División sindical ante la huelga de este viernes en las cárceles catalanas por la muerte de la cocinera de Mas d'Enric

Tras exhibir músculo hace más de un mes en los bloqueos de los centros penitenciarios catalanes por el asesinato de Nuria, la cocinera de la cárcel de Más d'Enric, a manos de un interno, los sindicatos llegan divididos a la convocatoria de huelga en las prisiones para mañana viernes, 26 de abril, y el 11 de mayo, día de reflexión. UGT, CCOO, IAC-CATAC y la Intersindical mantienen la convocatoria de huelga, de la que se han desmarcado CSIF, el segundo más importante, y Acaip. 

A finales de marzo, todos los sindicatos de forma conjunta señalaron los dos paros, sin descartar otras movilizaciones. Sin embargo, las reuniones convocadas por los departamentos de Justícia y Funció Pública para canalizar estas reivindicaciones, una mesa de seguridad y otra de mejoras laborales, han minado la unidad sindical y solo cuatro organizaciones la mantienen, lo que repercutirá en el seguimiento de la plantilla.

Precisamente, CSIF, que junto con Acaip han dejado de acudir a estos encuentros con la Generalitat, ha recordado que la huelga "se anunció inicialmente, junto con otras medidas, cuando había todavía una unidad sindical". "Es evidente que esta unidad sería lo ideal, pero siempre que todos los sindicatos vayan en la misma dirección, respetando al máximo las posturas de cada uno, las cuales han variado", han añadido.

Sin cambios

Por eso, recuerdan que mantienen "su postura inicial de no sentarse en las mesas de negociación hasta que la Administración asuma su responsabilidad y cese a los responsables políticos del asesinato de Núria", en referencia a la consellera de Justícia, Gemma Ubasart, y al secretario de Mesures Penals, Amand Calderó.

"Por tanto, no ha sido CSIF quien ha roto la unidad sindical. Las medidas de presión, como una huelga, deben tener un impacto para ser efectivas. Una huelga con servicios mínimos del 100% para vigilancia y del 50% para personal de tratamiento y oficinas no tiene ningún impacto", han indicado y han añadido que, "en el ámbito de la vigilancia, se cancelan permisos y trabaja más personal que en un día ordinario; mientras que en tratamiento y oficinas, el trabajo aplazado durante la huelga se acumula para el día siguiente, sin ningún impacto y con pérdida salarial, favoreciendo el ahorro por la Administración. Por poner un ejemplo, sería como si los trabajadores de la enseñanza hicieran huelga en el mes de agosto, sin impacto y con recortes salariales".

En este sentido, el Departament d’Empresa i Treball establece para las jornadas de huelga que trabaje el personal directivo y que el resto de trabajadores cubran el servicio como un "día festivo", cuando no es necesaria la presencia de tantos empleados, ya que no hay actividades educativas, formativas y laborales. El personal de rehabilitación y de administración deberán trabajar el 50%.

Denuncian presiones

CSIF ha denunciado que "debido a la situación política actual", todos los sindicatos han recibido presiones del Govern para "sentarse a negociar e intentar canalizar el conflicto". Por eso, aseguran que estarán "junto a las plantillas, priorizando a los intereses de los trabajadores por encima de los intereses políticos". "Apoyaremos las medidas adecuadas que puedan surgir de las plantillas para conseguir un cambio en la política penitenciaria que garantice la seguridad de todos", han añadido.

El sindicato Acaip también se posicionó en contra de la huelga y pidió que hasta que no se cese a los responsables de Justícia no se debe negociar con la administración. La organización ha señalado que la administración los "expulsó" de las mesas de negociación. "Igualmente no habríamos participado en ellas, porque entendemos que no se puede reclamar a los trabajadores 'paz social' sin ofrecer a cambio" ceses o dimisiones, han añadido. "Al romperse la unidad sindical, Acaip decidió salirse" de las convocatorias de paros laborales, ya que creen que "una huelga sin otras medidas conjuntas, no lleva a ningún sitio, solo a que la gente pierda dinero y esté sometida a mucha presión por parte de los propios compañeros".

A favor del paro

En un comunicado conjunto, los sindicatos UGT, CCOO, IAC-CATAC y la Intersindical reclaman las jornadas de huelga para "impulsar medidas que garanticen la integridad física de todos los profesionales y mejorar sus condiciones laborales", tener un "reconocimiento a las décadas de trabajo en un ambiente peligroso y hostil" y pedir "responsabilidades a los gestores penitenciarios", comenzando por Ubasart y Calderó.

Los convocantes instan a una participación "masiva", ya que puede suponer "un importante golpe al actual Gobierno en funciones" y afean a otros sindicatos discrepantes que "ayuden a la administración" a que las jornadas sean "lo más normal posible". En este sentido, ven los paros como una "presión añadida para conseguir los objetivos", como sería la implementación de las medidas de seguridad "urgentes e imprescindibles" en los centros, así como "retributivas a través del comité de huelga" que deben validarse en el próximo Govern.