Cuatro formas de reducir tu huella de carbono personal

Ahorrar agua, consumir productos de proximidad, utilizar la energía de forma eficiente o desplazarse de forma sostenible son algunos de los mejores modos de hacerlo y con APPs como la de BBVA podrás saber si lo estás consiguiendo

Reducir la huella de carbono personal también contribuye en la lucha contra la crisis climática

Reducir la huella de carbono personal también contribuye en la lucha contra la crisis climática / Pexels

Xavier Pareja

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La crisis climática ya es una realidad y minimizar su impacto en los próximos años es una tarea que nos interpela a todos: instituciones, empresas y ciudadanos. Las sequías o los fenómenos climáticos extremos son tan solo algunas de las consecuencias más visibles de una situación cada vez más compleja. Alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 y reducir las emisiones de CO₂ es fundamental para limitar el aumento de la temperatura global en 2 grados - aunque con el objetivo fijado en limitarlo a 1,5 grados durante este siglo - tal y como se pactó en el Acuerdo de Parísdel año 2015.  

Todos contribuimos en la consecución de este objetivo. Y las pequeñas acciones también cuentan. En este sentido, nuestra huella de carbono, el impacto que la actividad humana tiene sobre el medioambiente, juega un papel fundamental. Por ello hay que saber que, cuando te duchas, cuando llamas por teléfono o cuando tiras la basura, estás generando un rastro de CO₂ que también tienen impacto sobre el clima. 

¿Cómo reducir tu impacto medioambiental?

Gasta menos agua

agua
malgastamosfalta de lluviasGeneralitat restricciones en el uso del agua

Más allá de las medidas que se tomen desde la administración, también lo que hacemos en casa juega un papel crucial. Los expertos recomiendan un consumo eficiente de 90 litros diarios de agua, pero en España se consumen de media 133 litros. Por ejemplo, una cisterna emplea por descarga entre 10 y 16 litros de agua, una ducha de 5 minutos consume 100 litros de agua y lavando los platos a mano gastamos 88,8 litros diarios. Sorprendente, ¿verdad? 

Una persona rellena un vaso con agua de un grifo doméstico. 

Una persona rellena un vaso con agua de un grifo doméstico / Archivo

Pues con gestos tan sencillos como instalar un sistema de doble descarga en la cisterna puedes ahorrar un 60% por descarga o lavando los platos en el lavavajillas puede reducir a 54 litros el consumo de agua. La Comunidad #PorElClima, con la que BBVA colabora, también recomienda instalar reductores de caudal en los grifos, con lo que el consumo de agua en una ducha se podría reducir al 50%. Pequeños gestos que, sumados, pueden suponer un gran cambio. 

Consume alimentos de proximidad y no los desperdicies

¿Has probado en alguna ocasión un tomate cultivado por un productor de tu municipio? Seguro que sí, y te ha encantado. Los alimentos de proximidad no solo son mucho más saludables y buenos, también son más sostenibles y contribuyen a potenciar la economía del territorio. Si el producto que compramos es local, fresco y de temporada, supone una menor emisión de CO₂ en su transporte y en el consumo de energía por las cámaras o invernaderos

Ese es un gesto importante, pero también es fundamental evitar el desperdicio alimentario. En 2020 se tiraron a la basura más de 1,3 millones de kilos / litros de alimentos sin consumir en España. El despilfarro de comida supone el 8% de las emisiones de CO₂ globales. El gobierno español aprobó en junio de 2022 el proyecto de ley de Prevención de las Pérdidas y Desperdicio Alimentario, la tercera de su tipo en Europa y que persigue un cambio de mentalidad. 

Una paradista vende frutas y hortalizas en el Mercat de Pagès de Viladecans

Una paradista vende frutas y hortalizas en el Mercat de Pagès de Viladecans / Archivo

Para evitar este problema, desde casa se pueden hacer muchas cosas. Comprar aquello necesario, planificar un menú semanal, priorizar los alimentos con fecha de vencimiento próxima, disponer de electrodomésticos eficientes, aplicar la cocina de aprovechamiento y congelar productos, entre muchas otras. 

