Un informe alerta de que uno de los edificios más altos de Girona tiene material combustible

El edificio Torre Girona, situado en el número 11 de la calle Santa Eugenia, junto al Parc Central, tiene en su estructura diferentes materiales que podrían propagar las llamas rápidamente por las plantas del edificio si se produjera un fuego. Lo detalla un informe de febrero de 2021 al que ha tenido acceso Diari de Girona. 

El inmueble es uno de los más altos que existen en la ciudad y, también, con una fisonomía peculiar y característica. Mide 42 metros de altura y tiene doce plantas, a las que hay que sumar un entresuelo, un ático y unos bajos, aparte de las destinadas a aparcamientos de vehículos. En total, hay más de treinta viviendas plurifamiliares.

 En concreto, en el informe encargado por la comunidad de vecinos y redactado por el arquitecto Enric Serra, que ha declinado realizar declaraciones a este diario, recoge que «se ha detectado presencia de aislamiento de porexpan (EPS), junto con el aislamiento de lana de roca». En algún punto, también se encuentra «la existencia de poliuretano». En cuanto a la lana de roca, el aislante de fuego más común y no sería un problema en caso de incendio. En cambio, con el porexpán y el poliuretano la cosa cambia.  El informe detalla que "no se conoce exactamente la superficie" de estos dos elementos en la fachada, aunque "su presencia representa un riesgo importante para la seguridad del edificio por ser elementos combustibles" .

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Así, se expone que «si se produce un incendio en cualquier interior de uno de los pisos, el fuego puede salir fácilmente por las cajas de persianas con tapas de DM, y entonces subir por el interior de la fachada, para ir subiendo por efecto chimenea por la cámara de aire en plantas superiores, con la combustión agravada por la existencia de EPS en la cámara». Sin embargo, según ha informado el administrador de fincas, Finques Àngel, la cantidad de porexpán y poliuretano están presentes en el edificio en un «porcentaje bajo». El material dominante es el aislamiento mineral, que protege satisfactoriamente en caso de incendio.

Diferente en el edificio de Valencia

El incendio que calcinó uno del edificio de catorce plantas del distrito de Campanar en Valencia hizo examinar todos los edificios de gran altura que pudieran estar construidos con material similar. Sin embargo, el caso de Torre Girona es distinto. El edificio gerundense está compuesto de hormigón y el de Valencia por composite de aluminio. Este último, también tenía la fachada ventilada, algo que el de Girona no. 

Las mejoras son costosas

Los vecinos no se acaban de entender para sacar adelante unas obras que deben realizarse desde hace tiempo en la fachada y que, entre otros, evitarían el alto riesgo de incendio que se menciona en el informe o la presencia de hongos ya existentes. Hay diferentes proyectos para ejecutar los trabajos. Hay opciones más económicas, pero no resuelven los problemas. La opción de pintar únicamente el edificio, que ahora se encuentra muy desgastado, es la más barata ( 112.399,10 euros) aunque no resuelve el problema de los hongos ni del riesgo de incendios . Tampoco lo hacen otras dos opciones que cuestan 296.558,90 y 639.438,80 euros.

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Así, el informe recoge que solo una de las cuatro opciones planteadas "permite en garantías la sectorización de la fachada contra los incendios" , y al mismo tiempo "resuelve los problemas de los hongos". Sin embargo, esta es la opción más cara y lenta, que ascendía a 970.992,32 euros en febrero de 2021. Con el estallido de la guerra de Ucrania a principios de 2022 los precios de los materiales de obra se dispararon y esta cifra podría rondar hasta el millón y medio o los dos millones de euros.

Reformas en el interior

El inmueble dispone de cédula de habitabilidad y de la Inspección Técnica de los Edificios (ITE). Por tanto, todas las mejoras que se han hecho hasta ahora y las que se quieren hacer son voluntarias por parte de los vecinos, según remarcan desde el administrador de fincas, ya que la licencia que se concedió en 1997 perdura . Así, hace un par de años se ejecutaron obras en el interior del inmueble para resolver los temas de seguridad.

Ahora, el Ayuntamiento de Girona ha requerido a la comunidad de propietarios que "acredite la finalización y la ejecución de acuerdo con la licencia otorgada" , según ha explicado el consistorio. Además, se le ha pedido "el proyecto de seguridad contra incendios del conjunto de la edificación". Aunque, por el momento, los vecinos no han presentado esta documentación. Los Bombers «emitieron informe favorable respecto al proyecto presentado» .

Terminado en 1997 y con un proyecto inicial diferente

El proyecto del edificio es del año 1995 y la construcción se realizó entre los años 1996 y 1997. Sin embargo, según fuentes consultadas, se acabó deprisa para que la empresa que realizaba las obras no entrara en suspensión de pagos . Esto podría haber hecho que ahora se encuentren algunas carencias . Unas deficiencias de entonces, que son distintas a los requerimientos actuales en la construcción. De hecho, durante el proceso de construcción se realizaron cambios en el proyecto original que afectaron a la fachada.

La estética actual del inmueble es diferente comparada con la que se diseñó en un principio . La primera idea era que fuera esbelta y cilíndrica, y estuviera compuesta por un total de diecisiete niveles, según consta en el portal Arquitectura Catalana. Finalmente, se optó por un proyecto diferente, elaborado por los autores Roser Amadó y Lluís Domènech .

En cualquier caso, también es una construcción peculiar, muy diferente de otros edificios . Esto le valió para ser reconocido en los Premios Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Catalunya, siendo finalista en la categoría de vivienda plurifamiliar. 

Un incendio hace quince años

El edificio Torre Girona sufrió un incendio el 12 de agosto de 2008 . Fue en uno de los negocios, en este caso una peluquería de uno de los bajos de la torre donde empezaron las llamas por unos periódicos que se encendieron en el altillo del local. Pese a que los bomberos y vecinos se temían lo peor, el fuego no se propagó por el resto del edificio ni tampoco se lamentaron daños personales. Sin embargo, el humo subió hasta el séptimo piso.

Este «fue un pequeño aviso» , comentaron algunas personas que quisieron quedar en el anonimato en Diari de Girona . El humo incluso salió por una de las chimeneas naturales que pasaba por la escalera del edificio. Al final, no se lamentaron daños, pero ya alertó a los vecinos de que, voluntariamente y en los últimos años, han ido pagando ellos mismos las actuaciones y mejoras contra incendios en el interior del inmueble para evitar que las llamas de un fuego pudiera propagarse.

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