Renovación en la jerarquía de la Iglesia

Los obispos eligen sustituto de Omella, que se despide de la Conferencia Episcopal apelando a la unidad

Omella rechaza comparecer en la comisión del Parlament sobre la pederastia

El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella (centro), durante la rueda de prensa tras el encuentro con el Papa.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella (centro), durante la rueda de prensa tras el encuentro con el Papa.

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La Conferencia Episcopal Española elegirá este martes a su nuevo presidente, en sustitución de Juan José Omella, que se despide del cargo tras cuatro años y por motivos de edad, dado que no puede ser reelegido porque el derecho canónico impide optar entre los candidatos mayores de 75 años. Bajo el mandato del cardenal arzobispo de Barcelona, la jerarquía de la Iglesia ha pasado de negar o minimizar la existencia de la pederastia en su seno, a rectificar el rumbo, pedir perdón a las víctimas e impulsar una investigación interna, que tiene muchas sombras porque los afectados aseguran que no recoge todos los casos.

Por ello, este lunes, mientras Omella daba su discurso de despedida, en el que no ha ahondado en el tema de los abusos sexuales a niños, representantes de asociaciones de víctimas se han concentrado frente a la sede de la CEE, para reclamar a los obispos una reparación integral del daño. Preguntado sobre esta protesta, Omella ha asegurado que a las víctimas "las recordaremos siempre" y ha subrayado que la Conferencia Episcopal trabaja en varios protocolos que van a "ayudar muchísimo" a "trabajar" por ellas.

En cuanto a su sucesor, Omella le ha recomendado "alcanzar la meta a la que nos llama el señor" y ser "un poquito mejor, ser buena persona, ser santo y ser un buen cura de pueblo". Varios nombres suenan para suceder a Omella, especialmente el del conservador Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y secretario general de la CEE hasta 2022 y José Cobo, del sector más progresista y alineado con el papa, actualmente arzobispo de Madrid. Este martes se conocerá el elegido, que dará su primer discurso.

La unión

En su despedida, Omella ha apelado a la unidad de los obispos, pronunciando hasta 16 veces la palabra comunión. "Transformar este valle de lágrimas en un jardín de Dios es una tarea preciosa; una misión que solo podremos llevar a cabo si caminamos unidos a Dios y en comunión los unos con los otros", ha dicho. Y ha recalcado que no hay que olvidar "nunca" que la misión le pertenece a Dios y que los obispos solo son sus colaboradores más directos, llamados a trabajar en comunión con Él y entre ellos.

Asimismo, ha dado las gracias a los prelados por el apoyo, colaboración y comprensión durante sus cuatro años al frente de la CEE, una "bella etapa", tras la cual ha animado a los obispos a trabajar juntos para construir, entre todos, una sociedad más libre, más justa y más en paz.

Sin estrategias

Y, ante la elección de su sucesor, ha pedido a los reunidos que pongan la mirada "exclusivamente" en el mayor bien del pueblo de Dios, "con un absoluto desprendimiento de nuestros propios intereses y estrategias".

"San Pablo, como también nos ha dicho Jesús, nos invita a no mirar atrás, sino siempre adelante. Miremos adelante dejando el pasado en manos de Dios", ha añadido el cardenal arzobispo de Barcelona.

En su discurso, el cardenal ha aprovechado también por mostrar el apoyo de la CEE al papa Francisco. "Cum Petro et sub Petro y lo remarco para que nadie lo dude", ha subrayado.