Medio Ambiente

Ecologistas denuncian la muerte de cientos de anguilas en el Francolí por la "mala gestión" del río

La crecida no fue suficiente para reconectar el río con el mar y varias anguilas no alcanzaron su objetivo

El mal estado de los ríos catalanes amenaza de muerte a los peces autóctonos

Mortandad de anguilas en el río Francolí

Ecologistas en Acción

Guillem Costa

Guillem Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si de repente murieran una decena de linces ibéricos en la sierra de Andújar, nadie dudaría en escandalizarse. ¿Por qué no sucede lo mismo cuando mueren cientos de anguilas en pocas horas en un solo río? "Se trata de una especie vulnerable, pero pese a estar más amenazada que el lince o el gorila de montaña, todavía no se ha elaborado un plan de recuperación para protegerla lo suficiente", detalla Víctor Álvarez, miembro de Ecologistas en Acción que ha dedicado las últimas horas a recorrer el lecho del río Francolí (Tarragona) en busca de anguilas en agonía.

Las asociaciones ambientales exigen limitar las captaciones para garantizar el caudal

En total, junto a un compañero, encontró más de 150 que ya estaban muertas. Consiguieron salvar a unas 50, que liberaron en el mar. "Es solo es la punta del iceberg, han sucumbido muchas más que seguro que no hemos encontrado", asegura. Este martes, los agentes rurales han levantado acta y han tomado nota de los ejemplares muertos que siguen apareciendo. ¿Pero cómo se explica este episodio súbito? Con las lluvias del pasado sábado, el caudal de este río, que lleva dos años desconectado de la desembocadura (es decir, sin llegar al mar), aumentó considerablemente.

Petición a la ACA

Entonces, muchas anguilas intentaron seguir el cauce de las aguas para migrar hasta el mar. "Sin embargo, la crecida se frenó de golpe, creemos que por la excesiva captación de agua que se realiza en Tarragona", detalla Álvarez.

Algunas anguilas, ante esta situación, trataron de volver río arriba, pero el incremento del caudal se había truncado en seco y a muchas de ellas les fue imposible lograrlo. Otras, se escondieron en los charcos que se habían generado o en los rincones más húmedos de la vegetación, puesto que las anguilas pueden resistir unas horas sin agua, reptando y a la espera de que el caudal reaparezca.

El problema es que el río no volvió a bajar con fuerza, sino que continuó su retroceso. "Cuando el cambio es tan drástico, no pueden ni arrastrarse hacia los tramos altos del río ni resistir sin agua", sostiene el ecologista. Exige a la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) que garantice los caudales de ríos como el Francolí, prohibiendo que se capte tanta agua: "Es normal que un río mediterráneo a veces se seque. Y también es habitual que alguna de las anguilas que intente avanzar muera. Lo que no se puede tolerar es esta reducción repentina del caudal".

En las últimas horas, tanto SEO/Birdlife como la federación Ecologistes de Catalunya (EdC) han pedido al conseller de Acció Climàtica, David Mascort, que se modifique urgentemente la reducción de los caudales ecológicos de los ríos Ter, Muga y Llobregat, "igual que se flexibilizan las restricciones a la agricultura u otros sectores económicos". En el mismo documento que han remitido a la conselleria, reiteran la necesidad de un Departament de Medi Ambient que esté separado del de Agricultura, Ramaderia i Pesca.

Suscríbete para seguir leyendo