Utiliza la energía de forma eficiente

Consumir la energía de forma eficiente no solo es beneficioso para el planeta, también te permitirá ahorrar entre 150 y 800 euros en tu factura energética anual en un momento de escalada de precios. Si te instalas placas solares en casa, por ejemplo, puedes dejar de emitir hasta 493,33 CO₂, además de ahorrar en tu factura de la luz. 

La instalación de paneles fotovoltaicos en casa es una forma de ahorrar y reducir emisiones

La instalación de paneles fotovoltaicos en casa es una forma de ahorrar y reducir emisiones / Pexels

Pero hay muchos más gestos pequeños que permiten ahorrar emisiones y consumo. Por ejemplo, instalando bombillas led podemos evitar 71,04 Kg de CO₂ anuales y utilizando electrodomésticos con calificación energética eficiente unos 81,7 Kg. Otros gestos sencillos son mantener la nevera 5 grados y el congelador a -18 y ajustar la temperatura del aire acondicionado o de la calefacción. Y ahora, con la disponibilidad de las ayudas de los fondos NGEU, podemos plantearnos mejorar el aislamiento térmico de casa.   

Desplázate de forma sostenible

El transporte es uno de los principales responsables de las emisiones de CO₂ globales. Solo en Europa, el sector del transporte supuso el 29% del total. Desplazarse a pie, en bicicleta o cualquier vehículo de movilidad personal, en transporte público que produce seis veces menos de gases de efecto invernadero o con fórmulas como el ‘carsharing’ son algunos de los medios de transporte más sostenibles. Los dos primeros para movimientos de corta distancia, el segundo y el tercero para otros más largos. Pero lo cierto es, que, muchas veces, requerimos del transporte privado. El coche eléctrico, en ese caso, es la mejor opción. 

Este tipo de vehículos no emiten CO₂ – en sus versiones 100% eléctricas – y suponen un ahorro económico muy importante en consumo, en mantenimiento y a nivel fiscal, puesto que cuentan con una gran cantidad de ventajas. Solo un dato: por cada 100 Km recorridos con un coche eléctrico, gastaríamos menos de dos euros. Con un vehículo de combustión estaríamos hablando de 10 €. 

Carril bici en Barcelona

Carril bici en Barcelona / Ajuntament de Barcelona

Y si necesitas elegir el modelo que más se adapte a tus necesidades, BBVA cuenta en su APP con una herramienta que permite comparar el coste de un vehículo de combustión y uno eléctrico. Todo ello para que puedas tomar la mejor decisión. A todo ello se suma la posibilidad de pedir el préstamo coche eléctrico con el que podrás financiar desde 3.000 € y hasta 75.000 € la compra de un vehículo de este tipo. 

Ahora ya puedes calcular tu huella de carbono

Existe una fórmula matemática para calcularla: (Huella de Carbono = Dato de Actividad x Factor de Emisión). Pero, para más efectividad, puedes utilizar aplicaciones móviles como la de BBVA. Con ella podrás conocer el impacto de tu día a día y pensar en fórmulas para compensar tu huella de carbono personal. ¿Cómo? Esta ‘app’ tiene en cuenta los recibos domiciliados de electricidad, gas o los consumos en combustible y convierte el coste en euros en toneladas de CO₂ emitidos

Pero la aplicación de BBVA también da algunos consejos básicos para mitigar nuestro impacto a través del cambio de hábitos sencillos que, además, también pueden suponer un ahorro económico, reduciendo la factura de nuestro consumo energético. 

Reducir las emisiones antes de 2030

Lo que hagamos en los próximos 7 años es clave. En 2030, por ejemplo, la Unión Europea tiene el objetivo de reducir al menos un 57% las emisiones de CO₂, según se anunció en la cumbre del clima de Sharm El Sheikh, incrementando un 2% más su objetivo para ese año. Pero los últimos informes elaborados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) no son nada halagüeños. 

Las emisiones globales deben alcanzar su pico antes de 2025 y caer a la mitad antes de 2030. Con las políticas actuales, el planeta emitirá 58 gigatoneladas de CO₂ ese año y la temperatura media global subiría a 2,5 grados. Para evitar el desastre, y mantenerla por debajo de los 2 grados, deberían recortarse un 30% más las emisiones, hasta alcanzar las 41 gigatoneladas de CO₂.