Interior

La receta de Trànsit para acabar con los muertos en las carreteras catalanas: más tecnología y más mossos

Trànsit declara la guerra al móvil en el coche: controles específicos, motos espía y cámaras con IA

Trànsit inicia hoy una campaña para controlar los excesos de velocidad

Retenciones de tráfico en la C-31 en l'Hospitalet de Llobregat

Retenciones de tráfico en la C-31 en l'Hospitalet de Llobregat / Trànsit

Germán González

Germán González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Departament de Interior y el Servei Català de Trànsit se han impuesto un ambicioso objetivo en la red viaria catalana de cara a 2026: reducir un 20% la mortalidad en vías interurbanas y un 5%. Por eso el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y el director del Trànsit, Ramon Lamiel, han presentado el Plan de Seguridad Viaria 2024-2026 

Se trata de 210 acciones y 600 actividades, que ya han empezado este año, para bajar un 10% los siniestros causados por exceso de velocidad y un 5% los causados por distracciones, reducir un 10% las víctimas de atropellos, reducir un 15% las personas menores de edad muertas en accidentes de tráfico y otro 5% las víctimas mortales en siniestros de motocicletas.

Para conseguir estos objetivos, Trànsit contará con un incremento de la tecnología, como más radares y de diferente tipo junto a la inteligencia artificial, además de ampliar en 200 agentes la plantilla de la División de Tráfico de Mossos. Lamiel explicó que el sistema pionero que alerta a los coches de si hay ciclistas en el interior de los túneles, que ya se aplica en la carretera N-145 que une la Seu d'Urgell (Lleida) con Andorra, se ampliará a otras vías.

En concreto una cámara colocada a 100 metros del túnel que detecta a los ciclistas y envía la información a un panel informativo que alerta a los automóviles y pide que reduzcan la velocidad. Varios ayuntamientos, como el de la Pobla de Segur, ya han pedido el sistema, igual que colectivos de ciclistas para un tramo de Sant Andreu de la Barca.

Cámaras con radar

Ramon Lamiel ha insistido en que la siniestralidad en Cataluña es dispersa y que son muchas las carreteras en las que hay un solo siniestro al año, por lo que las acciones de prevención deben estar repartidas por todo el territorio.

Lamiel también señaló que se instalarán nuevas cámaras radar con inteligencia artificial para controlar conductas inapropiadas al volante, como usar carriles bus-VAO o usar el cinturón, y se ubicarán "carros-radar", un radar móvil que comparte las características de uno fijo, aunque se puede mover por distintos puntos ya que está instalado en una especie de pequeño remolque. 

Además, se quiere adecuar el actual sistema de radares a la reducción de la siniestralidad adaptada a cada tipología de vehículo y empezar con el control de la zona de bajas emisiones interurbana. 

El director de Trànsit añadió que Catalunya tiene una siniestralidad "dispersa", ya que no hay muchos puntos negros que concentren accidentes mortales. Los planes de seguridad viaria son para conseguir la reducción en un 50% de las víctimas mortales de cara a 2030 respecto a los datos de 2019. Por el momento el año pasado bajaron un 6% respecto a 2022, que también consiguió disminuir los anteriores.

Formación toda la vida

El plan apuesta por la formación continuada de los conductores a lo largo de toda su vida. Por eso se harán cursos de recuperación de puntos a partir de 2 o se dará información en los centros médicos cuando se acuda a renovar el carnet. Trànsit también busca iniciar esta pedagogía con niños y jóvenes para que conozcan un modelo de movilidad segura y sostenible así como establecer medidas preventivas y de control frente a conductas infractoras y reincidentes.

También se formarán colectivos concretos, como conductores de fuera de la Unión Europea que han canjeado su permiso para poder conducir aquí y que, según datos de Trànsit, se vieron implicados en 2023 en 66 accidentes, frente a 22 en 2022.

Trànsit tiene una especial voluntad de protección de los colectivos más vulnerables, por lo que se buscarán rutas seguras para los ciclistas o se les indicará los peligros que pueden encontrar en la carretera, desde otros vehículos a golpes de calor. Además, ofrecen cursos de conducción para los motoristas, el colectivo que más siniestros tuvo el año pasado.