Juicio por inducción al asesinato

"Yo no ordené a mi amigo que matara a su padre": declara la acusada de inducir un parricidio en Vilanova

Alba Andreu culpa a la pareja que tenía antes del crimen de inventarse una falsa novia para el otro acusado, Ismael Moreno, así como la existencia de un grupo parapolicial y la simulación de un embarazo

Alba Andreu, durante el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona.

Alba Andreu, durante el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona. / ZOWY VOETEN

J. G. Albalat

J. G. Albalat

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Rizar el rizo hasta el límite de la lógica. El jurado no lo tendrá fácil para dictar el veredicto de culpabilidad o inocencia de Alba Andreu, la joven acusada de manipular mentalmente a su amigo Ismael Moreno, que sufre esquizofrenia paranoide, para que matara a su padre el 8 de junio del 2019 en la vivienda familiar de Vilanova i la Geltrú. La muchacha, para la que el fiscal reclama 35 años de cárcel, admitió que, junto con su entonces pareja, Arnau, se inventó una novia ficticia para Ismael, que también era su amigo, con el fin de levantarle la autoestima porque este nunca había mantenido una relación sentimental con una mujer. Sin embargo, negó que le indujera a acabar con la vida de su padre y que el mismo día del crimen le llamara para incitarle a que le clavara un cuchillo en el cuello. “Nunca le dije a Ismael (piden para él el internamiento en un centro psiquiátrico por un máximo de 25 años) que su padre era de la mafia”.  “No le dije a Ismael que matara a nadie; las órdenes son falsas. Repito, yo no le di ninguna orden”, insistió.

De las tres llamadas con Ismael registradas en su móvil el día del crimen, Alba solo reconoció haber tenido una de ellas. “Me dijo que estaba lleno de sangre”, que la “había cagado”  y que “había matado” a alguien, sin especificar a quién. Al ser preguntada por las otras conexiones telefónicas que, según ella, no realizó nunca, desvió las sospechas hacia Arnau, alegando que este controlaba "absolutamente" su móvil. El juicio se celebra en Barcelona.

La procesada llegó a admitir que recogió un bote con el semen de Ismael para una hipotética fecundación ‘in vitro”

La procesada también culpó a su expareja de inventarse una trama protagonizada por la falsa Julia, de la que Ismael, como reconoció, se enamoró, aunque nunca se habían conocido en persona. En esa delirante y fantasiosa historia hay un grupo secreto que colaboró con los Mossos en pesquisas sobre trata de personas, un embarazo ficticio, un secuestro simulado y clanes mafiosos que, como le hicieron creer a Ismael, estaban vinculados a su padre. Todo, según Alba, inventado por Arnau. La procesada llegó a admitir que había recogido un bote con el semen de Ismael para una hipotética fecundación ‘in vitro” que, al final, tiró a la basura.

Una "mandada" y los supuestos maltratos

Para Alba, el culpable de absolutamente todo fue Arnau, su expareja, que la maltrataba y la amenazaba. Ella, según sus palabras, era una simple “mandada” que le tenía miedo y no se atrevía a “plantarle cara”. “Era una mentira tras otra, como una bola de nieve que se hacía cada vez más grande y no sabía cómo parar. Yo lo intentaba, pero Arnau no quería (…) No sé la finalidad que tenía tanta mentira”, detalló Alba. Reconoció, eso sí, que tanto ella como su entonces pareja, que no está imputado y solo declarará como testigo, manejaban el perfil falso de Julia por los problemas de autoestima y “complejos” que tenía Ismael por no haber tenido novia. “Fue Arnau. Yo tenía que hacer lo que él quería. En la intimidad me pegaba con la mano o un látigo. Me dejaba marca. Nunca fui al hospital, ni o denuncie”, relató la procesada.

La acusada detalló que la mayoría de las fábulas que la falsa Julia le comentaba a Ismael eran producto de Arnau y que ella solo conversaba con Ismael (a través del perfil falso) de cosas “normales” de pareja. Así, atribuyó la invención del grupo secreto de colaboración de los Mossos y el falso embarazo a la mente de su expareja. “Arnau y yo escribíamos. Arnau me dijo que yo podía darle un toque femenino”, aseguró, para rechazar después de plano que ella pretendiera estafar a Ismael, argumentando que el dinero que le entregó era para gastos del piso que habían alquilado. De la muerte del padre de Ismael, siempre según su versión, se enteró por una noticia en un medio de comunicación que le pasó Arnau.

" Lamento el daño que he podido causar al hacerme pasar por Julia"

“Entré en 'shock', no entendía nada (…) Lamento el daño que he podido causar al hacerme pasar por Julia", recalcó Alba, que en un momento de su interrogatorio empezó a llorar. Un amigo de Ismael declaró que él ya sospechaba de que había algo raro en la relación de su colega con la tal Julia, hasta que meses después ya intuyó que el perfil era falso. Tras el crimen, este amigo se presentó voluntariamente ante la policía para explicar que, en su opinión, Alba había manipulado a Ismael.