Joaquín Oristrell: "Nunca me ha llegado ese run-rún de la mano muy larga de Imanol Arias"

Joaquín Oristrell ('Inconscientes', 'Dieta mediterránea') se ha incorporado como coordinador de guiones a la nueva temporada de 'Cuéntame cómo pasó' 'Cuéntame cómo pasó'(jueves, 22.15 horas), la serie de TVE-1 que se resiste a desaparecer tras casi 15 años de singladura. Nacido en Barcelona en 1953, el director de cine y guionista tuvo que meterse un atracón de 40 capítulos para ponerse al día en las andanzas de los Alcántara.

-¿Cómo se ha metido en esta historia?

-Yo estaba trabajando en un proyecto para un largometraje con Ganga titulado ‘Los impecables’, sobre una banda de ladrones, y de pronto me propusieron la posibilidad de entrar en la serie y hacer la coordinación de guiones con Ignacio del Moral en esta temporada. Son 1.400 páginas para los 19 capítulos.

-¿Era asiduo espectador de 'Cuéntame…'?

-No. Conocía la serie, pero en aquel momento he de confesar que no la estaba viendo. Me zampé unos 40 capítulos de una tacada. Y me di cuenta de una cosa muy importante y que es un poco el secreto de esta serie: que después de tantos capítulos los personajes se mantienen muy firmes. Hay series en que los caricaturizan o los llevan a otros sitios. Aquí en cambio se mantienen y se puede trabajar con ellos.

-¿Qué otras claves encontró para explicar su éxito?

-Que es una serie de aquí y no imita a las americanas. Pasa un poco como las series danesas, italianas o francesas, que son muy del sitio en el que se hacen. Es una manera de sentir, hablar, hacer o interpretar que no está tratando de imitar clichés de 'Los Soprano' o 'Mad men'. Y eso creo que tiene interés porque nos cuenta algo propio. Y luego lo de meterse en documentación en 1984, que es prácticamente cuando yo empecé a escribir, resulta muy apetecible porque te transporta a la Historia, te recuerda cosas que tenías olvidadas y te das cuenta de lo poco que cambian los países, de lo cíclicos que somos y de que siempre cometemos los mismos errores. Bueno, y a veces algún acierto.

-¿Alguna otra cosa que le haya llamado la atención?

-Sí, hay algo que me gusta de la serie. Y es que, desde el punto de vista de las ideas, es muy interesante porque hay muchas posturas ideológicas dentro de una sola familia que son capaces de convivir. Resulta curiosos esto de que las familias españolas sean capaces de convivir con muchos conflictos ideológicos entre ellos y en cambio a los políticos les cueste mucho. Esas lecciones de vida que da la gente me parece que también tienen interés. Me refiero a ese enquistamiento enorme que tienen los políticos españoles al darse cuenta de que hay que abrir vías de trabajo y no someternos a la tortura de nuevas elecciones para volver a caer en un sitio imposible, que solo lo pueden hacer posible ellos. En esta familia ocurre mucho: el padre es mucho más conservador, la madre se ha abierto por no sé dónde, el hijo es más de izquierdas… Hay desde franquistas hasta extremosos izquierdistas, y todos representan de alguna manera al país.

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-No la veía porque he trabajado mucho fuera. Hay veces que no puedes seguir las series. Yo intento ver toda la ficción que puedo de la que se hace aquí, por motivos también profesionales: tengo que ver lo que hace la competencia. Veía cinco capítulos de una temporada, y luego más, luego menos… Ahora, cuando me incorporé, me vi las dos últimas temporadas. Además, en La 2 de TVE, cuando ya estaba yo preparando los guiones, reponían la serie. Entonces refresqué temporadas que tenía perdidas. Y para esta vi que había que volver a las esencias.

-¿En qué sentido?

-En el de volver a la familia unida, todos juntos con proyectos comunes. Cuando se trata de hacer cosas tipo thriller o así está muy bien, pero siempre que involucre a todos. Cuando se involucra a la familia y los problemas afectan a todos, aunque son guiones difíciles de hacer al ser de relaciones, la serie sube y gana interés.

