendido gratamente cómo ha quedado.

Siempre ha apostado por la tele.

El cine también me gusta, pero su situación en este país es complicada. Y, después, para lo que me han llamado más ha sido  para la tele. Muchas veces los actores construimos nuestra carreras dentro de las ofertas que tenemos. E intentamos hacer el mejor camino y, dentro de las opciones que hay,  la mejor elección.

Pero no siempre se puede...

Como decía Fernando Fernán Gómez:  «¡Este papel es una mierda!». Y cuando le contestaban: «Es que no hay otro», respondía: «¡Pues me parece maravilloso!». Y así es. A veces, tienes la fortuna de participar en proyectos que realmente te hacen ilusión, en cambio, hay otros que son más alimenticios, pero que los haces con la misma ilusión e intentas que sea lo mejor posible. Yo intento disfrutar con el proceso. Porque para mucha gente el hecho de estar bien o mal lo deja a los resultados. Y esto no los podemos controlar. Prefiero disfrutar del viaje independientemente del destino y ya se verá.

A veces, el éxito de un proyecto depende de qué dan en otra cadena.

Hay muchos condicionantes que no controlamos, por tanto, mejor no comerse la cabeza con esas cosas.

¿Que queda de aquel Santi Millán de La Cubana?

En La Cubana me pasé 10 años, que era de los 20 a los 30, en los que no solo me formé como actor, sino también como persona. Influyó en  mi forma de entender el trabajo. Y sigue pesándome, creo que para bien. Porque la implicación que teníamos en La Cubana con el proyecto no era mercenaria, en plan, te contrato, haces tu trabajo, te pago y  adiós, sino que había una vinculación real personal y profesional. Y sigo entendiendo el trabajo así. Me gusta formar parte y tener la sensación de que formo parte de una familia. Y nunca mejor dicho aquí.

Ha rodado también 'El pueblo'. 

Sí. Ahí hago de 'hippy', un urbanita que  quiere abandonar la ciudad. Y con mi pareja (Ingrid Rubio), montamos un proyecto de un pueblo que visitamos que estaba abandonado y ponemos un anuncio en prensa para repoblarlo.

¿Se identifica con lo de urbanita?

 Yo siempre he sido muy urbanita. He nacido y crecido en Barcelona, en la ciudad. Por no tener, mis padres no han tenido ni pueblo. Pero, con los años, todo lo que implica la ciudad (el estrés, las prisas, el ritmo frenético), cada vez me da más pereza. Tengo ganas de pausar un poco la vida y tomármela con más calma.

¿Es por eso que coge la bici?

La bicicleta te sirve como válvula de escape, sí.  

Y ahora, lo veremos también en Tele 5 con la nueva temporada de 'Got talent'.

Sí. Grabamos las audiciones en el Teatre Victòria de Barcelona en septiembre y la cadena emite el programa ahora.

"En 'Got talent' (T-5) tengo el papel más agredecido: el de amigo de los concursantes. Y no hago un personaje"

No se quejará: a usted le ha tocado hacer el mejor papel.

Sí. El más agradecido: el del amigo de los concursantes. Los del jurado son los malos de la película. Pero yo no podría hacer de jurado. Me pasaría como a Jesús Vázquez, que dijo: « No me veo. Lo paso mal juzgando a la gente».  Y en ese programa yo no hago un papel. Intento estar cerca de la gente, y ver lo que está pasando. Porque les sueltan como un miura enmedio de  una plaza de toros, que no saben ni adónde van. Y piense que hay gente que se sube por primera vez a un escenario.  Además, no solo se enfrentan al jurado, también al público y a que les están grabando. Porque  aquello se emitirá y lo verá mucha gente. 

¿Usted siente un poco en 'Got talent' que hace teatro?

Si es que lo hacemos en un teatro... Yo estoy en bambalinas. Además,  las audiciones son grabadas, pero es un falso directo.  Con lo que no se para para nada. Tenemos público y es muy teatral. Y eso me gusta mucho.

Y me temo que aún planea algo más.

Sí, preparamos un programa con Mediaset en el que hago exclusivamente de voz en 'off', y, luego, a ver si tiramos para adelante un concurso vinculado a 'Got talent'.

¿Ya es tan presentador como actor?

Mientras me dejen y pueda, esta dualidad me gusta.