Prohibido beber agua del grifo en los municipios de Sorpe y Peramea, en el Pallars

Los vecinos de Sorpe y Peramea, en el Pallars Sobirà, tienen prohibido beber agua del grifo o usarla para cocinar hasta nuevo aviso. Éste es el mensaje que han recibido todos los habitantes de estos pueblos.

Mientras no se levante la restricción los ayuntamientos de Alt Àneu (Sorpe) y Baix Pallars (Peramea) proporcionarán garrafas de agua al vecindario. La alcaldesa de Alt Àneu, Laura Tristán, ha explicado que las analíticas realizadas a principios de enero, y de las que ahora han conocido los resultados, han salido alteradas y con presencia de un componente químico que aparece en los productos de limpieza.

La sequía empeora la calidad del agua y obliga a realizar tratamientos extra

Un hecho que ha causado sorpresa es que las analíticas hayan salido alteradas en dos municipios que están uno en el extremo norte de la comarca y otra en el extremo sur.

Las muestras de agua para realizar las analíticas se tomaron el 14 de enero (Peramea) y 17 de enero (Sorpe) y es ahora, un mes más tarde cuando obtienen los resultados y ha llegado la prohibición. Por eso, las alcaldesas de estos municipios piden celeridad a la hora de tener los resultados de las contraanalíticas.

Arsénico en el agua: ¿qué efectos tienen sobre la salud un nivel elevado como el detectado en Ripoll?

Este incidente se conoce apenas 24 horas después de que los ayuntamientos de Ripoll y Camdevànol, en la comarca del Ripollès, hayan pedido a sus vecinos no consumir agua del grifo por la presencia de arsénico. Se trata de un elemento químico que se encuentra de forma natural en el agua pero que, a causa de la sequía, se ha visto incrementado. El agua del grifo sí se puede utilizar para ducharse o lavar la ropa sin riesgo alguno para la salud.