"La serie 'Escenas de matrimonio' es exagerada, como un sainete"

CARLOS NÚÑEZ / BARCELONA

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--Su entrada en la producción fue de rebote, al marcharse otro actor. ¿Tuvo que hacer pruebas?

--Me llamó José Luis Moreno, el productor, y me dijo que pensaba en mí. Le dije que me hiciese una prueba y fui a su casa, pero él tenía claro que me quería a mí.

--¿Cómo afrontó el personaje de Natalio Cañete, el sufrido marido?

--Tratando de romper con el anterior, el Avelino de Pepe Ruiz, y dándole un cambio, aunque se mantienen, en las escenas, referencias a la anterior relación de pareja respecto a la forma de convivencia y a esa combinación de amor y odio que existe entre ellos. Estoy intentando defender mi personaje para que sea entrañable y se le tome afecto.

--Antes de formar parte de ella, ¿qué opinión tenía de la serie?

--La había seguido un poco y me parecía que era rompedora, muy fuerte en las situaciones planteadas y en lo que decían los personajes, al estilo de Aquí no hay quien viva.

--También un poco exagerada, ¿no?

--Por supuesto que lo es, porque se trata de un humor llevado al absurdo, sin tratamiento realista, como un sainete. Las cosas que se dicen los personajes son tremendas, como en los tebeos, pero es cierto que los matrimonios sufren erosión y muchas veces se exceden verbalmente, sin llegar a más.

--¿Se ha planteado la razón del éxito?

--Creo que es por empatía. Hay espectadores que dicen que se ven reflejados en lo que hacemos. José Luis Moreno siempre lo tuvo claro, porque la fórmula ya había funcionado en los teatros como Matrimoniadas.

--¿Qué le dicen sus viejos compañeros de profesión por participar en un producto tan comercial?

--Hasta ahora, todos me felicitan. Piensan que no se trata del Galiana de los grandes personajes dramáticos que veían en el teatro o en aquellos Estudio 1 de TVE. Pero es bueno tener este tipo de labor, apareciendo en series televisivas, que permite volver a muchos veteranos, actores históricos de los que pienso que había necesidad en las producciones, como Luis Valera.

--Si pudiese aprovechar esta fama renovada para un proyecto propio, ¿qué haría?

--Una serie cómica, algo posneorrealista. Ya lo estoy pensando, pero todavía no he concretado.

--¿No es un poco mayor para el frenético ritmo de grabación que impone Moreno?

--Se exagera con eso, porque hay tiempo para respirar. En el teatro también se trabaja todos los días.