Lucha antidroga en Catalunya

De 'narcopisos' a 'narcocasas de lujo': "Están 100 veces más protegidas y hay más espacio para plantar marihuana"

La Policía Nacional subraya que para los delincuentes "todo es mucho más sencillo en casas de alta gama" y alerta de la "inseguridad" que supone para los vecinos de viviendas cercanas 

'Narcochalets' en el Maresme: cae un clan familiar iraní con plantaciones de marihuana en casas de lujo

Imagen de la marihuana encontrada en una vivienda en el Maresme

Imagen de la marihuana encontrada en una vivienda en el Maresme / Policía

Germán González

Germán González

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El tráfico de droga no entiende de barrios pobres y ricos. En los primeros suelen ubicarse los 'narcopisos', en los que se consume y se compra al detalle, mientras que en los segundos existe un número creciente de casas con plantaciones de marihuana. Cualquier vivienda puede albergar un cultivo, ya que es un negocio lucrativo con beneficios rápidos pese a la alta inversión inicial. Sin embargo, tener las plantaciones en casas aisladas permite minimizar el riesgo de ser atrapado por la policía o de que otras bandas roben la mercancía.

De hecho, los investigadores subrayan que en los últimos años han aumentado por toda Catalunya las viviendas unifamiliares en urbanizaciones que son utilizadas por las bandas, la mayoría de origen extranjero, para cultivar droga, ya que su ubicación las hace más discretas y más seguras.

Más 'narcochalets'

Precisamente, la Policía monitoriza una evolución en el tipo de vivienda usada para albergar plantaciones: "Ya no se dedican a pedir el alquiler de una casa normalita, ahora se van a casas de alto 'standing' valoradas en millones de euros", explican responsables de la Policía Nacional. Los investigadores señalan que estos nuevos grupos mafiosos que se instalan en Catalunya "tienen un poder económico muy fuerte" y que estas 'narcocasas de lujo' "están más 100 veces más protegidas y además cuentan con más espacio para plantar porque son más grandes". 

"Los nuevos grupos mafiosos que se instalan en Catalunya tienen un poder económico muy fuerte", apuntan desde la policía

Ejemplo de ello es que, el mes pasado, agentes de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra realizaron una operación en varias zonas del Maresme en la que desarticularon un clan familiar de origen iraní que cultivaba marihuana en casas de lujo para después exportarla a Europa. En aquel momento se detuvo a 14 personas y se requisaron 110 kilos de cogollos de marihuana aptos para la venta, 7.000 plantas en distintos estados de floración así como cinco vehículos usados por la organización, desde furgonetas para transportar la droga hasta coches de alta gama.

En este tipo de viviendas, explican responsables policiales, no suelen vivir más que una o dos personas, los llamados 'jardineros', que se encargan de controlar los cultivos. "Están en la casa todo el día y les llevan lo que necesitan, como comida o agua, no salen para nada en absoluto", explican desde la policía. "En el interior tienen de todo –añaden–. Algunos hasta se montan sus gimnasios dentro con cintas para correr".

Seguridad ante los asaltos

La protección es muy importante para estas bandas, ya que cada vez se registran más asaltos y más violentos por parte de otros grupos. En este sentido, la policía señala que se trata de viviendas equipadas con sistemas de vigilancia muy sofisticados, que hasta controlan matrículas y hacen saltar alarmas cuando un vehículo pasa dos veces en poco tiempo frente a la vivienda. También cuentan con equipos que detectan rostros o movimientos.

Las viviendas están equipadas con sistemas de vigilancia muy sofisticados que monitorizan desde matrículas hasta rostros

Los investigadores añaden que estos grupos invierten grandes cantidades de dinero tanto en seguridad como en material para poner en marcha las plantaciones de marihuana: "Todo es mucho más sencillo en casas de alta gama que en casitas de urbanizaciones".

Discreción

Las ventajas para los narcos están ahí: las viviendas en urbanizaciones de lujo son "más discretas", cuentan con vigilancia privada las 24 horas y "nadie sospecha de que allí hay una plantación de marihuana". En este sentido, la Policía Nacional destaca que su presencia suele pasar inadvertida y si algún vecino pregunta "contestan que están de paso, se los sacan de encima, ya que no quieren ningún contacto". 

Los 'narchochalets' implican un serio peligro para sus vecinos: no solo por el fraude eléctrico, sino por el peligro de los asaltos a mano armada

Pese a ello, los investigadores alertan de la "inseguridad" que los 'narchochalets' implican para los habitantes de casas cercanas. No solo por el fraude en el fluido eléctrico, con instalaciones que pueden dejar sin suministro la zona, sino por la posibilidad de que aparezcan grupos cada "más peligrosos que usan armas tanto para defenderse como para asaltar plantaciones". De ahí que la policía inste a la colaboración ciudadana con el fin de detectar estos cultivos en urbanizaciones, sean de lujo o no.

Cambio en la actividad

Las casas de lujo suponen una nueva pantalla en la expansión del negocio de la marihuana. El cambio empezó a gestarse hacia 2010, cuando comenzó a decaer el tráfico de cocaína en España. Su precio se mantenía estable y llegaban numerosas cantidades que no siempre se podían distribuir por la alta presión policial. Además, su comercialización estaba castigada con altas penas de prisión. Por eso, los delincuentes descubrieron que había otras vías "generosas económicamente" para comercializar con droga hacia Europa.

Según la Policía, de 10 plantas sale un kilo de marihuana, que se paga a unos 2.000 euros

Fue en este contexto en el que los narcos optaron por las plantaciones de marihuana, cuya prohibición siempre ha sido más "laxa", según fuentes policiales. Así, empezaron a proliferar cultivos en el exterior que generaban unos beneficios importantes y permitían una fácil distribución hacia Europa por la AP7. 

Las mafias se instalaron en Catalunya para cultivar marihuana por las buenas condiciones climáticas para las plantas, la facilidad para encontrar sitios en los que instalar una plantación y la buena conexión por carretera con los países europeos, en los que el precio del producto es más caro. 

Del exterior al interior

Sin embargo, muchas plantaciones en exterior eran localizadas por la policía y los agentes forestales, mientras que otras no proporcionaban los beneficios previstos. Por eso los delincuentes empezaron a cultivar en viviendas y naves industriales. "En 2012 y 2013 comenzaron los pinchazos de fluido eléctrico en casas y naves, y se empezó a generar un movimiento súper sencillo, porque plantar una plantita, un esqueje, y hacerlo crecer con la cantidad de luz, agua y energía que necesita es relativamente sencillo", relatan a este diario desde la Policía Nacional. Aunque que la inversión inicial es alta, con las primeras cosechas se recupera y se consiguen beneficios pronto: "De un kilo de marihuana, que se consigue a partir de 10 plantas bien cultivadas y cuidadas, se suelen sacar alrededor de 2.000 euros

Las plantaciones proliferaron en naves industriales, viviendas, en su mayoría pisos, o sótanos acondicionados. "En el año 2017 ya empezaron a instalarse en viviendas en las urbanizaciones. Se trata de casas que no se han vendido, que quedan a merced de los bancos o que el propietario tiene dificultades para pagar. Por eso era sencillo convencerles de que recibirán unos 2.000 euros al mes de alquiler que no deben justificar a Hacienda. La única condición es que no deben aparecer por ahí", explican fuentes policiales.

Algunas de estas viviendas quedan totalmente destrozadas cuando las bandas dejan el inmueble y el propietario debe hacer frente a los destrozos con cuantiosas reformas.

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