Investigación en marcha

Asesinado a cuchilladas un taxista de servicio en Lleida

El conductor no era el propietario del taxi, trabajaba para el dueño de la licencia cubriendo el turno de noche

Fue hallado gravemente herido junto al vehículo esta madrugada y falleció tres horas después en el hospital

Los Mossos d'Esquadra investigan el homicidio de un taxista en Lleida.

Lugar donde ha sido hallado herido el taxista. / ACN

Guillem Sánchez

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Los Mossos d'Esquadra investigan el homicidio de un taxista en Lleida. El hombre fue hallado tendido en el suelo de una calle del barrio de La Bordeta sobre las dos de la madrugada de este domingo. Estaba vivo pero herido de gravedad. Fue trasladado al hospital de urgencia pero falleció unas tres horas más tarde. Según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, presentaba diversas heridas compatibles con un arma blanca.

La víctima es un hombre de origen magrebí que no era propietario del taxi. Cubría el turno de noche trabajando para el dueño de la licencia del coche, que forma parte del servicio de taxi de Lleida.

Los agentes del grupo de homicidios de la Región Policial de Ponent de los Mossos se han hecho cargo de la investigación del caso.

Una de las principales pistas que deben seguir los agentes es quién fue el último cliente que recogió el empleado, dado que fue atacado mientras se encontraba de servicio. El homicida que buscan los investigadores le clavó al cuchillo al conductor repetidamente.

"Al parecer no se encontraba atendiendo un servicio que hubiera entrado por emisora", explica Luis Berbel, presidente del Sindicat del Taxi de Catalunya. Lo más posible es que recogiera al último cliente en la calle, en alguna de las paradas de taxi de la ciudad.

Duelo en el gremio

Tanto Berbel como Manel González, presidente de l'Associació Provincial de Auto-Taxi de Lleida, han lamentado los hechos y condenado la inseguridad que sufren los taxistas. "Los datos, según los Mossos, reflejan que los incidentes descienden pero la sensación que tenemos es distinta, creemos que cada vez los ataques son más violentos", explica Berbel. "Hay más inseguridad, sobre todo por las noches", coincide González. Los últimos episodios de agresiones a taxistas se han producido en Sabadell, Sitges, Girona o L' Hospitalet de Llobregat, enumera Berbel. Hasta el caso de esta noche en Lleida, ninguno había costado la vida al taxista.

El crimen de esta pasada madrugada, que todavía tratan de asimilar este domingo, ha puesto de nuevo la necesidad de regular el uso de videocámaras en los taxis. "Si se pudiera regular su uso, también podría haber carteles que adviertan al usuario de que está dentro de un coche con sistema de grabación y eso tendría un efecto disuasorio, además de que haría más sencillo identificar a los agresores. En el Área Metropolitana de Barcelona el uso de estas cámaras no está permitido", contextualiza Berbel.

El uso de las mamparas, que protege al taxista de este tipo de agresiones, no es mayoritario. Los clientes se quejan del calor en verano porque impide el acceso del aire acondicionado, también aumenta la sensación de claustrofobia del conductor y reduce de forma sensible el espacio del que disponen las personas que viajan en el asiento trasero. "Extender el uso de mamparas obligaría a cambiar el tipo de vehículos porque el taxi es un coche normal que no está diseñado para usar esta protección", explica Berbel.

Agresión aún no resuelta en L' Hospitalet

La madrugada del domingo 9 de enero, Ahsan, un taxista fue agredido al recoger a unos clientes en la plaza de Mare de Deú del Pilar, en L' Hospitalet de Llobregat. Cuatro meses más tarde, los autores de este ataque aún no han sido detenidos por los Mossos, a cargo de la investigación. "No tengo ninguna noticia al respecto", explica el propio Ashan contactado este domingo por EL PERIÓDICO.

Los hechos sucedieron sobre la una de la madrugada, cuando todavía había toque de queda nocturno para contener la pandemia. Ahsan pidió a un cliente que acababa de recoger que se pusiera la mascarilla y se deshiciera de la copa de cristal. El cliente, visiblemente ebrio, reaccionó atacando a Ashan, que trató de huir. En el exterior, fue golpeado por este agresor con una porra extensible, según denunció Ashan, que además aportó la grabación de una cámara que había instalado por su cuenta en el taxi –a pesar de la falta de regulación– y que captó la crudeza del ataque.

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