Conferencia en Barcelona

Los operadores de transporte público imploran al Govern planes de financiación a largo plazo

Los expertos reclaman a la Administración poder planificar el dinero a varios años vista y una tarifa bonificada "social y sostenible" que no sea universal

Entrar en Barcelona en transporte público supone solo 10 minutos más que hacerlo en coche

El coche ya supone menos del 20% del total de desplazamientos en Barcelona

Viajeros de la L4 del metro de Barcelona, el pasado 26 de junio

Viajeros de la L4 del metro de Barcelona, el pasado 26 de junio / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

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En el ocaso del acto, tras casi cuatro horas en las que los operadores de transporte público han dejado clara la urgencia de disponer de planes de financiación a años vista para poder operar en condiciones, ha sucedido algo peculiar. Ha tomado la palabra el diputado de Esquerra José Rodríguez, que sin ninguna mala intención, ha compartido lo siguiente: "El escenario político no será de estabilidad y planteamientos a largo plazo; es muy difícil tirar adelante proyectos a más de dos o tres años vista". Les estaba definiendo, en resumen, un Parlament cortoplazista, de mayorías alambicadas, de pactos tácticos no siempre alineados con las necesidades reales de la ciudadanía. Y seguro que guarda razón, pero no es menos cierto que si son elegidos es precisamente para gestionar el país en busca del bien común. Y eso, como se ha demostrado en la conferencia organizada este jueves por los colegios de ingenieros -los de Caminos, Canales y Puertos y los Industriales-, pasa por una mejor diligencia monetaria de la movilidad colectiva. Gobierne quien gobierne.

Estación de Ferrocarrils de Sant Cugat del Vallès

Estación de Ferrocarrils de Sant Cugat del Vallès / ROBERT RAMOS

La confesión del aforado ha fortalecido más si cabe la convicción de los asistentes al evento, la mayoría, ingenieros que ocupan cargos de responsabilidad en la empresa pública o en la Administración. Se esperaba algún titular, pues compartían escenario dos nuevas caras del panorama del transporte catalán: Xavier Flores, consejero delegado de TMB, y Manuel Valdés, director de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM). Ambos, antes de participar en sendas mesas redondas junto a otros expertos, han brindado una conferencia inicial. Unos 18 minutos cada uno, sin leer un solo papel ninguno de los dos, trazando la radiografía de un sector "que cuesta mucho dinero pero genera grandes beneficios" (Flores) y que tiene por delante el reto de "mantener la calidad para evitar que la gente se vaya (al vehículo privado) para no volver" (Valdés).

Hay interés

La primera parte del acto se ha centrado en la financiación disponible, mientras que la segunda ha versado sobre las necesidades de inversión. Es decir, han empezado por el dinero y han terminado por cómo gastarlo. Tanto Ramon Parra, socio director de inversions de Vauban Infrastructure Partners, como Gibet Camós, especialista en materia de transporte del Banco Europeo de Inversiones, han coincidido en que el mercado tiene interés en sufragar las infraestructuras necesarias para que la movilidad se pueda desarrollar con garantías.

Xavier Flores, este jueves, durante su conferencia en la sede de Camins

Xavier Flores, este jueves, durante su conferencia en la sede de Camins / Laia Nonell

"Hay dinero, pero no lo llevo encima", ha bromeado Parra. "Lo podemos arreglar -ha respondido Flores-, aquí fichamos a Messi con una servilleta". El responsable de TMB ha recordado las cifras récord de validaciones de metro y bus y ha listado todos los proyectos que están en marcha, como el tramo central de la L9 o la prolongación de la L8 de FGC, y los que están por venir, como la ampliación de la L3 hacia el Baix Llobregat. "Necesitamos la financiación para hacerlos posible". Se ha referido, sobre todo, a las urgencias asidas a las obras de la línea 9, esto es, la compra de trenes para, en cuanto esté terminado el trabajo ferroviario, poder empezar a realizar circulaciones en prueba, aunque no estén acabadas todas las estaciones.

A largo plazo

Después se ha dado la voz a los operadores. Valdés ha recordado que el dinero sirve para tres cosas: "Las infraestructuras, el material móvil (trenes, buses, tranvías...) y la operativa. Ha explicado que el transporte público tiene un coste anual de 2.300 millones de euros y ha reclamado dejar atrás la "planificación año a año" para dar paso a la "planificación plurianual". Son dos cosas, y una lleva a la otra: "Que las administraciones tengan claro cuánto tienen que pagar y que los operadores, así, puedan planificar". Si puede ser, ha sostenido, a cuatro años vista, aunque lo ideal, a su modo de ver, debería ser una década.

Un tren de Rodalies en la estación de Montcada i Reixac

Un tren de Rodalies en la estación de Montcada i Reixac / RICARD CUGAT

En esta petición hay una lógica aplastante que se entiende con el símil de las promesas políticas. Los planes de infraestructuras, una carta a los reyes que es un auténtico brindis al sol, si se redactan a 10 años vista. Pero, oh cielos, para nada se garantiza la inversión necesaria. O sea, que se empieza la casa por el tejado y en un día de tormenta, porque suele suceder que luego, por muy bueno que sea el proyecto, no hay quién lo pague.

Bonificaciones sociales

Gemma Mascarell, directora financiera de Ferrocarrils, ha hablado desde la experiencia. "Nos estamos ahogando, hay que dar un paso. Es muy difícil operar si vas de año en año, hay que dar una perspectiva a los operadores. Estamos perdiendo autonomía económica". Esta experta ha hecho referencia a las tarifas. Tanto ella como el resto de expertos han coincidido en que el modelo actual de bonificación universal "no es sostenible", y que es necesario avanzar hacia un sistema más "eficiente", que preste ayudas a perfiles muy determinados. Miriam Manrique, directora del área de Financiación de la ATM, ha compartido tanto el diagnóstico como el tratamiento. "El actual modelo no funciona, y nos encontramos con que podemos pagar los proyectos pero luego no tenemos los fondos para garantizar su mantenimiento".

Una usuaria valida una T-Mobilitat de cartón al subir a un autobús

Una usuaria valida una T-Mobilitat de cartón al subir a un autobús / El Periódico

Volviendo al diputado Fernández, en su intervención también ha recetado a los ingenieros que hagan de lobi. "Otros lo hacen y más o menos lo consiguen", ha compartido, quizás en referencia a la presión que los taxistas han ejercido sobre la clase política en los últimos años. Maria Salamero, presidenta de la asociación de Ingenieros Industriales de Catalunya, le ha respondido con elegancia: "Parece que usted nos traslada el problema a nosotros. Hacemos lobi con el máximo rigor posible, pero no solo va de esto; pedimos liderazgos de personas que sepan de qué hablan". ¿Cómo puede ser que los ingenieros no estén al frente de las 'conselleries' de los temas que nos tocan?".