Un colectivo vulnerable

El Senado inicia los trámites para incluir el odio al pobre como agravante penal

Todos los grupos han respaldado la iniciativa presentada por Unidos Podemos

Un sintecho en el paseo de Sant Joan.

Un sintecho en el paseo de Sant Joan.

El Periódico

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El pleno del Senado ha aprobado este miércoles la toma en consideración de una proposición de ley para que se incluya en el Código Penal la aporofobia -el odio al pobre- como una figura agravante más de la responsabilidad penal en los delitos de odio.

Todos los grupos han respaldado la iniciativa presentada por Unidos Podemos, que con esta reforma del artículo 22.4 del Código Penal trata de llenar el "vacío" que presenta la legislación actual en el catálogo de las circunstancias que agravan la responsabilidad criminal.

Según ha explicado el senador de Unidos Podemos Joan Comorera, la aporofobia, término admitido desde el pasado diciembre por la Real Academia Española, representa el miedo hacia la pobreza o a los pobres aunque también puede interpretarse como el odio, la repugnancia u hostilidad ante el pobre, el sin recursos o el desamparado.

"Trata de dar nombre a un fenómeno tan extendido en la sociedad como invisibilizado como es el rechazo hacia los pobres", ha subrayado Comorera, quien ha lamentado las situaciones de agresiones y discriminación a personas sin hogar acaecidas en los últimos años.

La mitad de sintecho, agresiones

En este sentido, el parlamentario ha subrayado el "dato escalofriante" de que el 47% de las personas sin hogar han manifestado haber sido víctimas de al menos un incidente o delito de odio alguna vez.

Tras recordar que la Comisión de Justicia del Senado aprobó en julio del 2017 una moción que instaba al Gobierno a incluir el odio al pobre en el Código Penal y criticar que ni PP ni PSOE "han hecho nada", el senador ha dicho que su inclusión es una forma de reconocer la especial vulnerabilidad de las personas sin hogar.

"Ojalá nunca se tenga que aplicar esta agravante, pero su inclusión no deja de ser un mensaje que damos a la sociedad de protección a las personas más vulnerables", ha considerado Comorera.

Para el senador del PSOE Antonio Julián Rodríguez, esta iniciativa tiene "gran carga simbólica" porque atañe a una "lamentable realidad" a la que la sociedad "nunca" debe acostumbrarse, y ha aconsejado a su colega de Unidos Podemos que "no abra aún la botella de champán porque de la derecha se puede esperar cualquier cosa".

Una sociedad "más justa"

Desde el PP, la senadora Nuria Guijarro ha criticado la "incongruencia" de la formación morada respecto a los delitos del odio al traer ahora al Pleno del Senado esta iniciativa cuando, ha dicho, se han abstenido en distintas iniciativas planteadas por su grupo sobre este asunto.

"Esta iniciativa es acertada, adecuada e importante", ha considerado el portavoz del PDeCAT Joan Bagué, en tanto que el del PNV Jokin Bildarratz ha agradecido la llegada de "un poco de aire fresco" a la Cámara Alta con el "lodazal político" que se vive en estos momentos.

Por su parte, el senador de ERC Miguel Ángel Estradè ha confiado en que prospere esta modificación del Código Penal y "seguir avanzando en la construcción de una sociedad más justa, más igualitaria y más sensible".

Las entidades, satisfechas

Dos de las entidades sociales de referencia en la atención a las personas sin hogarAssís Centre d'Acollida y Arrels Fundació, han mostrado su satisfacción tras este paso adelante.

"La proposición sitúa a España un paso más cerca de convertirse en uno de los países líderes en la regulación del delito de aporofobia, hecho que permitirá incrementar las penas por delitos de odio, evitando así la impunidad de los culpables", han asegurado desde Assís a través de un comunicado., La entidad, asimismo, ha instado a los miembros del Congreso "a que aprueben la proposición para, así, conseguir que esta se convierta, con la mayor celeridad, en una solución efectiva para brindar una protección eficaz ante este tipo de delitos a las personas en situación de sin hogar".

Desde Arrels también han celebrado la iniciativa, que deberá pasar por una votación en el Congreso y, más tarde, ser ratificada una vez más en la cámara territorial para, finalmente, entrar en vigencia en el Código Penal:

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