Investigación abierta

Cárcel para un agente de los Mossos de Manresa por una segunda agresión sexual y pornografía infantil

El mosso, suspendido de empleo y sueldo, ya fue encarcelado, y liberado, por violar a una mujer con discapacidad

El mosso detenido por violar a una mujer con discapacidad en Manresa fingió que le daría trabajo de masajista

Una patrulla de los Mossos.

Una patrulla de los Mossos. / MOSSOS

ACN

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Un agente de los Mossos d'Esquadra ha ingresado en prisión acusado de agresión sexual continuada y pornografía infantil. Según ha avanzado 'El País' y ha confirmado la agencia ACN, el juzgado de instrucción 3 de Manresa ordenó prisión provisional comunicada y sin fianza. El hombre, que ingresó en el centro penitenciario el 13 de marzo, ya había estado en prisión el pasado agosto -posteriormente salió en libertad- por otra agresión, concretamente a una mujer con discapacidad intelectual.

Una investigación de Asuntos Internos permitió hallar en su móvil pruebas de una nueva violación a una persona de su entorno

A raíz de una investigación de asuntos internos, se hallaron nuevas pruebas en su móvil que le implicaban en una violación reiterada a una persona de su entorno cercano que se habrían producido antes de la primera detención. El hombre estaba destinado a la policía científica en Manresa.

Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el juzgado de instrucción 3 de Manresa se ha inhibido en el juzgado de instrucción 1 de Manresa que ya tenía el primer procedimiento abierto contra el mismo acusado por un delito de agresión sexual contra otra víctima.

En el momento de la segunda detención, el mosso había salido de prisión -donde ya había ingresado de forma preventiva durante unos meses- a la espera de juicio y con las medidas cautelares de alejamiento respecto a la víctima, la prohibición de comunicar- y comparecencias semanales en el juzgado.

La investigación inicial comenzó el pasado año a raíz de la denuncia de los padres de la primera víctima. Los progenitores decidieron contárselo a la policía tras encontrar mensajes sospechosos que habría enviado supuestamente el agente. La policía cree que el hombre hacía creer a la víctima que las prácticas sexuales formaban parte de un curso de masajista.

Actualmente, el hombre también tiene vigente un orden de alejamiento que le impide acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros y la prohibición de comunicarse por cualquier vía. En el momento de la segunda detención, el agente ya estaba suspendido de empleo y sueldo.

Las nuevas pruebas han aparecido durante la inspección de los distintos teléfonos móviles que se le intervinieron en su domicilio. El hombre llevaba tiempo destinado a la policía científica de la región policial central y no había tenido ningún incidente relacionado con los hechos que se le imputan desde el año pasado.