Bebida

En Australia y Nueva Zelanda están locos por el Flat White: ¿cómo se prepara?

El error que comete todo el mundo: tomar café nada más levantarse

¿Qué es un Flat White y cómo se prepara? Google rinde homenaje a este tipo de café

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Una de las palabras que más se pronuncian en Australia y Nueva Zelanda es 'flat white'. Es una de esas palabras clave, que uno aprende el primer día, y sirve para pedir un café con leche. Google  ha llegado a dedicar recientemente el Doodle del día a este tipo de café.

A diferencia de las variantes internacionales como el capuccino o el café latte, que admiten todo tipo de interpretaciones, el flat white es solo un café con leche, un poco más grande que los que se toman en el resto del mundo. Sin nata, sin chocolate en polvo, sin montañas de espuma. Contra todo pronóstico, en Australia y sobre todo en Nueva Zelanda sienten una predilección extrema por el café, y son unos maestros. Las calles más transitadas huelen a café y en Wellingtonincluso se celebra un festival internacional con el nombre de Caffeination. Cuando pides un flat white, se lo toman como un arte y tardan casi cinco minutos en servirlo, pero la paciencia tiene recompensa.

El flat white, propio de Australia o Nueva Zelanda, se prepara de manera diferente en todo el mundo: espumoso y no espumoso. En la mayoría de los bares y cafeterías se sirve el flat white como un pequeño café con leche con un poco menos de leche. Se podría creer que el flat white es lo mismo que un café con leche, pero hay algunas diferencias.

La proporción leche / café difiere. En un flat white, la leche se combina perfectamente con el café, lo que da como resultado un sabor a café más equilibrado y fuerte. Para servir este café, hay dos formas de hacerlo. La forma más común, pero también más correcta, es servir el flat white sin dejar que la espuma se separe de la leche. Para ello, agita en una taza la leche con una ligera espuma con el café espresso. Este será el resultado del barista: una mezcla aterciopelada de café y leche, con solo una pequeña capa de leche casi invisible. Otra forma de servir un flat white perfecto es combinar una taza de café espresso con leche al vapor. Sin darte cuenta, ya has hecho tu flat white.