Juicio por inducción al asesinato

La acusada del crimen de Vilanova se inventó dos embarazos

Los testigos explican un cúmulo de mentiras que les contó Alba Andreu, entre ellas la existencia de Julia, un falso personaje que solo se comunicaba por mensajes de móvil y que era manejado por la misma procesada

Alba Andreu e Ismael Molina, en el mismo banco de los acusados, pero uno en cada punta.

Alba Andreu e Ismael Molina, en el mismo banco de los acusados, pero uno en cada punta. / ZOWY VOETEN

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Alba Andreu, acusada de inducir a una amigo esquizofrénico a que asesinara al padre, se inventó dos embarazos suyos con exparejas distintas y, en uno de estos casos, abortó, según explicaron este viernes varios testimonios, entre ellos un exnovio. Ha sido en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona por el crimen cometido por Ismael Molina, ocurrido el 8 de junio del 2019 en Vilanova i la Geltrú. La mayoría de las personas que declararon en la vista relataron las mentiras que, según ellos, les explicaba Alba, aunque, la más imaginativa es la existencia de Julia, una falsa novia que Alba creó para sacar de la frustración sentimental a Ismael. La madre de la imputada llegó a hablar por mensajería de móvil con ese personaje ficticio para organizar una fiesta sorpresa, precisamente, de su hija, que era quien presuntamente escribía. Un dislate tras otro.

El tema de los falsos embarazos lo sacó a relucir primero uno de los exnovios de Alba, que se enfrenta a 34 años de prisión por inducción al asesinato. Joaquín P., con quien la procesada había compartido su vida años antes del crimen, dejó perplejos a los miembros del jurado cuando aseguró que la que era su prometida le dijo que se había quedado embarazada de él y , después, que había abortado, cuando no era cierto. Incluso le envió una foto de una ecografía. El testigo reconoció que se enamoró de “una personas de la que no debí enamorarme”, pero que no consideraba que la relación fuera "tóxica". Y dejó claro su propósito: “Quiero que acabe todo esto y no saber de ella en mi puñetera vida". Durante las pesquisas judiciales, este joven alegó que “Alba era la dominante en la relación y él el sumiso”. En el juicio reconoció que la que fue su pareja le había “manipulado en algunas cosas”.

Una amiga de Alba relató la existencia de otro embarazo simulado, pero esta vez el padre era Adam, la actual pareja de la procesada, que, según su explicación, tenía un hermano que era ginecólogo que le hacía las ecografías gratis. Nada de estos era verdad. Esta mujer explicó que tras sufrir ella un accidente de tráfico, Alba, simuló que había tenido otro, cobrando una indemnización. Esta conocida, además, tuvo contacto con la falsa Julia, que participaba en un grupo de madres de Whatsapp. Los mensajes los escribía supuestamente Alba. Otra testigo ratificó que a ella le dijo Alba que estaba embarazada y que le enseñó una ecografía.

Conversaciones con un fantasma

La falsa Julia, la virtual novia de Ismael, centró parte de los interrogatorios. La madre de Alba, que definió a su hija como una persona con problemas desde pequeña, admitió que había mantenido contacto por mensajes con esta joven supuesta amiga de su hija. Fue con motivo de la preparación de una fiesta de cumpleaños, precisamente, de Alba, que era quien, según argumenta la acusación, manejaba el perfil ficticio de Julia. Esta historia rocambolesca se lió todavía más cuando la madre de la acusada confesó que le había pedido a Julia (que no existe) un préstamo de 45.000 euros y que esta le había dicho que sí, aunque el dinero, por ser todo una mentira, nunca le llegó. “Notaba con ella un vinculo, un cariño especial, pero nunca pensé que era Alba”, subrayó.

Como si a este relato le faltaran ingredientes sorprendentes, la madre de Alba ofreció al jurado uno más (y van varios). Así, explicó que en una cena con Ismael y su hija, el primero le anunció que iba a ser padre y que había dejado embarazada a la falsa Julia. En teoría era por fecundación ‘in vitro’ porque ambos nunca se conocieron en persona. Para justificar el embarazo, según esta versión, Ismael aseguró que se había roto el preservativo. La mujer sabía que el muchacho era virgen y le espetó: "Vaya, la primera vez y que puntería". Nada era real.

La madre de Alba detalló que su hija “tiene 22 años, pero no se sabe hacer ni una coleta, ni sabe cortarse una rodaja de melón. Es super dependiente”. Ismael, en su opinión, era como un hermano la chica y muy protector. Sobre los problemas psíquicos de la acusada declaró una conocida que le había dado clases de refuerzo a la acusada. Le tiró un capote: “Nunca ha sido capaz de mantener una mentira. (…) Es una persona manipulable, no manipuladora”. El juicio continuará el lunes con más testimonios y, sobre todo, el de Arnau, al que Alba culpa de estar detrás de la trama falsa y de haberla maltratado y amenazado.