Planes de acceso a la música favorecen la creación de bandas en institutos del Raval al Besòs

En el caso del IE Les Arts, en el distrito de Sants-Montjuïc, los bucs de ensayo están disponibles los lunes y los miércoles de cuatro y media a ocho y media. No se trata de una extraescolar al uso, con horarios encorsetados, sino de un espacio abierto y conocido (su propio instituto), con instrumentos a su alcance y profesionales que les enseñan a tocarlos de forma relajada, a su disposición. Facilitar las condiciones para que los mismos chicos que durante la jornada escolar están aprendiendo a tocar la guitarra, el violín o la batería formen su propia banda. Un recurso abierto no solo al alumnado –su público objetivo, eso sí-, sino también a exalumnos o a otros chavales del barrio, amigos de alumnos que tienen también ganas de tocar. La iniciativa, de hecho, no busca solo acercar la música a adolescentes que difícilmente aprenderían a tocar un instrumento por otra vía, sino, también, hacer barrio, tejer comunidad con la música como excusa y el instituto como escenario. 

La iniciativa busca reducir la desigualdad de oportunidades y favorecer el acceso equitativo a la práctica musical dentro y fuera del horario lectivo

El IE Les Arts es uno de los 15 institutos de Barcelona que han participado este curso en 'En directe, música als instituts', iniciativa que busca "favorecer el acceso equitativo a la práctica musical dentro y fuera del horario lectivo" y que este martes ha vivido su jornada grande con un emocionante concierto en una abarrotada sala Paral•lel 62 donde bandas nacidas en esas actividades ‘fora escola’ en centros como el IE Trinitat Nova, el Consell Cent, el Milà i Fontanals o el Verdaguer han mostrado su talento.

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Para los chicos del IE El Molí el de este martes no era su primer concierto fuera del insti, aunque tocar ante un millar de chavales de su misma edad de institutos de toda Barcelona pone la piel de gallina al más curtido. La banda formada por un grupo de cuarto de ESO de este instituto escuela del barrio de La Prosperitat, en Nou Barris, se había autogestionado ya algunos conciertos para recoger dinero para el viaje de fin de curso: uno en el Casal de Joves de Prosperitat y otro en el Rock'n'trini. Una autonomía que es la mejor muestra del éxito de la iniciativa (que empezó en el curso 21-22 en el marco de los Planes de Mejora de Oportunidades Educativas, PMOE, del Departament d'Educació).

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"Lo mejor de este proyecto es poder hacer llegar la cultura, el gusto por la música, a chavales que difícilmente tendrían acceso a él", señala poco antes del inicio del concierto Anna Bueno, profesora de música y directora del IE El Molí, quien recuerda que en toda Barcelona hay cinco escuelas municipales de música. "¿Quién accede a ellas? Quien puede pagarlas", plantea la directora de este instituto escuela de máxima complexidad, muy orgullosa de la participación e implicación de su alumnado y una convencida de las virtudes de este proyecto. "¿De qué otra manera una escuela como la nuestra podría tener a disposición del alumnado ocho guitarras, ocho baterías, ocho teclados y cuatro bajos?", reflexiona.

El repertorio elegido por los chicos para el concierto dice también mucho del poso que deja participar en la experiencia, que este año, el cuarto, ha llegado a 2.300 alumnos y ha incorporado talleres de música electrónica en colaboración con el Sónar. De Rosalía a Muse. De Nina Simone a Artic Monkeys. La versión de 'Creep' con la que los jóvenes músicos del instituto Verdaguer han abierto el concierto ha sido una buena muestra de lo que estaba por venir: un millar de adolescentes en la Barcelona de 2024 coreando "In your heeeeead", el mítico estribillo de 'Zombie' de The Cranberries.

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Como mínimo dos cosas muestran que estamos en 2024 y no en 1994, año en que la banda irlandesa publicó su himno (y en el que ninguno de los asistentes al concierto de este martes había nacido, descontando a los docentes). Quizá la más evidente, la luz de los móviles iluminando la sala, ya fuera para hacer de linterna como para inmortalizar (y compartir en redes) en el momento. La más optimista y quizá igual de evidente, la gran cantidad de chicas liderando las bandas que llenan el escenario. No solo cantando, también a la batería, a las guitarras, al violín o a los teclados. Niñas con estilos y orígenes distintos empoderadas encima del escenario, tocando frente a un millar de personas en un escenario histórico de la ciudad al que se han subido de Foo Fighters a Ben Harper.

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