Más de 48.000 alumnos esperan para sacarse el carnet de conducir en Catalunya

Entre 15 y 20 días para el examen teórico y casi dos meses para el práctico. Es el tiempo de media que esperan los alumnos de autoescuela que quieren sacarse el carnet de conducir en Catalunya. Según datos de la Federación de Autoescuelas de Barcelona (FAB) actualmente hay una cola de unos 48.000 alumnos, de los cuales 46.000 corresponden a la provincia de Barcelona, para subir a examen. Girona es la otra provincia donde se dan más problemas, mientras que en Tarragona y Lleida la situación está mejor, aunque también hay retrasos.

Catalunya tiene 130 examinadores y las autoescuelas calculan que faltarían entre 20 y 25 evaluadores más

Alejandro Requena, responsable de comunicación de la Federación de Autoescuelas de Barcelona (FAB) señala que existe una "falta generalizada" de examinadores en Barcelona ciudad y en las principales capitales de la provincia como Vilafranca, Sabadell, Mataró, Manresa o Vic. "Las autoescuelas funcionamos por ciclos de ocho días. Es decir, cada ocho días se realizan entre 5.000 y 5.400 exámenes. Por ciclo, faltarían un mínimo de entre 1.500 y 1.800 exámenes para empezar a funcionar medio bien", ha destacado Requena.

La principal razón del retraso está en la falta de examinadores para hacer frente el volumen de demanda. La FAB calcula que faltan entre 20 y 25 evaluadores, una situación que se arrastra desde hace más de una década. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha reforzado con interinos que vienen de otros puntos de España, aunque desde la Federación de Autoescuelas lo consideran "parches" que "al final se acaban" cuando esos profesionales se van.

Los refuerzos de la DGT han mejorado la situación, pero siguen siendo insuficientes

Actualmente en Catalunya hay unos 130 examinadores, unos 90 en Barcelona y el resto repartidos por las otras provincias, que deben atender a esta demanda, aunque no siempre están todos disponibles -por bajas, vacaciones o días libres- y por eso la DGT se comprometió a reforzar la plantilla. En declaraciones a este medio, Ramon Lamiel, director del Servei Català de Trànsit, señala que estos refuerzos han mejorado la congestión, ya que a finales de 2022 llegaban a las 65.000 personas esperando examinarse.

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Lamiel señala que con estos interinos "no son suficientes" para atajar el problema, ya que son "refuerzos efímeros" que se van cuando ganan una plaza de examinador en otra comunidad. Es por eso que el director de Trànsit lamenta que exista una "carencia estructural" al no consolidarse la plaza. Otra casuística es la de algunos examinadores destionados en Catalunya que al jubilarse o solicitar el traslado dejan una plaza titular vacante que "es muy difícil de cubrir", según Lamiel. A esto se añade, apunta, el hecho de que algunos examinadores deben hacer tareas administrativas por la falta de personal en las Jefaturas de Tráfico. 

"Catalunya no es un destino atractivo para los examinadores. El sueldo es el mismo que en otras comunidades, pero el precio de la vida es más elevado"

Roberto

— Profesor de autoescuela

"Catalunya no es un destino atractivo para los examinadores. El sueldo es el mismo que en otras comunidades, pero el precio de la vida es más elevado", comenta Roberto, un profesor de autoescuela. En este sentido, se dan muchas bajas por traslado que luego no se cubren.

El sector plantea un modelo mixto como el de Portugal, donde además de la Administración, hay empresas privadas homologadas

La falta de personal no únicamente afecta a los examinadores, sino también a otros funcionarios de Tráfico. "La segunda planta de la Jefatura Provincial de Tráfico de Barcelona está completamente cerrada cuando antes era un hervidero de gente, entrando y saliendo. Quiere decir que no solo faltan examinadores, sino que también faltan administrativos. Estamos ante una carencia de personal de las jefaturas en general, y en Barcelona la situación es bastante más acusada. No hay personal que pueda atender al ciudadano tanto a nivel administrativo como para poder examinarse", explica Alejandro Requena.

"Verano de infierno"

La situación de congestión actual podría incrementarse en unos meses, cuando se acerque el verano, ya que es cuando hay más gente que quiere examinarse. "Ahora estamos en febrero, imagínate cuando lleguemos a mayo, junio o julio. Va a ser otro verano de infierno", señala Requena y recuerda que en Barcelona no se realizan exámenes en agosto, cosa que genera un perjuicio económico en las autoescuelas.

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Las colas para examinarse no únicamente afectan a la parte práctica, también a la teórica, según las autoescuelas. Requena indica que si se presenta mucha gente a la prueba teórica luego tienen que ir a la práctica. Por el momento Tráfico tarda entre 15 y 20 días para dar fecha para hacer el examen teórico, aunque en el práctico el retraso es de mucho más tiempo, indican desde el sector.

Reivindicaciones de las autoescuelas

Las autoescuelas lamentan que llueve sobre mojado y que a la falta de examinadores, que provoca estos retrasos, hay otros elementos que les perjudican. "Es un sector maltratado desde hace mucho tiempo y creemos que no se están haciendo bien las cosas", explica el responsable de comunicación de la FAB. Los "parches" con los examinadores o la demanda de profesores son dos de esas reivindicaciones.

Las autoescuelas reclaman personal cualificado para dar clases

Requena indica que "las soluciones son siempre muy lentas y muy tardías. En el camino van quedando muchas autoescuelas, como las más pequeñas. Vemos que la Dirección General de Tráfico las está asfixiando por no haber exámenes suficientes".

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En este sentido, lamenta que no encuentran personal cualificado para dar clases en las autoescuelas, aunque admite que luego hay una situación en la que el pez se muerde la cola: "los profesores generan alumnos para poder ir a examen y Tráfico no nos da fechas para subir a examen". "¿Cómo puede ser que la Administración siga coartando el buen hacer o el trabajo profesional de un sector que quiere tirar para adelante pero que no le dejan al no haber posibilidad de subir a examen?. No nos dejan llevar a más gente y al final lo paga el ciudadano que no puede ir a examen y se queja a las autoescuelas", describe Requena.

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Ante esta situación dentro del sector hay voces que reclaman un cambio de modelo e ir hacia un sistema mixto como el de Portugal en el que "los exámenes no dependan solamente de la Administración (la DGT en este caso), sino que haya empresas privadas homologadas a las cuales puedes acudir a examinarte cuando no pueden hacerlo en el sector público, pero entendemos que ahora mismo el Gobierno no está muy por la labor de estos cambios".

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