Acuerdo entre sindicatos de prisiones y Govern: mejoran los salarios y retiran a los internos de las cafeterías

La Generalitat y los sindicatos de prisiones han llegado la madrugada de este viernes a un acuerdo que ha permitido desconvocar las dos jornadas de huelga previstas para este mismo viernes, primer día de campaña electoral, y para el próximo 11 de mayo, jornada de reflexión.

El acuerdo, según ha informado la Conselleria de Justícia, implica mejoras laborales y de seguridad en los trabajadores penitenciarios por valor de 30 millones de euros aproximadamente. UGT, CCOO, IAC-CATAC e Intersindical habían convocado la huelga a raíz de la muerte en marzo de una cocinera de la prisión de Mas d'Enric a manos de un recluso. Los sindicatos CSIF y ACAIP se habían desmarcado de la huelga.

Algunas medidas acordadas implican mejoras retributivas y de los turnos horarios, así como la compactación de la jornada laboral. Por ejemplo, el personal de vigilancia hará ciclos de seis días: dos de trabajo y cuatro de libranza.

Mejoras en seguridad

También habrá cambios en la dotación y mejora de las equipaciones: se renovarán los equipos de intervención el próximo año y los sistemas de seguridad, con la incorporación de pulsadores personales, una nueva partida de radiotransmisores y la puesta al día de equipos de respiración autónoma.

Fuentes sindicales aseguran que también se revisará una circular de 2017 sobre el régimen cerrado, se cambiarán los internos en las cafeterías por personal externo, se brindará formación en defensa personal para los trabajadores penitenciarios y se realizará un estudio para conseguir escáneres corporales. Además, los sindicatos aseguran que se revisarán los protocolos de emergencia y seguridad, junto con el procedimiento disciplinario y sancionador. 

También se insta a evaluar las intervenciones ante situaciones de riesgo y se realizará una prueba piloto para detectar de drones (con el fin de evitar la introducción de droga o elementos peligrosos en las cárceles) y teléfonos móviles dentro de las prisiones. Las herramientas cortantes se fijarán en las mesas de trabajo y algunos productos alimentarios se comprarán cortados.

Más personal y mejor pagado

El acuerdo también establece ampliar la bolsa de trabajo en un mínimo de 500 trabajadores e incrementar el personal. También se aumenta el complemento específico, del 13 al 22% para el personal de régimen interior, lo que puede hacer aumentar su salario en unos 10.000 euros anuales. La horquilla va de los 140 a 300 euros al més. También se pagarán mejor las horas extras y cuando se trabaje en festivos o noches. 

El personal de administración obtendrá una subida del 13% en el complemento específico y se equiparará el teletrabajo en las mismas condiciones que el resto de personal de la Generalitat. El personal que trabaja en la rehabilitación de los internos tendrá un incremento del 13% del complemento específico.

El acuerdo, vigente hasta 2027, establece la creación de una Escuela de Formación Penitenciaria y de un cuerpo especial del ámbito penitenciario. También incluye que el personal mayor de 55 años no realice tareas de seguridad ni sea destinado a módulos o áreas de especial conflictividad, así como la elaboración de un catálogo para determinar nuevos lugares para la segunda actividad. Por último, habrá más formación especializada e itinerarios profesionales.

Ataques al acuerdo

Para Justícia, el acuerdo significa un "refuerzo significativo" del modelo penitenciario catalán, centrado en la reinserción y la rehabilitación y el respeto por la dignidad y la seguridad de todas las personas, tanto internas como trabajadoras. Además, han recordado que la última reunión, que acabó de madrugada, ha permitido dar continuidad a la mediación laboral que ha encauzado la negociación del segundo acuerdo de condiciones laborales, el cual no se renovaba desde el año 2006.

No obstante, el pacto alcanzando ha sido rechazado por parte del personal penitenciario. El movimiento Marea Blava, por ejemplo, ha atacado a los sindicatos firmantes, UGT, CCOO, CATAC y la Intersindical por negociar "de espaldas a la plantilla" y los han acusado de "traidores" por no consultar el acuerdo a los trabajadores.

Marea Blava afea que la huelga no iba a tener seguimiento y considera que su convocatoria ocultaba "intereses de apoyo y amparo a la consellera Gemma Ubasart y al secretario de Mesures Penals, Armand Calderó”, además de a un Govern "debilitado ante el proceso electoral".