Zamora

Atraviesa el corazón de un joven con una navaja y alega que "iba drogado y borracho, no recuerdo nada"

El fiscal dice que el imputado "tenía intención de matar a la víctima desde el inicio de la noche"

Los abogados de la acusación subrayan la "virulencia de la agresión" y que el procesado actuó con "ánimo de hacer daño"

La defensa solicita la absolución y la eximente total porque su cliente estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas

El menor de edad herido testifica con su padre al lado.

El menor de edad herido testifica con su padre al lado. / S. A.

Susana Arizaga

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los 13 centímetros de filo de la navaja penetraron desde el lado derecho del pecho para traspasar la pleura y clavarse unos dos centímetros en el corazón de la víctima de 18 años, que vive de milagro, confirmaron los forenses en el juicio celebrado en la Audiencia de Zamora. El acusado de intento de homicidio pidió ayer "perdón si he hecho daño a alguien" y declaró que "iba bebido y drogado, no recuerdo nada". Sí pudo precisar que "me estaban pegando y pasé miedo". Las fiestas de Moraleja del Vino terminaron en tragedia ese julio de 2022.  

El fiscal no tuvo la más mínima duda en mantener la petición de 9 años de cárcel para el joven imputado por asestar una puñalada casi mortal, para lo que utilizó una navaja tipo estilete de 27 centímetros de largo, con la que llegó al ventrículo derecho del corazón de la víctima, de Víctor. Acto seguido, uno de los amigos de este le pidió explicaciones y se llevó otro pinchazo, esta vez, en el costado y de menor gravedad que la sufrida por su colega. Ninguno de los dos heridos conocía al imputado, de iniciales E.J.G. y 24 años de edad, declararon ayer en el juicio.

El procesado quiso descargarse de toda responsabilidad, ni siquiera la navaja era suya, manifestó, "me hice con ella forcejeando" con el grupo de amigos del joven herido, todos de entre 18 y 17 años, "dos llevaban navaja" cuando trataban de pegarle. Este joven, que lleva en prisión provisional desde que tuvo lugar el ataque la madrugada del 22 de julio de 2022, manifestó que "no tengo conciencia" de haber usado el arma blanca, "vienen a por mí cinco o seis y yo les estaba empujando".

En un momento dado, Víctor cae al suelo, según describe, y él echa a correr porque "me perseguían". Cuando el abogado del joven herido, Marcos Hernández, le pregunta por qué le siguen, el procesado contesta que "porque todos eran del mismo pueblo y cuando un forastero va a un pueblo y tiene problemas" todos se unen, problemas que para el letrado se derivan de su actitud. "Me lo lanzaron la señal de tráfico y el taburete", junto con la navaja, que llevaba en su huida para amenazar, declara para justificar que las portara durante el intento de huida.

[object Object]

Su relato invirtió el que da por cierto el Ministerio Fiscal, que recriminó al acusado que "solo recuerda lo que le conviene; de lo que no le beneficia, no", unos hechos que comienzan cuatro horas y media antes de la agresión casi mortal y que evidencian que "su voluntad agresiva está desde el principio presente, su voluntad de matar es clara".

Así es desde las doce de la noche, cuando Víctor cuenta que se le aproxima el acusado, "yo no le conocía de nada y me pide un porro". Cuando este le dijo que no tenía "me colocó la navaja en el cuello. Sentí miedo y me fui a la hamburguesería" del padre de uno de los amigos para refugiares. Hubo amenazas contó Víctor Manuel, que pidió declarar tras un biombo para no tener que ver a su agresor.

La acusación pública, que negó cualquier atenuante, pidió a la Audiencia que imponga al procesado 10 años de libertad vigilada tras cumplir la pena de prisión, ya que "es la única garantía de que la víctima, que es joven, pueda vivir tranquila".

Las heridas fueron de extrema gravedad, Víctor cayó inconsciente y solo recuerda haber despertado en la ambulancia camino del hospital. Tuvo que ser trasladado de urgencia del Hospital Virgen de la Concha al Hospital de Salamanca, donde le operaron a vida o muerte y le cosieron el corazón con una técnica específica. El menor de edad que se acercó a E.J.G. cuando su amigo cayó desplomado tras recibir el navajazo y terminó con un pinchazo en un costado, concretó al testificar con su padre al lado porque no ha cumplido 18 años.

El menor de edad contó que estaba esa madrugada del 21 al 22 con su novia, cerca de la plaza mayor, en cuyo entorno ocurrió el suceso, cuando escuchó que habían "pinchado a mi amigo, me acerco y, sin mediar palabra, me apuñala". El grupo de amigos de la víctima negaron que llevaran ningún arma, "siempre evitamos" llevar navajas. El menor tardó en ir al médico "porque estaba bajo libertad vigilada y tenía miedo de que me pasara algo con la medida del juez".

El imputado, cuya abogada pidió la absolución, afirma que estaba en la plaza de Moraleja del Vino "bebiendo un cubata, llegó un feriante y me pidió un porro". Sin embargo, los amigos de Víctor sostienen que vieron cómo E.J.G. apuñalaba a su amigo. Otro testigo estaba con su novia cuando le contaron que el procesado había colocado la navaja en el cuello a su amigo. Se acercó a recriminarle las amenazas para con Víctor, entonces, "le vi hacer un gesto raro, le empujé, salió corriendo. Vi cómo clavaba a Víctor en el pecho, que se cayó al suelo".

El abogado de Víctor se detuvo en la descripción del arma, en "la importancia de la virulencia de la puñalada para introducir el cuchillo casi hasta el centro del corazón". El abogado del menor de edad herido incidió en el "ánimo de hacer daño" con el que actuó el agresor. Letrados y fiscal afirmaron que solo había una navaja: "La de este señor".

La letrada del acusado reiteró que su cliente "estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas" para pedir la eximente total en caso de que las magistradas entiendan que fue autor de un delito de lesiones. Incidió en el corte que el joven de 24 años presentaba en el dorso de la mano y en la muñeca.

Suscríbete para seguir leyendo