¿Seguirá la temporada que viene o ha firmado solo por esta?

-No, no, yo en principio aterricé aquí para quedarme, aunque nunca sabes qué va a pasar cuando caes en un proyecto. Yo me siento muy gratificado, se ha hablado muy bien de la temporada y el público nos está respondiendo bien, a pesar de que es difícil porque hay mucha competencia. En general sientes que has aportado algo, aunque sea un producto que estaba ya hecho. No es que yo haya inventado nada. Yo me entiendo muy bien con el equipo de guionistas y con los actores.

-¿Qué ha aportado Joaquín Oristrell a los guiones de la serie?

-Hombre, en principio son unos ojos nuevos sobre algo que ya lleva mucho tiempo. Yo insistí mucho en lo que ya he explicado sobre la familia. A mi me preocupa mucho que haya tensión dentro de los relatos. Que las cosas no se cuenten, sino que pasen. Creo que sí hay aportaciones que puedo considerar mías, como por ejemplo la trama de Mercedes (Ana Duatro) con su psicólogo. Se trata de buscar los pliegues de los personajes, que estos tengan tiempo también de contarse un poco por dentro. Pero en lo básico es volver un poco a las esencias. Además, como también tengo una parte de director aunque no dirija, he intentado que sea muy fluida la comunicación con los actores, escucharles… Trabajar mucho las lecturas artísticas con ellos, porque son la base de este proyecto. Y la verdad es que se implican mucho.

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-Yo estaba ya en la serie cuando ocurrió aquello. Son cosas que descolocan un poco porque me imagino que a lo largo de tantos capítulos siempre se producen conflictos, problemas, gente que está más o menos agusto… Al principio de la temporada se contaba con el personaje y la actriz, pero fue una decisión suya personal. Sus motivos tendrá y ahí no me puedo meter. Pero no por no querer meter la pata, sino porque no los conozco.

-Ella los contó: condiciones laborales infrahumanas, sobrecarga de trabajo… ¿Ha notado descontento en el equipo por estos motivos?

-No, y hablo con todos los actores. Insisto en que no. Creo que es una gente que lleva mucho tiempo trabajando, con un lugar de trabajo que es muy complicado dentro del audiovisual. Ellos están rezando por que la serie siga y funcione. Y eso que es muy compleja, porque tiene a veces dos unidades de rodaje y la gente tiene que hacer muchas horas. Pero no siento que haya descontento ni malestar. Creo que en una negociación siempre hay tiempo para una etapa más antes de la ruptura. En ese sentido, hubiera tenido que dilatar un poco más las cosas para conseguir mejores acuerdos, pero me estoy metiendo donde no me llaman. Me da la impresión de que fue una ruptura muy drástica.

-Y las descalificaciones de Punzano

-Yo conozco a Imanol desde hace mil años porque hicimos juntos 'Todos los hombres sois iguales' y 'Africa'. He estado en su casa y él en la mía porque nos conocemos de hace muchos años. He conocido a muchas actrices y mucha gente que ha trabajado con él y nunca me ha llegado eso. Claro que yo no soy mujer, pero no tengo esa sensación. Creo que Imanol está viviendo un momento muy pleno con su pareja, que es una chica encantadora con la que trabaja porque es fotógrafa. Yo a Imanol no lo veo en un momento como para ir enredando por ahí. Otra cosa es que se hagan bromas en el rodaje, aunque lo ignoro porque no estaba allí. Sus razones tendrá ella, pero a mi no me ha llegado nunca ese 'feed-back' de Imanol. Hay veces que te llega ese run-run de actores que no voy a decir. Pero aquí no. Creo que hubieran salido 25 actrices detrás para confirmarlo y se habría formado un globo. El hecho de que no haya ocurrido podría significar que no ha existido esa conducta. ¿Qué más fácil que alguien abra la veda con un actor muy conocido y muy popular?