Sofisticado engaño

Unos estafadores birlaron un millón de euros a un dubaití en un restaurante de Barcelona

Los delincuentes usaron el método del ‘rip deal’, una transacción fraudulenta efectuada con billetes falsos

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Atraco con Diamantes

Atraco con Diamantes

Guillem Sánchez

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Un juzgado de Barcelona ha finalizado la instrucción de una de las estafas más elaboradas, y ruinosas para la víctima, que se han denunciado en la capital catalana. Sucedió el 14 de septiembre de 2019 y los protagonistas son un irlandés, un suizo y un italiano, por parte de los estafadores, y un empresario dubaití, en el papel de estafado. El botín: 1.098.000 euros, el valor total de los cinco relojes de gama alta y tres diamantes que le birlaron. El método usado: el ‘rip deal’, una transacción fraudulenta efectuada con billetes falsos.

Los estafadores convencieron a la víctima, un gemólogo de Dubái, de vender relojes y diamantes a un falso cliente

La trama es la siguiente. El empresario dubaití se llama Chady y es un gemólogo que ha trabajado para destacadas joyerías y marcas de productos de lujo en su país. Tiene un amigo que se llama Gregory, un hombre irlandés de 48 años a quien conoce desde hace tiempo y con el que ha cerrado negocios en el pasado. Chady confía en Gregory. Ese es el primer error que comete, y el inicio del sofisticado engaño del que va a ser presa. 

Gregory le habla a Chady de Lukas, un asesor financiero de Suiza con un currículum consultable por internet en el que se afirma que ha trabajado para destacadas empresas. Es alguien de la confianza de Gregory y, en consecuencia, de Chady. Lukas es el que pone el anzuelo para Chady. 

Luckas les propone hacer juntos un negocio: conoce a un hombre rico, al que llama Louis, que busca para comprar relojes de gama alta y diamantes. Lukas plantea a Chady, que tiene diamantes y puede conseguir los relojes, crear con Gregory una ‘joint venture’ –una alianza empresarial temporal– y venderle esos productos a Louis en Barcelona. El plan es repartirse los beneficios y repartirse las pérdidas a partes iguales si algo sale mal. A Chady le parece bien. 

El engaño

El 5 de septiembre de 2019, Chady vuela a Barcelona desde Dubái y conoce a Louis en una comida que se celebra en el restaurante Cachitos de la avenida Diagonal. Después, los cuatro se desplazan a una oficina de Louis, un hombre que se identifica como hijo de los dueños de una empresa de compraventa de joyas. Pactan con él la venta de cinco relojes –tres de la marca Richard Mille que valen 261.000 euros y dos de la marca Patek Phillippe que cuestan 567.000 euros– y tres diamantes –con un valor de 69.000 euros, 105.000 euros y 106.000 euros, respectivamente–. 

En total, Louis va a comprar por 1.250.000 euros ocho productos de lujo que a Chady le han costado 1.098.000 euros. Chady ya dispone de los tres diamantes y adquiere en Dubái los cinco relojes gracias a sus contactos. El negocio consiste en ganar 152.000 euros en esa transacción y repartirse ese beneficio entre Chady, Gregory y Lukas. 

Según declarará más adelante Chady, en aquella oficina de Louis en Barcelona solo hay mesas vacías, dinero en efectivo y una máquina de contar billetes. En apariencia, está tratando con alguien muy acaudalado. Louis, bastante más joven que ellos, incluso se interesa por el reloj que Chady lleva en la muñeca y le pregunta si está dispuesto a vendérselo allí mismo. Chady rechaza la oferta pero siente que está ante un comprador voraz, de gatillo fácil. La trampa ya está bajo sus pies.  

La estafa

Chady se marcha a Dubái al día siguiente y los cuatro acuerdan que regresará el 14 de septiembre para llevar a cabo la transacción. Durante esos días ocurre algo: Louis se impacienta y amaga con negarse a comprar los diamantes. Gregory y Lukas apremian a Chady a contactar con Louis cuanto antes y persuadirlo de que los diamantes también merecen la pena. También le hacen ver que el asunto está caliente y debe cerrarse enseguida porque Louis es imprevisible y puede echarse atrás en cualquier momento. 

El 14 de septiembre Chady aterriza en Barcelona y se aloja en el hotel Majestic de Passeig de Gràcia. Gregory corre con todos los gastos fingiendo que es la empresa de Louis quien los asume. Para hacer efectiva la transacción han quedado en reunirse en el hotel Catalonia. Pero a última hora, Louis cambia de opinión: exige quedar en el restaurante El Glop, de la calle Casp, en el Eixample. Y pone otra condición: ni Gregory ni Chady pueden estar presentes en el recuento de billetes, que se hará en una oficina cercana. Chady, temeroso de que aborte la compra, lo acepta todo. 

Chady sale del Majestic con los cinco relojes y los tres diamantes en dirección a El Glop. Lleva más de un millón de euros encima. Entra en el restaurante y se reúne con sus dos socios y con el comprador. Comen. Louis observa las piezas. Todo está bien. A las tres de la tarde, Louis se levanta y se dirige con Lukas a la oficina cercana a contar los billetes. 

La máquina

Al cabo de 20 minutos, Louis y Lukas regresan al restaurante. Traen una bolsa negra llena de billetes, con 1.250.000 euros en efectivo para ser exactos. También muestran a Chady y a Gregory la pantalla de la máquina de contar billetes. Chady confía en estos aparatos: sabe que si en la pantalla de una de esas máquinas figura la cifra de 1.250.000 eso significa que acaba de contar billetes auténticos hasta sumar ese número.

Chady entrega los relojes y los diamantes. Chady coge la bolsa del dinero pero atiende la sugerencia de sus compañeros de no abrirla en el restaurante. Es demasiado dinero. Los cuatro siguen bebiendo y comiendo hasta las cinco de la tarde. A esa hora, pagan la cuenta, se despiden y Chady regresa al hotel con la mochila. Cuando llega al Majestic, Chady la abre y encuentra fajos y más fajos de billetes falsos

La denuncia

Ese día Chady se quedó tan desorientado ante el engaño sufrido que se apresuró en regresar al aeropuerto y en coger el primer vuelo a Dubái, donde denunció la estafa. Gregory y Lukas le aseguraron a Chady en reiteradas conversaciones telefónicas que no habían participado de la estafa, que no sabían que los billetes eran falsos y le prometieron que compartirían los 1.098.000 euros que acababa de perder. Pero no lo hicieron. 

Los Mossos d’Esquadra tomaron declaración a Chady en enero de 2020, poco antes del inicio de la pandemia. El subinspector José Angel Merino, jefe de la Unitat Central de Delictes Econòmics, explica que se trata de una estafa conocida como ‘Rip Deal’ y normalmente la cometen “grupos itinerantes” que se mueven por Europa y que se han “profesionalizado” en el arte de engañar a la víctima.  

Los investigadores catalanes consideran que Chady ha sido víctima de una estafa del tipo ‘rip deal’ y creen que Gregory y Lukas formaron parte de la misma. Louis usó un nombre falso. En realidad se llama Giancarlo y es croata. Es una persona con diversos antecedentes por estafa. Los Mossos han logrado identificarlo gracias a una fotografía facilitada por Chady. A través de la Interpol, las autoridades alemanas lo reconocieron. Los tres deberán afrontar próximamente –si las autoridades españolas logran traerlos– un juicio en Barcelona del que Chady se ha desentendido.

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