Investigación

Un dron bloquea el aeropuerto de Gran Canaria y obliga a desviar doce vuelos

El espacio aéreo estuvo hora y media cerrado por la presencia de la nave

El dueño del dispositivo puede enfrentarse a una multa de en torno a 90.000 euros

Ambiente en el aeropuerto de Gran Canaria tras el cierre por un dron

Redacción

C. Barcala / E. Medina

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Una hora y media de caos en el tráfico aéreo. Fue lo que el dueño de un dron provocó ayer, pasadas las 20 horas, al sobrevolar las inmediaciones del aeropuerto de Gran Canaria. Desconcierto, retrasos, cancelaciones, desvíos... El cierre completo del aeródromo, con miles de pasajeros esperando en tierra que su avión pudiese despegar y, otros tantos, dando vueltas en el aire a la espera de una orden que confirmase el aterrizaje. Pero esta no llegó hasta las 22 horas, cuando el Ejército del Aire dio por neutralizada la amenaza.

"Todo iba bien hasta que nos comentaron que había un problema con un dron que sobrevolaba el aeropuerto, pero que no sabían dónde estaba exactamente. El piloto lo explicó a la perfección", dice Aarón, que llegaba desde Madrid, en un vuelo de Binter, el primero que pudo aterrizar después de que se lo permitiesen a los pilotos.

"Nos informó del tiempo que quedaba de combustible para seguir dando vueltas y, en caso de que se llegara al punto límite, hubiéramos acabado en Tenerife". Allí tendrían que haber repostado para volver a Gran Canaria, explica el afectado. Pero, afortunadamente, no ocurrió. Aarón aterrizó en Gran Canaria, sin que su vuelo fuese desviado.

No corrieron la misma suerte los pasajeros de otros doce aviones, según fuentes de AENA consultadas por La Provincia, del grupo Prensa Ibérica. Es la cifra oficial de los desvíos, ejecutados sobre todo a Tenerife Norte y Tenerife Sur, y el regreso de varias naves a sus lugares de origen: Lanzarote y Fuerteventura.

Al cierre de esta edición, entre retrasos y suspensiones, todavía no se sabía las personas afectadas por el incidente, aunque sobrepasan el millar. Poniendo una media de 200 pasajeros en cada vuelo desviado ya se alcanzarían los 2.400 perjudicados.

Fue un avión que debía aterrizar el primero en notificar la presencia de un cuerpo extraño en el aire, en una zona cercana ya al aeródromo. Eran, las 20.30 horas. El incidente fue corroborado por el personal del aeropuerto, según notificó en redes sociales la cuenta de controladores aéreos.

Comenzó el caos, que no afectó solo a Gran Canaria, sino también a los otros aeropuertos del Archipiélago. "Siete vuelos de llegada en espera y dos desviándose a aeropuertos alternativos", informaron los controladores. A partir de ahí, un suma y sigue. Cuatro vuelos tuvieron que irse a Tenerife Norte y otro más al Sur. "Los vuelos de salida de la Isla, parados en tierra hasta nuevo aviso", afirmaron. Otros regresaron a Lanzarote y Fuerteventura al tiempo que continuaban los desvíos a Tenerife Sur. La cifra oficial era de doce naves afectadas.

En el aeropuerto, un amplio dispositivo de rastreo del dron (y de su dueño) conformado por los medios aéreos de Guardia Civil y Policía Nacional y el Ejército del Aire. Junto a ellos, personal de AENA y Enaire. A las 22 horas se dio la orden de recuperar la actividad.

Teresa y Rosa tenían previsto aterrizar a las 22.05 en un vuelo de Air Europa, pero 20 minutos antes el piloto les notificó lo ocurrido. Fueron desviadas a Tenerife Sur y volvieron a Gran Canaria a las 23.25.

El susto ya ha pasado; al cierre de esta edición da comienzo la investigación para saber quién está detrás de ese supuesto dron que voló el espacio del aeropuerto, un hecho que conlleva una multa que oscila desde los 60 euros para casos leves hasta 225.000 para los más graves. Si se trató de un particular quien pilotó la nave no tripulada la sanción puede rondar los 90.000 euros.