MeToo en la universidad

La UB considerará "mala praxis" la relación sexoafectiva entre profesores y alumnado

La Universitat de Barcelona modifica su código ético, que no implica medidas sancionadoras

Dimite el vicerrector de la Universitat de Barcelona acusado de acoso sexual a una alumna

El Edifici Històric de la Universitat de Barcelona.

El Edifici Històric de la Universitat de Barcelona. / Ferran Nadeu

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El Consell de Govern de la Universidad de Barcelona (UB) ha decidido modificar el código ético de la institución para incorporar como "mala praxis profesional" las relaciones sexoafectivas entre el personal docente e investigador (PDI) y el alumnado. Para evitar "situaciones de abuso y/o de conflicto de interés en el proceso de evaluación y supervisión", se establece que las relaciones entre profesores y estudiantes son contrarias al código ético de la UB, según informa la institución en una nota colgada en su web.

El artículo 6.4 bis considera que este tipo de relaciones, "en todos los casos, son claramente asimétricas, con un evidente componente de superioridad del primer colectivo frente al segundo". En este sentido, también se incluyen como mala praxis toda relación aunque profesorado y alumnado no compartan asignaturas ni dirección o evaluación de trabajos académicos.

Declaración de principios

Según fuentes de la universidad, la vulneración del código ético no comporta la apertura de un expediente sancionador ni medidas punitivas, sino que se trata de una declaración de principios y un compromiso que asume la comunidad universitaria.

La modificación, propuesta por la dirección de la Unitat d'Igualtat de la UB y fundamentada en el Protocolo guía de ámbito universitario de la Generalidad de Catalunya, pretende velar, afirma la universidad, por la integridad de la interacción profesorado-alumnado, y prevenir y reparar con la diligencia debida a posibles situaciones de violencia machista, acoso sexual u otros supuestos.

La modificación del código ético, aprobada este miércoles, llega después de la explosión del caso del entonces vicerrector Jordi Matas, que en diciembre dimitió después de ser acusado de haber acosado a una alumna, de que trascendieran mensajes de carácter sexual que había enviado y de que más de 100 profesores reclamaran su cese preventivo. Fuentes universitarias, no obstante, desvinculan la decisión tomada de esta denuncia y afirman que se estaba trabajando en el cambio del código ético desde junio del año pasado.