Fiestas contra la salud

Temor policial a un auge de botellones con el fin del toque de queda

Responsables del cuerpo municipal se preguntan cómo va a reaccionar la ciudad si se levanta el toque de queda y los bares siguen cerrados

El 75% de las multas por consumir alcohol se han puesto en horario diurno porque la prohibición nocturna ha ayudado a contener el fenómeno

Barcelona 14 03 2021 Sociedad  Ambiente en la calle zona paseo del Born  Botellon   AUTOR  Manu Mitru

Barcelona 14 03 2021 Sociedad Ambiente en la calle zona paseo del Born Botellon AUTOR Manu Mitru / MANU MITRU

Guillem Sánchez

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El fenómeno de los botellones, jóvenes que se reúnen para consumir alcohol y escuchar música en espacios públicos, se perfila como una de las cuestiones más complicadas de gestionar para cuerpos municipales como el de la Guardia Urbana de Barcelona cuando quede sin efecto el toque de queda. Controlar este tipo de concentraciones ha sido durante la pandemia una "prioridad" para el Ayuntamiento. En el distrito de Ciutat Vella, donde se producen más de la mitad de los botellones de la ciudad, hay un grupo de agentes que específicamente se dedica a patrullar para desalojarlos. Los asistentes a estas fiestas al aire libre a veces se cuentan por centenares y respetan poco o nada las medidas sanitarias, una combinación que las convierte en entornos ideales para la propagación de un virus que se ha cobrado solo en Catalunya más de 20.000 vidas.

“El toque de queda ha funcionado como un aliado para contener los botellones porque a partir de las 22.00 horas todo está tranquilo", explican fuentes municipales, que se preguntan a continuación cómo va a reaccionar una ciudad que acumula un año conviviendo con la pandemia cuando se le conceda permiso para regresar a la noche barcelonesa y se encuentre con todos los bares cerrados. Los datos que maneja la policía municipal demuestran que, con la llegada del buen tiempo, son muchos los ciudadanos que tienen ganas de reunirse y beber y que, por ahora, lo hacen en horario diurno: el 75% de las multas por consumir alcohol en la vía pública se han puesto antes de las diez de la noche. Durante la semana del 12 al 18 de abril, la Urbana desalojó a 725 personas del parque de les Tres Xemeneies y a más de mil del parque de la Ciutadella durante el fin de semana del 17 y 18 de abril. La noche del pasado sábado, patrullas del cuerpo municipal identificaron y denunciaron a 216 personas que participaban de un botellón en la plaza de Terenci Moix, en el Raval. La lógica indica que estas cifras aumentarán con el fin del toque de queda, si los ciudadanos no tienen una alternativa legal, como las terrazas.

No son lateros

El intendente mayor Juan José Vilanova desvincula el fenómeno de los botellones de la venta ambulante ilegal. Para la Urbana, esta se divide en la oferta de productos falsificados –como imitaciones de camisetas del FC Barcelona o de bolsos Gucci que incurren en un delito contra la propiedad industrial–, la de prendas de vestir no falsificadas –como pareos o pendientes– y la de bebidas alcohólicas: los ‘lateros’. Los dos primeros tipos de vendedores ambulantes ilegales se han reducido a su mínima expresión durante la pandemia. El tercero, el grupo de los lateros, sobrevive de forma muy puntual pero en ningún caso puede considerarse un carburante de los botellones. Este fenómeno lo protagonizan jóvenes que burlan el cierre de discotecas y de bares comprando bebidas alcohólicas en supermercados y acudiendo a espacios públicos a consumirlo en compañía de amigos.  

300 multas al día

Desde noviembre de 2020, cuando se decretó el segundo estado de alarma para tratar de contener el avance de la segunda ola, la Guardia Urbana ha puesto un total de 51.557 denuncias, unas 300 cada día. La mayoría de sanciones municipales, más de un tercio del total, se han imprimido por quebrantar la medida más severa de las declaradas: el toque de queda nocturno. El resto de multas se han interpuesto por no llevar mascarilla (10.191), superar la limitación de concentración de personas (4.692), consumo compartido de alcohol en la vía pública –los llamados ‘botellones’– (3.270) o no respetar las distancias de seguridad para impedir la propagación del virus (3.016).

Según los botellones se han producido con más frecuencia en los distritos de Ciutat Vella (Parque de la Ciutadella, la Plaza dels Àngels y la Plaza de Terenci Moix), de Sants-Montjüic (Parque de les Tres Xemeneies i Jardines del Teatre Grec), de Gràcia (Plaza del Sol) i Horta-Guinardó (Mirador de la Arrabassada y baterías y búnqueres del Carmel). 

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