El hombre asesinado en Poblenou fue agredido durante una fiesta en un piso ocupado

El vecino del barrio de Poblenou de Barcelona hallado muerto por los Mossos d’Esquadra en la madrugada del 15 de agosto fue agredido durante una fiesta celebrada en el interior de un domicilio ocupado de la calle Marià Aguiló, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. 

Se trata de un hombre de 48 años al que el resto de vecinos habían visto entrar y salir de esa casa –ocupada ilegalmente desde hacía unos dos años– a lo largo del último mes. Compartía esa vivienda con varios hombres bastante más jóvenes que él y que, en su mayoría, eran de nacionalidad colombiana. 

El lunes 14 de agosto, sobre las 23.00 horas, en ese piso ocupado se celebró una fiesta. La música latina resonó con fuerza durante un par de horas. Superada la una de la madrugada, el resto de vecinos comenzaron a oír gritos, insultos y ruido parecido al de muebles movidos por la fuerza.

"Hubo una pelea y se oían gritos de 'maricón'", relatan a este diario varios testigos. Después, todo quedó en silencio. Poco antes de las 3.00 horas, los vecinos escucharon a agentes de los Mossos subir por las escaleras comunitarias y detenerse frente a la puerta del domicilio ocupado. 

"Uno de ellos miró por la obertura de la cerradura de la puerta y divisó el cuerpo de la víctima tendido en el suelo, sobre un charco de sangre", aclaran los citados testigos. El agente pidió permiso por emisora para romper la cerradura y, tras recibirlo, derribó la puerta. Los policías entraron y se acercaron al hombre, que estaba recostado en el recibidor. Constataron que había fallecido y que presentaba heridas presumiblemente provocadas por un arma blanca. 

La ambulancia del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) llegó a los pocos minutos pero los sanitarios no pudieron hacer nada para reanimarlo y certificaron su defunción. Una comitiva funeraria se llevó el cadáver tras el levantamiento ordenado por un juez sobre las 6.00 horas. 

Paradero desconocido

Según las citadas fuentes vecinales, el aviso a los Mossos d'Esquadra lo dieron dos de los jóvenes presentes en la fiesta que supuestamente salieron a la calle cuando comenzó la pelea entre la víctima y el agresor. Los agentes de la Divisió d’Investigació Criminal de los Mossos han interrogado a ambos jóvenes y también han podido identificar al resto de personas que se encontraban esa noche en el piso, alrededor de cinco. Ninguno de los interrogados ha sido detenido. Al menos uno de ellos sigue en paradero desconocido.

El autor que se peleó y, presumiblemente, acabó acuchillando a la víctima se dio a la fuga tras el homicidio. Huyó por un pasaje que conduce al mercado. Algunos investigadores solicitaron las grabaciones de comercios cercanos al inmueble ocupado este miércoles para comprobar si estas captaron la huida. 

Durante el martes, la jornada inmediatamente posterior a los hechos, los policías buscaron sin suerte por la zona comunitaria del edificio el arma homicida, que se sospecha que es un cuchillo que aún no ha aparecido, y también prendas de ropa que vestía el homicida porque pudo haberse cambiado antes de emprender la huida. 

Los vecinos detallan que se trata de un piso que quedó vacío hace unos cinco años, cuando su inquilina fue desahuciada. Hace unos dos años, fue ocupado ilegalmente por varios jóvenes suramericanos. Las fuentes consultadas por este diario subrayan que no se trató de una ocupación conflictiva, a pesar de que los ocupantes cambiaban con cierta frecuencia.

El piso se anuncia en el Idealista y algunos de los vecinos que habían contactado con la inmobiliaria para saber en qué punto se encontraba explican que la empresa les informó de que los ocupantes iban a ser desalojados en las próximas semanas.

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