Una madre de L'Hospitalet afronta un año de cárcel por dejar solo a su hijo de 3 años durante 15 minutos

Una madre de L'Hospitalet de Llobregat afronta un juicio por dejar solo en casa a su hijo de 3 años durante un espacio de tiempo de entre 15 minutos y 30 minutos. La Fiscalía pide que la mujer sea condenada por un delito de abandono de menor y solicita que cumpla una pena de 12 meses de prisión. El abogado que la defiende, Xavi Muñoz, confía en su absolución porque considera que se trata de un hecho que no debería motivar una respuesta penal sino, en todo caso, activar únicamente intervenciones administrativas por parte de los servicios sociales, como también ha terminado ocurriendo.

El de esta mujer migrante de L'Hospitalet de Llobregat es un caso que remite también al de la madre de Madrid, también migrante, arrestada por marcharse a trabajar de noche dejando a su niña de 4 años sola en casa. Según Muñoz, cuando estos casos acaban en manos del sistema judicial puede ocurrir que este se ensañe con personas de capas vulnerables que si tuvieran los mismos recursos que el resto jamás se hubieran visto expuestos a dejar solos a los menores.

Alarma vecinal

El 13 de septiembre de 2021, la mujer, de nacionalidad pakistaní y sin apenas dominio del castellano, estaba embarazada y a cargo de dos hijos. El mayor estaba en el colegio y el menor, que entonces tenía 3 años, se encontraba durmiendo la siesta. Llegó la hora de acudir a la escuela a recoger al mayor y dejó al pequeño descansando, confiando en que no notaría su ausencia momentánea.

La mujer se marchó pero el niño se despertó. Se asustó. Y comenzó a llorar. Abrió la ventana que da la calle, se subió a un taburete y logró asomarse. Un vecino lo vio entonces: llorando y con medio cuerpo asomado a la ventana, a seis metros de altura de la calle. Llamó a la Guardia Urbana de L'Hospitalet.

Los policías atendieron la llamada de este vecino y subieron hasta la puerta del domicilio, que hallaron cerrada. Madre e hijo mayor ya estaban regresando del colegio y a punto de llegar a casa. El hijo mayor, que le había pedido las llaves a su madre, se había adelantado unos metros mientras ella compraba en la tienda de al lado y llegó al domicilio mientras los agentes buscaban el modo de abrir la puerta y socorrer al menor de 3 años que asomaba por la ventana. El hijo mayor mostró la llave y abrió la puerta. Los policías entraron. Según recoge el ministerio público en su acusación, el menor estaba llorando, angustiado, desnudo de cintura para abajo y se había orinado. La madre llegó a la casa a los pocos segundos.

El letrado Muñoz, que cogió la defensa de la mujer cuando la instrucción ya había finalizado, solicitó en el juzgado que, antes de valorar la petición de la fiscalía, se escuchara a los servicios sociales de L'Hospitalet de Llobregat. Según un informe redactado por estos tras entrevistar a la madre, al padre, contactar con el colegio y también con el ambulatorio que los atiende, el menor está bien atendido y no ha vuelto a repetirse un incidente parecido al denunciado por la policía municipal. Este informe de los servicios sociales ha sido remitido al juzgado y el abogado confía en que será suficiente para convencer a la jueza de que la mujer no es una mala madre.

Los servicios sociales, en contacto con la Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (DGAIA) según Muñoz, subrayan que la madre tiene dificultades idiomáticas severas, que habían complicado que comprendiera que el menor necesita de un mayor seguimiento médico –está diagnosticado de síndrome de wannderburg, que requiere de cuidado específico para garantizar un correcto desarrollo cognitivo–. Pero la madre ha mostrado interés en mejorar su nivel de castellano y el menor ya está recibiendo el tratamiento médico prescrito.